La Cuaresma es un Tiempo litúrgico de nuestra fe que denominamos "fuerte" e intentamos, todos los años, de iluminarlo desde los cuatro rincones de la familia.
Cuatro rincones, sí. Lo que nos marca la Iglesia con las tres actitudes que tenemos que vivir: ORACIÓN, AYUNO Y LIMOSNA. Pero hay algo más todavía más importante: La Cuaresma es un tiempo para revitalizar nuestro bautismo, el cuarto o primer rincón.
Por el Bautismo nos hacemos discípulos de Jesús. Es un tiempo, pues, para hablar de Jesús en casa. Hoy en día nuestras casas suelen estar "desiertas de Jesús" (una imagen, un crucifijo...). La Catequesis -dicen- es no sólo para conocer a Jesús, sino para "poner a uno en intimidad con Jesucristo". Esta Cuaresma es tiempo de ORACIÓN: Los padres tenéis que aprender a orar, juntos o por separado. Que lo vean vuestros hijos. Y que les ayudéis a hacerlo, sobre todo a la hora de ir a acostarse. Y este mes que sea Jesús el centro de esa oración.
Por el Bautismo comenzamos a vivir de una manera nueva y diferente. Hay dos males de nuestro mundo que matan nuestra vida: el individualismo y el consumismo. Un cristiano vive de otra manera. Primero por el propio dominioy para relativizar el valor de las cosas. El ayuno, decía Gandhi, es esencial para adquirir la virtud de la no-violencia. Pero el ayuno, hoy, se llama austeridad de vida. Por nosotros y por los demás: el mundo y las generaciones siguientes no aguantan nuestro ritmo de vida.
Por el Bautismo vive en nosotros la llama del Espíritu Santo, que es AMOR. Tenemos que avivar el amor que Dios ha puesto como semilla en nuestro corazón. El amor es cariño, ternura, es pensar en el otro antes que en uno mismo. El amor se traduce en limosna, y la limosna hoy se llama solidaridad. Hay otro mal que nos mata la vida -dice el papa Francisco-, y es la indiferencia, la insensibilidad. Que vuestros hijos vivan la solidaridad con los que sufren: la gente en paro, la gente que no llega a fin de mes o ha perdido la casa, los inmigrantes que llenan nuestras calles y son acosados de mil modos o son mal vistos, y tantas tragedias que vemos en la tele: guerras, violencia, terrorismo...
ORACIÓN (Jesús, centro de Nuestra vida). AUSTERIDAD (ayuno) y SOLIDARIDAD (limosna): tres rincones de nuestra casa, presididos por el BAUTISMO como cuarto -o primer rincón-. Que sea nuestra Cuaresma verdaderamente familiar.
(José Luis Saborido Cursach, SJ - EL PROMOTOR)
JOLABE
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