“La Parroquia, tarea de todos”
Mis queridos hermanos y hermanas:
Comenzamos un nuevo curso pastoral. Cada año, por estas fechas, debemos recordar que somos trabajadores de la viña del Señor. Él nos reúne como pueblo suyo para que vivamos unidos en el amor y nos envía a servir y a transformar nuestro mundo, con su ayuda y la luz de su Evangelio.
En nuestra Diócesis, como bien sabéis, estamos realizando un Plan cuatrienal de pastoral que quiere ser una respuesta concreta y humilde al servicio de la evangelización. Está centrado en la renovación de la Parroquia: “La Parroquia es mi familia”. Este curso es el último del Plan y debemos preguntarnos si lo hemos tomado en serio o si hemos perdido esta oportunidad. En todo caso, os invito a vivir este curso con intensidad, porque siempre estamos a tiempo de “echar de nuevo la red” (Lc 5, 5), en el nombre del Señor.
El lema propuesto para este curso es: “La Parroquia, tarea de todos”, porque todos debemos sentirnos implicados en su renovación. Con frecuencia solemos preguntarnos qué hacen los demás por nosotros y nos quejamos y nos desanimamos porque siempre creemos que hacen poco. Pero ésta no es una buena actitud; más bien debemos preguntarnos qué hacemos nosotros por los demás. Este planteamiento es más estimulante y produce mejores frutos.