“La postura corporal es un
signo de la unidad de los miembros de la
comunidad cristiana congregados para celebrar la sagrada Liturgia, ya que
expresa y fomenta al mismo tiempo la unanimidad de todos los participantes” (cf.
Ordenación General del Misal Romano).
1.- UNIDOS PARA ALABAR AL
SEÑOR
Cuando celebramos la Misa,
no somos un conjunto de individuos aislados, sino un cuerpo unido que alaba y
honra a su Dios; por ello hemos de poner interés en hacer los mismos gestos y decir las mismas palabras de forma simultánea.
Es la manera de expresar que tenemos un mismo corazón y una misma alma que
quiere elevarse a Dios.
Es importante esforzarnos
por vivir la unidad en estos pequeños
detalles, porque es un modo concreto de mostrar la unidad del Cuerpo de
Cristo en cada celebración.
2.- SIGNIFICADO DE LAS
POSTURAS
EN
PIE.
Es la forma de mostrar nuestra pronta disposición al Señor que nos convoca.
SENTADOS. Es
la postura que favorece la escucha y la meditación. Es la actitud del discípulo
ante el maestro.
DE
RODILLAS. Es muy expresiva de algunas actitudes interiores:
- Indica humildad
ante la presencia de Dios.
- Muestra explícitamente la adoración interior.
- Expresa la
súplica de la Iglesia que pide el Espíritu Santo.
3.- ¿CUÁNDO SE HACE CADA
GESTO?
En
pie:
Es la postura primordial en
la Misa. Nos ponemos en pie:
- Al recibir al sacerdote (que hace presente a
Cristo Cabeza de la Iglesia).
- En el cántico del Aleluya antes del
Evangelio.
- En la aclamación a la invitación a la oración:
“Orad hermanos para que este sacrificio…”
- Al concluir la consagración.
- Cuando se levanta el sacerdote para
invitarnos a orar tras la comunión. Así permanecemos hasta que termina la Misa
(una vez que se ha retirado el sacerdote).
Sentados:
- Durante las lecturas que preceden al Evangelio.
- Durante la homilía.
- Mientras se preparan los dones en el
ofertorio.
- En los silencios sagrados (tras la homilía y
tras la comunión).
De
rodillas:
-
Nos debemos arrodillar desde la epíclesis
(invocación al Espíritu Santo señalada por la imposición de manos del sacerdote
sobre el pan y el vino) hasta el final de la consagración (tras la genuflexión
del sacerdote).
Sólo
un problema físico (razones de enfermedad, estrechez del lugar, aglomeración de
los participantes…) puede justificar no arrodillarse en la consagración. Y los
que no pudieran hacerlo son invitados a hacer una profunda inclinación mientras
el sacerdote hace la genuflexión después de la consagración.
4.-
OTROS GESTOS
En
la Misa hay otros gestos, que deben ser realizados con sobriedad:
-
Gesto
de la paz: Mediante el mismo tratamos de comunicar la paz que
recibimos de Cristo, como don de Dios. No hay que empeñarse en dar la paz al
mayor número posible de personas, y no debe distraernos de la comunión que
estamos a punto de recibir.
-
Procesión
de comunión: De manera ordenada acudimos cantando o en silencio
al encuentro del Señor, que se nos da como alimento. Es aconsejable regresar al
propio asiento por un camino distinto del utilizado para acercarse al Altar.
---oOo---
JOLABE