"La enfermedad es una condición típicamente humana, en la que
experimentamos fuertemente que no somos autosuficientes, y tenemos necesidad de
los demás". Lo dijo en el Ángelus Benedicto XVI. En el sugestivo e
insólito cuadro de una Plaza de San Pedro nevada, el Papa aclaró que en la
enfermedad, "se puede experimentar la atención de los otros y donar
atención a los otros". La enfermedad, cierto, es una prueba que
"puede ser larga y difícil", y "cuando la sanación no llega y
los sufrimientos se prolongan, podemos permanecer aplastados y asilados".