La
Maternidad Divina, La Inmaculada Concepción, La Perpetua Virginidad y La Asunción a
los Cielos. La Iglesia enseña los siguientes cuatro dogmas acerca de la
Virgen:
01.- DOGMA
DE La Maternidad Divina
Este dogma fue solemnemente definido
por el Concilio de Éfeso del año 431, siendo Papa San Celestino I definió:
"Si alguno no confesare que el Emmanuel (Cristo) es verdaderamente Dios, y
que por tanto, la Santísima Virgen es Madre de Dios, porque parió según la
carne al Verbo de Dios hecho carne, sea anatema.“ Tiempo después, fue proclamado
por otros Concilios universales, el de Calcedonia y los de Constantinopla. El Concilio Vaticano II, en la Constitución
Dogmática Lumen Gentium, hace referencia del dogma así: "Desde los tiempos
más antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con el título de Madre de
Dios, a cuyo amparo los fieles acuden con sus súplicas en todos sus peligros y
necesidades".
En qué consiste este dogma El dogma
de la Maternidad Divina consiste en que la Virgen María es verdadera Madre de
Dios, por haber concebido por obra del Espíritu Santo y dado a la luz al Hijo
de Dios, Jesús, no en cuanto a su naturaleza divina, sino en cuanto a la
naturaleza humana que había asumido.
02.- DOGMA
DE La Inmaculada Concepción
El dogma fue proclamado por el Papa
Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus.
"Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la
Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por
singular gracia y privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de
Cristo Jesús, Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de
culpa original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y
constantemente creída por todos los fieles."
En qué consiste este dogma El Dogma
de la Inmaculada Concepción consiste en que la Virgen María fue preservada
inmune de la mancha del pecado original, con la que todos nacemos, desde el
primer instante de su Concepción, por singular gracia y privilegio de Dios
Omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género
humano.
03.- DOGMA
DE La Perpetua Virginidad
En el Concilio de Letrán celebrado
en el año 649 se efectuó esta solemne definición dogmática. El Papa San Martin I
y Ios Padres del Concilio inspirados por el Espíritu Santo compusieron el canon
tercero que declaraba este dogma: “Si alguno, de acuerdo con los Santos Padres,
no confiesa que María Inmaculada es real y verdaderamente Madre de Dios y
siempre Virgen, en cuanto concibió al que es Dios único y verdadero -el Verbo
engendrado por Dios Padre desde toda la eternidad- en estos últimos tiempos,
sin semilla humana y nacido sin corrupción de su virginidad, que permaneció
intacta después de su nacimiento, sea anatema”. Máximo de Turín, obispo de
Turín en el año 398, se anticipó a la definición del dogma. En uno de sus
sermones se expresó en estos términos: “La Virgen concibe sin la intervención
de varón; el vientre se llena sin el contacto de ningún abrazo; y el casto seno
se acogió al Espíritu Santo, que los miembros puros custodiaron y el cuerpo
inocente albergó. Contemplad el milagro de la Madre del Señor: es virgen cuando
concibe, virgen cuando da a luz, virgen después del parto. ¡Gloriosa virginidad
y preclara fecundidad!”.
En qué consiste este dogma
El Dogma de la Perpetua Virginidad de María consiste en que la Madre de Dios
conservó plena y perdurablemente su Virginidad. Es decir, fue Virgen antes del
parto, en el parto y perpetuamente, después del parto.
04.- DOGMA DE LA ASUNCIÓN A LOS
CIELOS DE LA VIRGEN
Este Dogma fue proclamado por el
Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus
Deus: "Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la
luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la
Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de
los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la
misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad
de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y
con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente
revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el
curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del
cielo".
En qué consiste este dogma El Dogma
de la Asunción a los Cielos consiste en que la Inmaculada Madre de Dios,
siempre Virgen, cumplido el curso de su vida terrena fue subida en cuerpo y
alma a la gloria celestial.
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JOLABE