lunes, 25 de junio de 2018

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA - 24 DE JUNIO DE 2018


XII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

PARROQUIA DE LA PALMA
Hemos celebrado este pasado Domingo,  coincidiendo con el día 24 de Junio, la Solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista, Precursor del Señor que, estando aún en el seno materno, al quedar lleno del Espíritu Santo exultó de gozo por la próxima llegada de la salvación del género humano. Su nacimiento profetizó la Natividad de Cristo el Señor y su existencia brilló con tal esplendor de gracia que el mismo Jesucristo dijo no haber entre los nacidos de mujer nadie tan grande como Juan el Bautista.
MURAL DEL PRESBITERIO 


La Iglesia celebra normalmente la fiesta de los Santos en el día de su nacimiento a la vida eterna, que es el día de su muerte. En el caso de San Juan Bautista se hace una excepción y se celebra el día de su nacimiento en este mundo. San Juan Bautista fue santificado en el vientre de su madre cuando la Santísima Virgen María, embarazada de Jesús, visita a su prima Santa Isabel.

Esta fiesta conmemora el nacimiento "terrenal" del Santo Precursor. Es digno de celebrarse su nacimiento, motivo de mucha alegría para todos los hombres  tener a quien va delante para anunciar y preparar la próxima llegada del Mesías. Fue una de las primeras fiestas religiosas y, en ella, la Iglesia nos invita a recordar y a aplicar el mensaje de San Juan Bautista.
MURAL DEL PRESBITERIO


Santa Isabel, la prima de la Virgen María estaba casada con Zacarías, que era sacerdote, servía a Dios en el templo y esperaba la llegada del Mesías que Dios había prometido a Abraham. No habían tenido hijos, pero no se cansaban de pedírselos al Señor. Vivían de acuerdo con la Ley de Dios.

Un día, un ángel del Señor se le apareció a Zacarías, quien se sobresaltó y se llenó de miedo. El Arcángel San Gabriel le anunció que su esposa iba a tener un hijo muy especial, pero Zacarías dudó y le preguntó que cómo sería posible esto si él e Isabel ya eran viejos. Entonces el ángel le contestó que, por haber dudado, se quedaría mudo hasta que todo esto sucediera. Y así fue.
S.JUAN BAUTISTA (Murillo)


La Virgen María, al enterarse de la noticia del embarazo de Santa Isabel, fue a visitarla. Y en el momento en que Santa Isabel oyó el saludo de la Santísima Virgen, el niño saltó de júbilo en su vientre. Éste es uno de los muchos gestos de delicadeza, de servicio y de amor que tiene la Santísima Virgen María para con los demás. Antes de pensar en ella misma, también embarazada, pensó en ir a ayudar a su prima Santa Isabel.

El ángel había encargado a Zacarías ponerle por nombre Juan. Con el nacimiento de San Juan Bautista, Zacarías recupera su voz y lo primero que dice es: "Bendito el Señor, Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo". San Juan Bautista creció muy cerca de Dios. Cuando llegó el momento, anunció la venida del Salvador, predicando el arrepentimiento y la conversión y bautizando en el río Jordán.
MURAL DEL PRESBITERIO


Que San Juan Bautista, Precursor del Señor que le allanó los senderos, nos conceda a nosotros ser precursores del Divino Corazón de Cristo y sepamos prepararle los caminos quitándoles las piedras y los obstáculos de nuestros pecados.


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JOLABE

MURAL ARCO DEL PRESBITERIO

CRISTALERA DEL FRONTISPICIO
MURAL DEL PRESBITERIO
MURAL DEL PRESBITERIO


Nota: La mayoría de las fotos están tomadas del Presbiterio de nuestra Parroquia. La Cristalera está ubicada en el frontispicio parroquial. Otra de las fotos es el San Juan Bautista Niño, de Murillo.
(Clicando sobre cada foto las veremos a  mayor tamaño).



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miércoles, 13 de junio de 2018

13 DE JUNIO: SAN ANTONIO DE PADUA, DOCTOR DE LA IGLESIA

Celebramos hoy, día 13 de Junio, la Memoria de San Antonio, presbítero y doctor de la Iglesia, que, nacido en Portugal, primero fue canónigo regular y después entró en la Orden recién fundada de los Hermanos Menores, para propagar la fe entre los pueblos de África, pero se dedicó a predicar por Italia y Francia, donde atrajo a muchos a la verdadera Fe. Escribió sermones notables por su doctrina y estilo, y por mandato de San Francisco enseñó teología a los hermanos, hasta que en Padua descansó en el Señor en el año 1231.

San Francisco de Asís encontró al joven fraile San Antonio con ocasión del Capítulo General inaugurado en Pentecostés de 1221, lo llamaba confidencialmente “mi obispo”. San Antonio, cuyo nombre de pila era Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo, nació en Lisboa hacia el 1195. A Los quince años entró al colegio de Los canónigos regulares de San Agustín, y en sólo nueve meses profundizó tanto el estudio de la Sagrada Escritura que más tarde fue llamado por el Papa Gregorio IX “Arca del Testamento”. A la cultura teológica añadió la filosófica y la científica, muy viva por la influencia de la filosofía árabe. 

De esta vasta formación cultural dio muestras en los últimos años de vida predicando en Italia septentrional y en Francia. Aquí recibió el título de “guardián del Limosino” por la abundante doctrina en la lucha contra la herejía. En 1946 Pio XII lo declaró doctor de la Iglesia con el apelativo de “Doctor Evangelicus”.

Cinco franciscanos habían sido martirizados en Marruecos, a donde habían ido a evangelizar a los infieles. Fernando vio los cuerpos, que habían sido llevados a Portugal en 1220, y decidió seguir sus huellas: entró al convento de los frailes mendicantes de Coimbra, con el nombre de Antonio Olivares.

Durante el viaje de regreso de Marruecos, en donde no pudo estar sino pocos días a causa de su hidropesía, una tempestad empujó la embarcación hacia Las costas sicilianas. Estuvo algunos meses en Mesina, en el convento franciscano, y el superior de este convento lo llevó a Asís para el Capítulo General. Aquí San Antonio conoció a San Francisco de Asís. 

Lo mandaron a la provincia franciscana de Romaña en donde llevó vida de ermitaño en un convento cerca de Forli. Lo nombraron para el humilde oficio de cocinero y así vivió en la sombra hasta cuando sus superiores, dándose cuenta de sus extraordinarias cualidades de predicador, lo sacaron del yermo y lo enviaron al norte de Italia y a Francia a predicar en donde más se había difundido la herejía de Los albigenses.

Finalmente, San Antonio  fijó su residencia en el convento de la Arcella, a un kilómetro de Padua. De aquí iba a donde lo llamaban a predicar. En 1231, cuando su predicación tocó la cima de intensidad y se caracterizó por los contenidos sociales, San Antonio se agravó y del convento de Camposampiero lo llevaron a Padua sobre un furgón lleno de heno. Murió en Arcella el 13 de junio de 1231. “El Santo” por antonomasia, como lo llaman en Padua, fue canonizado en Pentecostés de 1232, es decir, al año siguiente de su muerte, por la gran popularidad que se había ampliado con el correr de los tiempos. 

Que este gran Santo que hizo de lo extraordinario lo ordinario nos ayude a ver la acción de Dios en nuestra vida.



NOTA: (Pinchando sobre las fotos se ven ampliadas).


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JOLABE




domingo, 3 de junio de 2018

CORPUS CHRISTI 2018 EN LA PALMA DEL CONDADO


"Te adoro Sagrada Hostia, Pan vivo y Alimento de los Ángeles.
Santísimo Sacramento seáis bendito y alabado y eternamente adorado, oh soberano Portento".

Celebramos hoy, en este primer Domingo del mes de Junio, la Solemnidad del Santísimo Corpus Christi. La Solemnidad que profesa nuestra Fe en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. En este día recordamos la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última y Santa Cena que Jesucristo celebró con sus Apóstoles, durante la cual, Jesús convirtió el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.
Es una Solemnidad muy importante porque la Eucaristía es el regalo más grande que Jesucristo, nuestro Dios y Señor, nos ha dado, movido por su querer quedarse con nosotros después de su admirable Ascensión a los Cielos.

DATOS HISTÓRICOS:

Dios se valió de Santa Juliana de Mont Cornillon para propiciar esta fiesta. La Santa nace en Retines cerca de Liège, Bélgica en 1193. Quedó huérfana muy pequeña y fue educada por las monjas Agustinas en Mont Cornillon. Cuando creció, hizo su profesión religiosa y más tarde fue Madre Superiora de su comunidad. Por diferentes intrigas tuvo que irse del convento. Murió el 5 de abril de 1258, en la casa de las monjas Cistercienses en Fosses y fue enterrada en Villiers.

Santa Juliana, desde joven, tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre añoraba que se tuviera una fiesta especial en su honor. Este deseo se intensificó por una visión que ella tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta Solemnidad.

Ella le hizo conocer sus ideas a Roberto de Thorete, el entonces obispo de Liège, también al doctor dominico Hugh, más tarde cardenal legado de los Países Bajos; a Jacques Pantaleón, en ese tiempo archidiácono de Liège, después obispo de Verdun, Patriarca de Jerusalén y finalmente Papa con el nombre de Urbano IV. El obispo Roberto se impresionó favorablemente y como en ese tiempo los obispos tenían el derecho de ordenar fiestas para sus diócesis, invocó un sínodo en 1246 y ordenó que la celebración se tuviera el año entrante; también el Papa ordenó, que un monje de nombre Juan debía escribir el oficio para esa ocasión.


El obispo Roberto no vivió para ver la realización de su orden, ya que murió el 16 de octubre de 1246. Jacques Pantaleón llegó a ser Papa el 29 de agosto de 1261. La ermitaña Eva, con quien Santa Juliana había pasado un tiempo y quien también era ferviente adoradora del Santísimo Sacramento, le insistió a Enrique de Guelders, obispo de Liège, que pidiera al Papa que extendiera la celebración al mundo entero.

Urbano IV, siempre siendo admirador de esta fiesta, publicó la bula “Transiturus” el 8 de septiembre de 1264, en la cual, después de haber ensalzado el amor de nuestro Salvador expresado en la Santísima Eucaristía, ordenó que se celebrara la solemnidad del “Corpus Christi” en el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, al mismo tiempo otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la Santa Misa y al oficio.

Este oficio fue compuesto por el doctor angélico Santo Tomás de Aquino por petición del Papa, es uno de los más hermosos en el breviario Romano y ha sido admirado hasta por Protestantes que niegan la presencia real de Cristo en el Santísimo Sacramento del Altar y que, pese a lo que ahora piensan algunos, es una aberración admitir a la Sagrada Comunión precisamente a aquellos que niegan el auténtico significado, valor y presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

Hoy en día y gracias a nuestros queridos políticos esta solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad y ya no se celebra en jueves. La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta. Pero el Papa Clemente V en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la difusión de esta fiesta. Publicó un nuevo decreto incorporando el de Urbano IV. Y el Papa Juan XXII, sucesor de Clemente V, instó su observancia. 


El Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable Sacramento con singular veneración y solemnidad, y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos. En esto los cristianos atestiguan su gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.


La Palma del Condado vuelve a recuperar la custodia procesional para el Santísimo Sacramento, después de que los sucesos del 36 hicieran desaparecer la anterior, del siglo XIX. Se trata de una fastuosa obra en orfebrería labrada por el taller de Emilio Méndez de Pilas, siguiendo la inspiración del tabernáculo del Sagrario de la Parroquia de San Juan Bautista y la majestuosa custodia de la Catedral de Toledo. Todo ello ha sido posible gracias a la donación de José Pérez Ángel, un vecino de esta ciudad, con objeto de engrandecer el rico patrimonio de la Palma del Condado.

La custodia consta de tres cuerpos superpuestos y decrecientes en altura, en forma de templetes, sostenidos por esbeltas columnas pareadas. El cuerpo inferior, de mayores dimensiones, está destinado a albergar la custodia de mano con el Santísimo Sacramento, y muestra en su basamento la representación de las cuatro virtudes cardinales: Justicia, Prudencia, Fortaleza y Templanza.

El cuerpo intermedio lo ocupa la imagen de San Juan Bautista, estando rematado por los cuatro Evangelistas. Por su parte, el cuerpo superior presenta la imagen de la Virgen Inmaculada, quedando toda la pieza coronada por la representación de la Fe triunfante.

La balaustrada inferior con molduras con motivos de uvas y espigas de trigo culminada por guirnaldas con borlones de oro, muestra diferentes cartelas donde se recogen distintos versos de una alabanza al Santísimo Sacramento en latín, quedando en el centro de cada frente una cartela en relieve con ángeles que portan el cáliz. Seis jarras y cuatro candeleros exornan toda esta custodia, que en su repujado lleva salpicado multitud de detalles inconográficos e icológicos eucarísticos en referencia a Jesús Sacramentado.


Enhorabuena por este estreno y mis deseos de que hoy con fe, piedad y devoción adoremos al Santísimo Sacramento del Altar en este día del Santísimo Corpus Christi en La Palma…


(Fuente consultada: Web la rebujina-Huelva)




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ALABADO SEA EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR

JOLABE



(Clicando sobre cada foto, se verá a tamaño real)