martes, 10 de enero de 2012

EUCARISTÍA

Vamos a ir conociendo, poco a poco, nuestra Fe Católica.


¿QUÉ ES LA EUCARISTÍA?         

La EUCARISTÍA es el Sacramento en el que el pan y el vino se convierten en el CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO.
La Eucaristía es el ALIMENTO DEL ALMA. Así como nuestro cuerpo necesita comer para poder vivir, así nuestra alma necesita COMULGAR para estar fuerte y sana. Cristo mismo nos dijo: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo le resucitaré el último día".
Ser bueno, ser santo... es duro. No bastan nuestras fuerzas, necesitamos tomar fuerzas de Jesús, divino alimento del alma. Entonces nos sentiremos otros, capaces de todo y podremos decir como San Pablo: "Vivo yo, pero yo no soy yo quien vive, porque es Jesús quien vive en mí" (Gal. 2,20).


¿CUÁNDO EMPEZÓ LA EUCARISTÍA?

Jesús, la noche antes de comenzar su Pasión, quiso celebrar con sus Apóstoles una ÚLTIMA CENA. Él sabía que pronto moriría y ya no estaría en el mundo. Entonces quiso dejarnos "algo" para que los hombres SIEMPRE PUDIÉRAMOS TENERLO CON NOSOTROS.
Ese algo que nos dejó Jesús fue la EUCARISTÍA.
En esa última cena Cristo tomó un trozo de pan en sus manos, dió gracias, lo partió y se los dió a sus discípulos diciendo: "Tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros".
Después tomó la copa de vino y dijo: "Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados, Haced ésto en memoria mía".
Lo más hermoso de la Eucaristía es ver cuán grande es el AMOR DE JESÚS que no sólo dió su vida sino que quiso QUEDARSE para siempre con nosotros.
Como Cristo dijo: "Haced ésto en memoria mía", desde entonces los Apóstoles y los primeros sacerdotes empezaron a CONSAGRAR. Consagrar significa transformar el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo. 


¿CUÁNDO SE REALIZA?

En la Misa, después de rezar el Credo, se realizan: el OFERTORIO, la CONSAGRACIÓN y la COMUNIÓN.
¿Qué es el OFERTORIO?. Es el momento en el que unas personas llevan al altar el pan y el vino, se lo dan al sacerdote y éste da gracias a Dios por ellos y dice que serán para nosotros pan de vida y bebida de salvación.
¿Qué es  LA CONSAGRACIÓN?. Es el momento más importante de la Misa, cuando el Padre repite las palabras que Jesús pronunció en la última Cena: "Tomad y comed... Tomad y bebed...". Al decir estas palabras, el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo.
¿Qué es la COMUNIÓN?. Comulgar es recibir a Cristo mismo. Es tomar el cuerpo de Cristo. Imagínate, ¡recibir en tu alma al  mismo Dios!. Si en verdad nos diéramos cuenta de lo grande que es ésto, no dejaríamos un solo día de nuestra vida sin comulgar.

¿CUÁLES SON LAS CONDICIONES PARA PODER COMULGAR?

a). Se debe estar sin pecado.
     Si tenemos un pecado mortal, de ninguna manera podemos comulgar sin ir antes a confesar.
     Si tenemos un pecado venial, pequeño o leve, basta con que le pidamos a Dios perdón de corazón para que podamos acercarnos a comulgar.
b). Se debe cumplir el AYUNO, o sea, no comer nada una hora antes de comulgar, por respeto y como sacrificio.
La Iglesia recomienda recibir la comunión siempre que vayamos a misa. Es obligación recibir la comunión al menos una vez al año o si se está en peligro de muerte.
Cuando comulgamos es la mejor oportunidad que tenemos de HABLAR con Dios Nuestro Señor de nuestras cosas: lo que nos alegra y lo que nos preocupa... Debemos:
- Darle GRACIAS por todas las cosas buenas que nos ha dado.
- Decirle que lo AMAMOS mucho y que tratamos cada día de ser buenos y de cumplir su voluntad.
- PEDIRLE que nos ayude a nosotros y a todos los hombres.
. OFRECERLE cada uno de los actos de nuestra vida.

LA COMUNIÓN ESPIRITUAL

Cuando no es posible recibir la comunión en una Iglesia, podemos hacer una Comunión Espiritual, esto es, recibir espiritualmentea Jesús en nuestra alma, rezando con fe la siguiente oración:
"Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Quédate conmigo y no permitas que me separe de Tí".
Poco a poco, iremos comprendiendo que el alimento del alma nos ayudará a vivir más cerca de Dios Nuestro Señor.

JOLABE

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