OCTAVAS REALES DE LA VIRGEN
Al inmenso Señor de lo criado
engrandece mi alma y magnifica,
y en Dios, que es mi salud, arrebatado
mi espíritu sus gracias multiplica.
Porque miró desde su trono amado
la humildad que su sierva le dedica,
con devoción de espíritus ardientes,
bendita me dirán todas las gentes.
El infinito y todopoderoso
hizo en mí, indigna, cosas portentosas
siendo su nombre santo y glorioso
en todas las regiones espaciosas
y de su pecho misericordioso
se verán por edades venturosas,
para los que le temen, siempre abiertas
de su clemencia las sagradas puertas.
JOSÉ DE VALDIVIESO