jueves, 15 de mayo de 2014

MEDITACIÓN A LA LUZ DE LA PASCUA

Yo creo que todos hemos reflexionado alguna vez sobre el misterio de la vida. Lo breve que es la vida. Al principio se hace larga. Se camina muy lentamente. 

No avanzan los días ni las semanas y menos los años. No acaba uno de hacerse mayor para tener derecho a todas las ventajas que supone la mayoría de edad. Una lentitud desesperante. Con qué envidia se ven los privilegios de los mayores. Quiere uno hacerse grande.

Pero todo llega en la vida. Una juventud que rebosa fuerza, alegría, ilusiones.Todo se ve color de rosa. Se emprenden mil proyectos. Nada se ve imposible. Se pone uno el mundo por montera, como suele decirse. Con el paso del tiempo insensiblemente se va llegando a la madurez. Se ven las cosas con más serenidad y aplomo. Nos hacemos personas más responsables. Se van tomando decisiones que marcan el rumbo de nuestra vida para siempre. Pensemos en el matrimonio. Una carrera u otra vocación que nos marca definitivamente.