La Iglesia Católica considera que la Confirmación
es el segundo de los tres sacramentos de Iniciación Cristiana. En este sacramento se fortalece y se completa la obra
del Bautismo. Por este sacramento, el bautizado se fortalece con el don del
Espíritu Santo. Se logra un arraigo más profundo a la filiación divina, se une
más íntimamente con la Iglesia, fortaleciéndose para ser testigo de Jesucristo,
de palabra y obra y por él es capaz de defender su fe y de transmitirla.
A partir de la Confirmación
nos convertimos en cristianos maduros y podremos llevar una vida cristiana más
perfecta, más activa. Es el sacramento de la madurez cristiana y que nos hace
capaces de ser testigos de Cristo, por lo que nuestra Parroquia se va a
implicar en esta magnífica tarea cristiana.
La
preparación para la Confirmación debe tener como meta conducir al cristiano a
una unión más íntima con Cristo, a una familiaridad más viva con el Espíritu
Santo, su acción, sus dones y sus llamadas, a fin de poder asumir mejor las
responsabilidades apostólicas de la vida cristiana. Por ello, la catequesis de
la Confirmación se esforzará por suscitar el sentido de la pertenencia a la
Iglesia de Jesucristo, tanto a la Iglesia universal como a la comunidad
parroquial.
La
recepción del sacramento de la Confirmación es necesaria para llevar una vida
cristiana adulta, no puede ser considerada como un mero acto piadoso o
exclusivo de una determinada edad. Este sacramento será obligatorio para
los novios que van a contraer matrimonio, así como para poder ser padrinos de
Bautismo y Confirmación.
Por todo
ello, nuestra Parroquia desea invitar a
todas las personas adultas bautizadas de esta comunidad, que no hayan recibido
este sacramento, a que participen en el proceso de preparación que les
permita celebrar el Sacramento de la Confirmación.
Para ello, los interesados deben pasarse por la Sacristía Parroquial para
formular su inscripción con objeto de recibir la preparación correspondiente a la
recepción de este Sacramento.
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JOLABE