martes, 11 de septiembre de 2012

TALLER BÍBLICO Nº 4

CRITERIOS PARA LA LECTURA BÍBLICA
Los creyentes y las comunidades cristianas leemos la Biblia con ojos de fe y como si ésta fuera el
espejo de nuestra propia historia. Con ayuda de la Biblia nos descubrimos como seres humanos y
clarificamos nuestra misión en medio del mundo.

Biblia y vida: La Biblia es parte de nuestra vida. Por eso, cuando leemos encontramos en ella situaciones y cosas que pertenecen a nuestra vida.

El objetivo de la lectura bíblica es el de interpretar la vida con ayuda de la Biblia. Leemos, reflexionamos, oramos y estudiamos la Biblia para poder conocer mejor nuestra realidad de personas,
familias y comunidades.

La experiencia de Dios: Creemos que Dios nos habla directamente a través de la Sagrada Escritura, y percibimos su presencia en la Biblia. Por eso, agradecemos a Dios este regalo, respetamos su Palabra
y aprendemos de ella.

Lectura de fe: Leemos la Biblia en ambiente de oración para que el Espíritu Santo nos aclare su sentido y se revele a través de nuestras vidas.

Lectura transformadora: La lectura bíblica siempre nos lleva a comprometernos solidariamente
con nuestros hermanos necesitados.



UNIDOS PARA LEER LA BIBLIA
Para aprovechar mejor el mensaje de la Biblia no basta con leerla. Es necesario unir tres fuerzas que forman una especie de trenza: (1) Sintonizar y palpar la realidad, la vida, (2) Experimentar comunitariamente la fe en Dios y en su Hijo Jesús, y (3) Leer con atención la Biblia.
¡ Vida, comunidad y texto forman la trenza de la Biblia!

La realidad, la vida. Se trata de experimentar la vida personal, familiar, provincial y nacional, porque Dios nos habla desde cualquier rincón de la vida, de manera especial desde el rincón de los pequeños, de los pobres. Por eso, antes de leer la Biblia, es bueno empaparse de lo que está pasando en nuestra tierra.
La fe de la comunidad. La Biblia es una obra comunitaria, nacida de la experiencia de fe en el Dios dela vida, en Jesucristo y en la fuerza del Espíritu. Por eso, la lectura resulta más provechosa cuando se la hace en diálogo comunitario. La comunidad nos ayuda a descubrir el sentido profundo de la Palabra de Dios.

El estudio del texto. La Biblia es la Palabra de Dios y hay que leerla y escucharla bien. No basta sólo la buena voluntad para leerla; es necesario leer el texto y complementar su lectura con los comentariosque se hacen en la misma Biblia (p.e., al pie de página) o en otras obras explicativas. Se trata de conocer el contexto social, cultural y religioso en el que fue escrito el texto y de descubrir con mayor claridad lo que Dios nos quiere decir.


Así como las gafas ayudan a ver mejor las cosas, también la buena lectura, el estudio, la meditación, el diálogo y la oración nos ayudan a descubrir lo que Dios quiere decirnos a través del texto.

Realidad, Comunidad y Biblia se parecen también a una guitarra: El texto son las cuerdas, la comunidad es la caja de resonancia y el sonido representa la realidad. Juntos forman un conjunto armónico.
ACTITUDES PARA LEER LA BIBLIA

FUNDAMENTACIÓN:
Quien desee leer la Biblia deberá preparar todo su ser: el cuerpo y el espíritu, pues, la lectura y meditación de la Palabra de Dios exige la integridad del ser humano.

Vamos a estudiar siete actitudes muy importantes para leer la Biblia.

1.- Disponer el corazón:
Aprender a amar a Dios y al prójimo.
2.- Renovar los ojos:
Ver con “ojos nuevos” lo que Dios quiere revelarnos. Hacer un esfuerzo  por ver bien la realidad de la vida y descubrir el sentido auténtico del texto leído; sólo así podremos interpretar y aplicar aquello que hemos leído.

 3.- Agudizar los oídos:
Escuchar la invitación que Dios nos hace a través del texto, para que seamos sensibles al clamor del
pueblo que grita por nuestra presencia solidaria.

4.- Instruir la cabeza:
Pensar con profundidad para llegar a comprender los hechos de la historia y poder iluminarlos con los textos de la Biblia. El estudio reflexivo de la vida y de la Biblia nos convierte en sujetos críticos y mejor capacitados para guardar en la memoria y en la conciencia lo que se va descubriendo...

5.- Afianzar los pies en la tierra:
Seguir las huellas del caminar del pueblo de Dios, para no andar por las nubes o haciendo reflexiones que no se conjugan con la realidad de nuestras comunidades.

Es necesario vivir y actuar con realismo y comprometerse con los hermanos y hermanas.


6.- Ejercitar la lengua:

Hablar con Dios sobre lo que pasa con nuestro pueblo y, al mismo tiempo, hablarle al pueblo de aquello que Dios quiere para nosotros.
7.- Hacer oración: Pedirle al Espíritu Santo que nos dé luz y fuerza para compartir con el pueblo la fe, la esperanza y el amor. Esta actitud permite hacer que nuestra lectura no sea sólo racional sino una lectura de fe.
Fuente consultada:Talleres Bíblicos del Centro Bíblico Verbo Divino, Padre Damián N° 30 -71)



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JOLABE