El papa Francisco ha elegido ya sus nuevos símbolos, que lucirán en todas las comunicaciones y actos oficiales del pontífice, además de en lugares concretos como los jardines vaticanos. Tanto el escudo como el lema son los mismos utilizados desde su consagración episcopal. El primero tiene fondo azul y lleva los mismos distintivos de la dignidad pontificia de Benedicto XVI: mitra colocada entre dos llaves de oro y plata en forma de cruz, unidas por un cordón rojo. En lo alto campea el emblema de la orden del papa: la Compañía de Jesús: un sol radiante, con el monograma de Cristo en rojo. La letra H lleva una cruz encima y las puntas son tres clavos negros. Abajo, una estrella y una flor de nardo. La estrella, según la tradición heráldica, simboliza a la Virgen, Madre de Cristo y de la Iglesia, mientras que la flor de nardo remite a San José, patrono de la Iglesia universal. En la tradición iconográfica española, efectivamente, San José lleva una vara de nardo. "Con esos símbolos el papa manifiesta su amor por la Virgen y San José", explican desde la Santa Sede.
El lema «Miserando atque eligendo» (Con sentimiento de amor y lo eligió) procede de un pasaje de una homilía de San Beda el Venerable, comentando el relato evangélico de la vocación de San Mateo. Tiene un significado especial para el papa Francisco, ya que a los 17 años, en la festividad de San Mateo en 1953, después de confesarse, percibió la misericordia de Dios en su vida y sintió la llamada al sacerdocio siguiendo el ejemplo de San Ignacio de Loyola.