Páginas

martes, 12 de febrero de 2013

AYUNO - TODO LO QUE NECESITAS SABER



1.- ¿Qué es el Ayuno?
------------------------------
Es una disciplina espiritual por la que voluntariamente se renuncia a ciertos alimentos o a ciertos placeres por un tiempo definido con el fin de liberarse de los apegos carnales y poner un corazón contrito centrado en Dios.

2.- Oración, Ayuno y Limosna
------------------------------
Para avanzar espiritualmente debemos unir la oración, el ayuno y la limosna. Las tres se complementan.
• La oración. Al sabernos amados de Dios deseamos corresponder, alabar a Dios y pedirle que tome el trono de nuestra vida. Meditamos la palabra de Dios de cada día, celebramos la santa Misa, nos confesamos. 
• El ayuno. Cristo ayunó para darnos ejemplo. Ayunamos como sacrificio ofrecido a Dios y para ganar domino sobre las pasiones y las tendencias de la carne. Con el ayuno nos ejercitarnos. Nos recordamos de los que pasan hambre y nos hacemos solidarios. 
• La limosna. Los cristianos llamamos "limosna" al compartir con los mas pobres nuestros bienes. No debe ser un aporte de lo que sobra sino un acto de amor hecho de corazón, un compartir que nos mueve a renuncia y al sacrificio. Toda nuestra vida debe convertirse en una dádiva de amor en imitación a Cristo.
La vida de los Santos manifiesta el valor del ayuno y la importancia de integrarlo en una vida de caridad. Ellos recomiendan el ayuno a todo aquel que quiere llegar a una mayor interioridad. El ayuno apaga poco a poco la concupiscencia. Algunas comunidades religiosas han incluido el ayuno en su regla. 
La Virgen Santísima en varias apariciones (La Salette, Lourdes, Fátima) nos exhorta a la penitencia, práctica que en la tradición de la Iglesia incluye el ayuno.

CARTA PARA LA CUARESMA 2013 DE OBISPO DE HUELVA

“Tiempo para crecer en la fe” 
CARTA DE CUARESMA 2013



Mis queridos hermanos y hermanas:
Cuando Jesús comenzó su predicación, proclamó: “está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio” (Mc 1, 15). Estas palabras del Señor relacionan estrechamente la llamada a la conversión y la invitación a creer la Buena Noticia que él nos ofrece. “Convertíos y creed”. La Cuaresma es tiempo de conversión, es tiempo para crecer en la fe. La fe es la aceptación, confiada y obediente, de lo que Dios nos ha comunicado a través de su Hijo Jesucristo. Creer es acoger la Buena Noticia del amor de Dios manifestado, sobre todo, en la muerte y resurrección de Jesucristo. Convirtámonos creyendo, es decir, acogiendo ese don extraordinario del amor de Dios, y crezcamos en la fe, convirtiéndonos, es decir, dejándonos transformar por ese acontecimiento que nos salva.