Por lo que
he podido averiguar, la búsqueda del Arca de la Alianza, uno de los tesoros míticos
del Antiguo Testamento y que fue construida siguiendo las precisas
instrucciones de Dios a los pies del monte Sinaí, ha durado decenas de siglos y
ha encendido la imaginación de teólogos, aventureros y arqueólogos.
La Biblia,
en Éxodo 25, 10-22, la describe con mucho detalle: Era una especie de cofre de
madera de acacia, revestida por dentro y por fuera con oro puro, que medía 2,5
codos de longitud y 1,5 de ancho y alto (unos 1,25 m. de largo por 0,75 de
ancho y 0,75 de alto). Una cornisa o guirnalda de oro rodeaba su parte superior
y por fuera llevaba fijos cuatro anillos de oro a ambos lados, a través de los
cuales se insertaban dos largas varas, también de madera de acacia revestidos
de oro, para poder transportarla. Su tapa superior, llamada “propiciatorio”,
era de oro macizo y llevaba encima la imagen de dos querubines de oro, uno de
cara al otro y con las alas desplegadas, que miraban hacia el centro de la
caja.
Entre el
espacio entre ambos querubines y el propiciatorio se formaba un espacio abierto
–una especie de triángulo sagrado- que se llamaba oráculo, y era la parte más
sagrada del Arca. Allí Yahveh hacía sus prescripciones a Israel. “Allí”, el
Señor le había dicho a Moisés, “me encontraré contigo, desde encima del
propiciatorio, de en medio de los dos querubines colocados sobre el arca del
Testimonio, te comunicaré todo lo que haya de ordenarte para los israelitas”.
(Ex. 25,22).
Una vez que
el Arca fue construida, la Biblia nos cuenta que “y dio Moisés en el Monte
Sinaí dos tablas del testimonio, dos tablas de piedra escritas con el dedo de
Dios. Y Moisés tomó el testimonio y lo puso dentro del Arca.” (Libro del
Éxodo). Una leyenda posterior, contada en carta a los Hebreos, relata que,
aparte del “testimonio” o las tablas de la ley con los 10 mandamientos, allí
también fueron guardados la vara de Aarón que reverdeció y una vasija con el
Maná que cayó del cielo y alimentó al pueblo israelita en el desierto.
El Arca de
la Alianza, que representaba la alianza (pacto o convenio) entre Dios y el
pueblo judío, se transformó a partir de ese momento en el objeto más sagrado
para Israel. Estaba situada en el sancta sanctorum o lugar más sagrado del
tabernáculo o del Templo. Su utilidad fue variada, pues no sólo estaba
destinada a contener los elementos sagrados antes descritos, sino que además
tenía fama de ser un arma capaz de proteger al pueblo elegido, siendo brazo
ejecutor de los castigos de Dios. Los significados del Arca, así, iban más allá
de lo simbólico: tener el Arca era tener a Dios.
Para saber
que es el Tabernáculo según la Biblia,
la Palabra nos enseña que fue un santuario terrenal
inspirado por Dios y ordenado para su construcción a Moisés,
según el diseño que le mostró en el monte Sinaí (Ex. 25:40; 25:8-9). Fue hecho por una
ofrenda voluntaria del pueblo, es decir, una ofrenda de corazón, ya que Dios
deseaba un corazón bien dispuesto (Ex 25:2). Su propósito era mostrar
el deseo de Dios de habitar en medio de su pueblo (Ex 25:8).
También era conocido
como Tabernáculo de Reunión y el lugar donde la congregación de Israel llevaba
sus ofrendas y sacrificios para presentarlos a Dios, generalmente era un
cordero o un animal puro y sin defectos, podían ser chivos, becerros o toros,
se presentaban a Dios para expiación de los pecados. (Lv. 4:13, 14, 15).
El pueblo
solo tenía permitido ingresar hasta el atrio del Tabernáculo para llevar sus
ofrendas y sacrificios. Los sacerdotes tenían a acceso para ministrar en el atrio y en el
Lugar Santo. Sólo Moisés y el Sumo Sacerdote tenían acceso a todas las partes del tabernáculo y los únicos que podían entrar al Lugar
Santísimo. Pero únicamente Moisés podía entrar en todo momento sin ofrecer
sacrificios. Mientras que el Sumo Sacerdote sólo podía entrar una sola vez al
año en el día de la expiación (Ex 30:10).
Por último, el Tabernáculo estuvo
ubicado en Gabaón en los tiempos del
rey Salomón, y todavía era considerado centro de culto hasta que fue construido
el Templo en Jerusalén.
Interesante este tema bíblico sobre el Arca del pacto y el Tabernáculo. No obstante, todo ello está envuelto en el misterio...
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JOSÉ LAGARES