Querido José Antonio,
sacerdote de Jesucristo desde el 29 de Enero de 2016. Recibe un cordial saludo,
nuestro aprecio y estima, en este día en el que todos los presentes queremos
alabar a Dios y darle gracias porque José Antonio es sacerdote. Desde esta
página del Blog Parroquial te damos nuestra más cordial enhorabuena. Como cada
día, estamos reunidos en torno al altar para celebrar la Eucaristía, fuente y
culmen de toda la vida de la Iglesia. Eucaristía que, esta tarde, preside
nuestro querido José Antonio y que concelebra con los sacerdotes de esta
parroquia, de la que es feligrés.
En esta comunidad cristiana,
durante varios cursos, ha rezado, ha trabajado, ha ejercido algún ministerio y
el diaconado, y ha convivido junto con los que, en este momento, le estamos
acompañando. Ha sido el Señor el que ha llamado a nuestro amigo José Antonio y
lo ha transformado, a lo largo de los años de formación en el Seminario.
Ha
sido el Señor el que le ha ayudado a superar las dificultades que siempre
surgen en todo camino. Y el Señor también ha sido el que, por la imposición de
las manos del obispo y la oración consagratoria, lo ha hecho partícipe del sacerdocio
de Jesucristo en el grado de presbítero.
Nuestra actitud interior hoy
no puede ser otra que la de felicitarle de todo corazón, por una parte, por
haber sido escogido por Dios para ser sacerdote, y la de dar gracias a Dios por
haber regalado a la Iglesia un nuevo sacerdote palmerino, en estos tiempos en
los que estamos tan necesitados de sacerdotes.
En comunión, juntos y unidos,
hemos participado en esta Santa Misa, que José Antonio celebra y preside por
primera vez entre nosotros. Hemos participado interna y externamente con
intensidad, pidiendo al Señor que nuestro nuevo sacerdote sea verdaderamente
santo y que, del ejercicio de su ministerio, se sigan frutos pastorales
abundantes.
Enhorabuena al amigo que ha
celebrado su Primera Misa en la Parroquia a la que ha servido durante muchos
años y en la ciudad que lo vio nacer. Que Dios le bendiga…
---oOo---
JOSÉ LAGARES BELLERÍN