VIVE LA CUARESMA: Lee todo ésto, piénsalo, medítalo y, con Cristo, sube ligero de equipaje, y con tu vida llena de fe, hacia la Pascua. Que DIOS te ayude a prepararte con profundidad y seriedad a esos días santos que se acercan. De tí, también depende.
Autor: Pd. Javier Leoz.- Parroquia de San Juan Evangelista.- Peralta (Navarra)
1) DESPRÉNDETE de tantas palabras huecas y sin
sentido:
Llénate de la Palabra de DIOS.
2) ABONA TU FE con
la participación diaria en la Eucaristía.
Un peregrino no puede llegar al
final de su trayecto, sin saber por qué o por quién lo hace.
3) CARGA TU CONCIENCIA con
la rectitud del Espíritu.
Deja que Dios eduque tu conciencia.
4) VIVE CON SOBRIEDAD estos
días.
No por tener mucho se es más feliz.
5) Busca insistentemente un ESPACIO DE SILENCIO.
El silencio de una iglesia puede
ser la mejor sauna para el cuerpo y el espíritu.
6) Recapacita sobre quién necesita
de tu COMPRENSIÓN
O DE TU PERDÓN.
Limpia tu corazón…
Derriba muros…
¡Deja entrar un aire nuevo!
7) Lee, cada noche, un fragmento de
la PALABRA
DE DIOS.
¿De qué nos sirve una mesa si no se
sirve comida?
¿Para qué una valiosa joya si nunca
se luce?
La Biblia es la perla más preciosa
y, no siempre la más codiciada, en un hogar cristiano.
8) SIÉNTETE A GUSTO DENTRO DE TU IGLESIA.
Pide por ella.
En medio del desierto que estamos
viviendo, también el maligno nos invita a dudar, a abandonar…
Ni sus representantes son tan
buenos como quisieran ni, por supuesto, tan mediocres como algunos nos los
pintan.
9) HAZ ORACIÓN.
No pienses que es difícil.
Es cuestión de ponerse.
La oración es el palpitar de Dios
con el hombre y del hombre con Dios.
10) BRÍNDATE GENEROSAMENTE.
Haz algo, aunque sea pequeño, en
favor de alguna causa.
Pero, sobre todo, cuando lo
realices ofréceselo a Dios.
No te conviertas en un simple
miembro de una “ONG”.
Como cristiano, la fuente de tu
hacer el bien está en Dios y no el altruismo.
11) BUSCA LA PAZ.
Trabaja por ella en lugares tan
cercanos como el trabajo o la familia.
¿De qué nos sirve añorar la paz en
el mundo si, luego, somos incapaces de conseguirla en nuestros pequeños campos
de batalla?
12) Si hace tiempo que no
frecuentas el SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN, haz un esfuerzo.
Nuestra vida necesita un contraste,
un consejo, una palabra oportuna.
Alguien que, en nombre de Jesús,
vaya el fondo de nosotros, nos cure y nos perdone.
A veces, hasta una copa limpia,
necesita de una mano que la deje resplandeciente.
13) GUARDA VIGILIA Y AYUNO.
La Cuaresma nos dice que para hacer
fuerte el espíritu, es necesario –en el nombre de Jesús- estos signos que
denotan algo muy importante:
Lo hacemos unidos solidariamente a
los más pobres y a los gestos de amor del Jesús que se nos reveló en la cruz.
14) NO TE AVERGÜENCES DE SER
CATÓLICO Y CRISTIANO.
¿Por qué todo el mundo dice lo que
quiere y nosotros hemos de ser tan prudentemente peligrosos con nuestro
silencio?
¿Por qué tan tolerantes con otras
religiones y tan poco respetuosos con la nuestra?
Nuestras raíces, recuérdalo,
revívelo y manifiéstalo, son cristianas, y cobran su sentido en los misterios
de estas fiestas:
La Cruz y la Resurrección de Jesús.
15) COMPARTE DE LO TUYO CON
LOS NECESITADOS.
Una organización católica, tu
parroquia, etc., serán el mejor cauce para –no solamente hacer limosna- sino
además promover la justicia.
Lee todo esto, piénsalo, medítalo
y, con Cristo, sube ligero de equipaje y con una vida llena de nueva vida hacia
la Pascua
JOLABE
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