El pasado domingo día 18 de Octubre
celebramos en nuestra Parroquia la Misa del Envío de los Catequistas de nuestra
comunidad. Ponemos en manos de Dios todas nuestras ilusiones, todos nuestros
trabajos, todas nuestras dificultades, para que Él nos ayude con su fuerza a
desempeñar con alegría y acierto nuestra labor. Por lo tanto hemos asistido al
Envío de los Catequistas por parte de nuestro Párroco D. JOSÉ S. GONZÁLEZ
SUÁREZ. Ellos son los llamados por el Señor para transmitir la fe en nuestra
Comunidad.
Ellos hacen posible que nuestra Parroquia
siga creciendo en profundidad y en vida cristiana. Por eso, pediremos el don
del Espíritu Santo para que nos acompañe a lo largo de todo este curso
2015/2016 que ahora estamos comenzando.
Nuestra Diócesis en este año quiere que la
parroquia tenga como centro de su vida la Eucaristía, no sólo para los
catequistas, sino para toda la comunidad, por eso en este día del Señor hemos
asistido a la celebración del Envío de los Catequistas. Todos los domingos en
torno al altar nos reunimos para celebrar el misterio de la muerte y
resurrección del Señor. Este domingo hemos querido que nuestra comunidad
reflexione sobre una actividad muy importante y fundamental que tiene nuestra
comunidad: LA CATEQUESIS.
OBJETIVOS DE LA
CELEBRACIÓN:
· Despertar al inicio del
curso catequético un verdadero interés por la catequesis que es responsabilidad
de toda la comunidad parroquial.
·
Descubrir que la tarea catequética no se desempeña por iniciativa propia,
sino porque el catequista es enviado por el Obispo de la Diócesis a catequizar
en nombre de Jesucristo.
· Clarificar
la tarea de cada uno de los asistentes en el proyecto catequético parroquial
(padres, niños, jóvenes, adultos, catequistas, profesores de religión,
sacerdotes, religiosos). Esta celebración nos hace caer en la cuenta de que no
hay clasificación y separación entre catequistas de Primera comunión y el resto
de catequistas. Sólo existen catequistas de la Iniciación cristiana, bien sea
de niños, jóvenes y adultos, de la pastoral bautismal, prematrimonial, etc. Y
todos son catequistas de la parroquia y al servicio comunidad parroquial.
·
Provocar respuesta en los miembros de la comunidad para asumir la tarea
catequética. Basta con que quieran comenzar, ya se irán formando poco a poco.
En este curso, manifestamos la necesidad,
cada día más urgente, de transmitir la fe de la Iglesia a los más pequeños, y a
los jóvenes de nuestra comunidad. Vivimos en una sociedad que, día a día, se va
haciendo menos sensible a los valores cristianos. Por eso, tenemos que unirnos
todos, padres, catequistas, para que la transmisión de la fe sea una realidad.
Nuestra fe debe estar viva para transmitirla y para vivir los valores
cristianos.
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JOLABE