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miércoles, 23 de diciembre de 2015

MENSAJE DE NAVIDAD 2015: "MISERICORDIA ENTRAÑABLE"

Mis queridos hermanos y hermanas:


Con alegría me dirijo a todos vosotros con motivo de la fiesta de la Navidad. Pensando en todas las familias de nuestra Diócesis de Huelva, con vuestras alegrías y penas, con vuestros logros y necesidades, deseo acercarme a vosotros, a través de este mensaje, para hacer resonar en vuestros corazones la Buena Noticia del Nacimiento de Jesús, nuestro Salvador.Todos necesitamos luz. Luz para mirar horizontes más amplios que nos permitan salir de nuestros círculos cerrados. Luz para disipar las oscuridades de nuestros prejuicios, rencores y egoísmos, y lograr unas relaciones interpersonales más auténticas y confiadas. Luz para aclarar nuestras dudas y, así, poder crecer en la fe. Esa luz es Cristo.
Al nacer Juan, el Bautista, su padre bendijo al Señor y profetizó que “por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el sol que nace de lo alto” (Lc 1, 78). Anunció a Cristo, el Hijo de Dios, enviado por el Padre, que venía a disipar las tinieblas de nuestra vida y “guiar nuestros pasos por el camino de la paz” (Lc 1, 79). Por la misericordia del Padre, Cristo viene, como Sol, para darnos la mano en nuestras oscuridades.
La Navidad es fiesta de luz, más que de luces. La luz que, en medio de la noche, alumbró a los pastores que se pusieron en camino para contemplar al Mesías, envuelto en pañales y recostado en un pesebre (cf. Lc 2, 12). Este encuentro les llenó de alegría. Habían encontrado la luz que se hace camino.