miércoles, 15 de agosto de 2018

LOS CUATRO DOGMAS MARIANOS DE LA IGLESIA



La Maternidad Divina, La Inmaculada Concepción, La Perpetua Virginidad y La Asunción a los Cielos. La Iglesia enseña los siguientes cuatro dogmas acerca de la Virgen:

01.- DOGMA DE La Maternidad Divina

Este dogma fue solemnemente definido por el Concilio de Éfeso del año 431, siendo Papa San Celestino I definió: "Si alguno no confesare que el Emmanuel (Cristo) es verdaderamente Dios, y que por tanto, la Santísima Virgen es Madre de Dios, porque parió según la carne al Verbo de Dios hecho carne, sea anatema.“ Tiempo después, fue proclamado por otros Concilios universales, el de Calcedonia y los de Constantinopla.  El Concilio Vaticano II, en la Constitución Dogmática Lumen Gentium, hace referencia del dogma así: "Desde los tiempos más antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles acuden con sus súplicas en todos sus peligros y necesidades".


En qué consiste este dogma El dogma de la Maternidad Divina consiste en que la Virgen María es verdadera Madre de Dios, por haber concebido por obra del Espíritu Santo y dado a la luz al Hijo de Dios, Jesús, no en cuanto a su naturaleza divina, sino en cuanto a la naturaleza humana que había asumido.

02.- DOGMA DE La Inmaculada Concepción

El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus. "Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles."


En qué consiste este dogma El Dogma de la Inmaculada Concepción consiste en que la Virgen María fue preservada inmune de la mancha del pecado original, con la que todos nacemos, desde el primer instante de su Concepción, por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano.

03.- DOGMA DE La Perpetua Virginidad

En el Concilio de Letrán celebrado en el año 649 se efectuó esta solemne definición dogmática. El Papa San Martin I y Ios Padres del Concilio inspirados por el Espíritu Santo compusieron el canon tercero que declaraba este dogma: “Si alguno, de acuerdo con los Santos Padres, no confiesa que María Inmaculada es real y verdaderamente Madre de Dios y siempre Virgen, en cuanto concibió al que es Dios único y verdadero -el Verbo engendrado por Dios Padre desde toda la eternidad- en estos últimos tiempos, sin semilla humana y nacido sin corrupción de su virginidad, que permaneció intacta después de su nacimiento, sea anatema”. Máximo de Turín, obispo de Turín en el año 398, se anticipó a la definición del dogma. En uno de sus sermones se expresó en estos términos: “La Virgen concibe sin la intervención de varón; el vientre se llena sin el contacto de ningún abrazo; y el casto seno se acogió al Espíritu Santo, que los miembros puros custodiaron y el cuerpo inocente albergó. Contemplad el milagro de la Madre del Señor: es virgen cuando concibe, virgen cuando da a luz, virgen después del parto. ¡Gloriosa virginidad y preclara fecundidad!”.


En qué consiste este dogma El Dogma de la Perpetua Virginidad de María consiste en que la Madre de Dios conservó plena y perdurablemente su Virginidad. Es decir, fue Virgen antes del parto, en el parto y perpetuamente, después del parto.

04.- DOGMA DE LA ASUNCIÓN A LOS CIELOS DE LA VIRGEN

Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus: "Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".


En qué consiste este dogma El Dogma de la Asunción a los Cielos consiste en que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen, cumplido el curso de su vida terrena fue subida en cuerpo y alma a la gloria celestial.

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JOLABE