Celebramos, el martes 16 de Julio, la Solemne Conmemoración de Nuestra Señora la Bienaventurada siempre Virgen María del Monte Carmelo, advocación que cariñosa y popularmente conocemos y llamamos como Nuestra Señora del Carmen. Dicha advocación a la Purísima Madre de Dios, procede del Monte Carmelo, monte santo cuya hermosura ensalza las Sagradas Escrituras y lugar consagrado por el profeta San Elías al culto del Dios único y verdadero.
Fue en el Monte Carmelo donde el Profeta San Elías, el Profeta de Fuego, consiguió que el pueblo de Israel volviese a dar culto al Dios vivo; y lo convirtió en el refugio de la fidelidad al
Dios único y lugar de encuentro con el Señor. También en este mismo lugar fue donde San Elías vio que se acercaba del mar una pequeña nubecilla que con su lluvia regaría la tierra en sequía. Nubecilla que es prefiguración de la Santísima Virgen de la que nacería Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor.
Más tarde, en tiempos de las Cruzadas, algunos peregrinos y cristianos inspirados por la vida y el espíritu del profeta San Elías, se alojaron en las grutas del Carmelo en torno a una Iglesia que consagraron y dedicaron a la Bienaventurada siempre Virgen María del Monte Carmelo, tomándola, ‒aquella incipiente Orden religiosa continuadora de una tradición monástica cuyos orígenes se remontarían hasta el mismo profeta san Elías‒, como Patrona y Protectora.
Desde lo alto de aquel Monte santo, cuyas costas acarician con sus aguas el mar Mediterráneo, la Santísima Virgen del Carmen ha sido el Faro luminoso que, como Estrella del mar, ha guiado a los marineros a seguro puerto. Por ello fue creciendo entre éstos una gran devoción hacia la Señora del Carmelo que, en el siglo XVII, se hace común entre las gentes del mar de todo el mundo. Siendo en el siglo XVIII cuando se proclama y se invoca
oficial y públicamente a la Virgen del Carmen como Patrona y Protectora de las gentes del mar. Aunque no es hasta el año 1901 cuando oficialmente en España es proclamada la Santísima Virgen del Carmen Patrona de la Armada, de la Marina Mercante, de la Pesquera y de la Deportiva. Pero todos sabemos que ya siglos antes los fieles cofrades de la Santísima Virgen del Monte Carmelo la invocaban como tal.
La devoción a la Santísima Virgen del Carmen es también mundialmente conocida por el don de su Santo Escapulario, Librea Santa que Ella misma entregó a San Simón Stock, General de la Orden Carmelitana, el día 16 de Julio del año 1251; ‒de ahí que sea en este día cuando se celebre la Solemne Conmemoración de la Santísima Virgen del Carmen, ya que fue el 16 de Julio cuando la propia Reina del Cielo se le apareció al General de la
Orden que le está consagrada‒.
Por medio de él ‒el Santo Escapulario‒ todo el que lo tiene impuesto y lo lleva sobre su pecho, queda consagrado a la Santísima Virgen y goza de su especial protección en esta vida y de su eficaz ayuda e intercesión en la hora de la muerte. Gracias a estos privilegios que, la Virgen del Carmen manifestó incluso al Papa Juan XXII en una posterior aparición a la de San Simón Stock, se ha convertido la Señora del Monte Carmelo en la devoción a la Santísima Virgen más universal y querida por todos sus fieles hijos, no habiendo una Iglesia en toda la cristiandad que no tenga una imagen de la Reina y Hermosura del Carmelo. Como la que tiene nuestra querida Parroquia de nuestro pueblo, aunque este año por motivos de la tan necesaria restauración está siendo sustituída por un magnífico cuadro de la entrega del Santo Escapulario a San Simón Stock.
Fue el Papa Benedicto XIII el que en el año 1726 elevaba esta conmemoración a primera clase y la extendía a toda la Iglesia Universal. Este Papa recogía litúrgicamente lo que ya el pueblo santo de Dios vivía devocionalmente en honor de la Santísima Virgen del Carmen, advocación tan querida y extendida por toda el orbe católico.
Pedimos hoy a Nuestra Señora la Bienaventurada siempre Virgen María del Monte Carmelo, excelsa Patrona de todos los que formamos la gran familia del Carmelo por el don del Santo Escapulario, Guía de los navegantes, Patrona de nuestra Armada, Consuelo de los afligidos, Mediadora de todos los que por su Santa Librea estamos consagrados a Ella, Fortaleza de los moribundos en su agonía, Intercesora nuestra en el trance de la muerte y Abogada del Purgatorio, que nos haga llegar hasta Cristo, Monte de Salvación.
Feliz día de Nuestra Señora la Bienaventurada siempre Virgen María del Monte Carmelo.
Un cordial saludo a todos, junto a mi paternal bendición.
RVDO. PEDRO JOSÉ LÓPEZ SUÁREZ
CAPITÁN-CAPELLÁN DEL SARFAS
CAPELLÁN CASTRENSE DE LA PLAZA DE BURGOS
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José Lagares