1. Conceptos preliminares
Se entiende por canon bíblico
el conjunto de todos los escritos que componen la Biblia, o sea, el
catálogo completo de los escritos inspirados?
La palabra griega
"kanon" significa "caña larga", usada como instrumento para
medir longitudes. Por esta razón, "kanon" se traduce también por
"medida", "regla", "norma". Así pues, "canon"
significa "regla, norma".
¿En qué sentido hablamos de la
lista de libros inspirados como del "canon de la Biblia"? En un doble sentido:
Son la regla de la fe, es
decir, los libros en los que la Iglesia ha encontrado reflejada y expresada su
propia fe, y por eso estos libros son la "norma de la fe", el
criterio por el que se puede "medir" hasta dónde llegan los
contenidos de su fe.
Son la regla de la
inspiración, es decir, los libros que señalan el límite hacia el que se
extiende la inspiración bíblica. En este sentido, el "canon" es el
"catálogo de los libros inspirados".
3. ¿Hasta dónde se extiende la
canonicidad?
Concilio de Trento: Decreto de 8
de abril de 1546
"El Santo Concilio... recibe y venera todos
los libros tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento con el mismo
sentimiento de piedad y de respeto, porque Dios es el autor de
ambos." (DS 1501)
"Y para que nadie pueda dudar cuáles son los
que recibe este Concilio, ha juzgado conveniente insertar en este decreto
la lista de los Libros Sagrados"[sigue la lista de todos los libros
del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento] (DS 1502)
"Si alguno no recibiese como sagrados y
canónicos estos mismos libros en su integridad, con todas sus partes (libros
ipsos integros cum omnibus suis partibus) ... sea anatema" (DS 1504)
Por tanto, según la definición
del Concilio de Trento, la canonicidad se extiende:
A todos los libros del
Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, tanto
"protocanónicos" como "deuterocanónicos".
A todas
sus partes.
PROTOCANÓNICOS: Aquellos
libros sobre cuya canonicidad nunca se dudó.
DEUTEROCANÓNICOS: Aquellos
libros sobre cuya canonicidad alguna vez hubo dudas, pero que al final llegaron
a entrar en el canon. Estos libros son:
En el Antiguo Testamento:
los libros o las partes de libros escritos en griego. Son: Tobías, Judit, 1 y 2 Macabeos, Baruc, Sirácida, Sabiduría y partes de Ester (Est
10,4-16,24) y partes de Daniel (Dn 3,24-90; 13-14).
En el Nuevo Testamento:
Hebreos, Santiago, Judas, 2 Pedro, 2 y 3 Juan, Apocalipsis, y Mc 16,9-20 (final
"canónico" del evangelio) y Jn 7,53-8,11 (la mujer adúltera).
APÓCRIFOS: Son los libros
sobre cuya canonicidad se dudó durante un cierto tiempo, pero que al final no
entraron a formar parte del canon.
5. ¿Qué diferencia existe entre
el canon judío, ortodoxo, protestante y católico?
CANON JUDÍO: Aceptan sólo
los libros protocanónicos del Antiguo Testamento, es decir, aquellos escritos
en hebreo.
CANON ORTODOXO: En las
Iglesias ortodoxas se aceptan en general todos los libros protocanónicos y
deuterocanónicos, aunque no tienen tomada ninguna decisión "oficial".
CANON PROTESTANTE: Sólo
aceptan como canónicos:
En el Antiguo Testamento:
los protocanónicos.
En el Nuevo Testamento: tras
muchas discusiones, terminó por aceptarse el canon "católico",
es decir, el formado por el conjunto de los protocanónicos y deuterocanónicos,
aunque a veces se consideran de "segunda fila" escritos como Hb, St, Jds,
y Ap.
CANON CATÓLICO: Según la
definición de Trento, se aceptan todos los libros, protocanónicos y
deterocanónicos, con todas sus partes.
6. ¿Qué nombre reciben los libros
"protocanónicos", "deuterocanónicos" y
"apócrifos" en las tradiciones católica y protestante?
TRADICIÓN CATÓLICA
|
Protocanónicos
|
Deuterocanónicos
|
Apócrifos
|
TRADICIÓN
PROTESTANTE
|
Canónicos
|
Apócrifos
|
Pseudoepigráficos
|
7. ¿Cuál es el "criterio de
canonicidad"?
El único criterio válido de
canonicidad, es decir, aquello que nos hace reconocer a un libro como
inspirado, es la Tradición divino apostólica:
"La misma Tradición da a conocer a la Iglesia
el canon de los libros sagrados" (Dei Verbum 8)
Se entiende por "Tradición
divino-apostólica" a la vida de la Iglesia, desde sus comienzos en la
época apostólica hasta nuestros días, que ha llegado a convertirse en
"norma". Hay que distinguir la "Tradición
divino-apostólica", que junto con la Sagrada Escritura es también Palabra
de Dios, y cauce de transmisión de la Revelación, de las
"tradiciones", que no se remontan a época apostólica, y aunque sean
religiosas, no han llegado a formar parte de la Revelación.
2. El canon del Antiguo Testamento
1. El canon judío
En la actualidad, las comunidades
hebreas sólo aceptan como canónicos los libros escritos en hebreo, es decir,
los protocanónicos.
HISTORIA
DE LA ELABORACIÓN DEL CANON JUDÍO:
SIGLO I: No parece existir
un canon fijo de la Biblia hebrea, si bien se aceptan como libros sagrados y
con autoridad los contenidos en la Ley (Gn, Ex, Lv, Nm y Dt),
los Profetas y algunos Escritos, fundamentalmente los Salmos.
ENTRE 70
D.C Y 135 D.C.(período entre las dos
Guerras Judías): Parece ser que en esta época los judíos fariseos elaboran un
canon concreto. No están claros los motivos que les llevan a esta decisión,
pero podrían estar relacionados con:
La necesidad de tener un aglutinante
que defina su identidad tras las catástrofes nacionales del 70 d.C.
(primera revuelta judía, y destrucción de Jerusalén por Tito y Vespasiano) y el
135 d.C.(revuelta de Bar Kokba y represión de Adriano).
Distinguir los libros realmente
sagrados de los libros apocalípticos.
Reacción frente a la constitución
de otra Escritura sagrada en el seno del cristianismo.
FINALES
DEL S. II - COMIENZOS DEL S. III: El canon ya está definido en su forma actual, tal como aparece en el
Talmud.
2. El canon cristiano del Antiguo
Testamento
Durante los siglos II y III dos
comunidades religiosas, la sinagoga judía y la iglesia cristiana, están
definiendo sus identidades propias, la "norma de su fe" propia, y por
tanto, su "canon". La evolución histórica de la elaboración del canon
cristiano es independiente de la llevada a cabo en el ámbito judío, aunque
a veces entren en contacto.
HISTORIA
DE LA ELABORACIÓN DEL CANON CRISTIANO DEL AT:
SIGLO I: la Iglesia cristiana
naciente hereda del judaísmo una lista de "libros sagrados", sobre
cuya canonicidad, como hemos visto, no hay tomada una decisión.
SIGLOS II-V. Se discute sobre la
validez del "canon largo" (que incluye deuterocanónicos) y
"canon corto" (sólo protocanónicos). Pero esta distinción depende más
del auditorio que se tenga enfrente, o de los interlocutores con quienes se
tenga que discutir:
Ante interlocutores judíos se
emplea el "canon corto", ya que se trata de demostrar que Jesús es el
Mesías anunciado en las Escrituras hebreas, y para ello sólo se puede partir de
un terreno común, que es el que aportan las Escrituras aceptadas por los judíos
como canónicas, el "canon corto".
Ante interlocutores no
judíos se emplea sin cortapisas el "canon largo", se trate de
argumentar contra los paganos o los gnósticos, o se trate de exponer la fe ante
un auditorio cristiano, sobre todo en las celebraciones litúrgicas.
CONCILIOS AFRICANOS DE LOS SIGLOS
IV Y V: Los Concilios de Hipona (año 393) y Cartago (años 397 y 419) se
decantan por el "canon largo", aunque en Oriente, el Concilio de
Laodicea de Frigia (año 360) reconozca el "canon corto".
DEFINICIONES
DOGMÁTICAS:
Concilio de Florencia (1441):
en el Decreto sobre los Jacobitas, acepta la lista con el "canon
largo" de los Concilios africanos de Hipona y Cartago.
Concilio de Trento (1546):
definición dogmática solemne, con el "canon largo".
No hay declaración directa de la
Iglesia apostólica sobre el canon del NT, aunque en 2 Pe 3,15 (a
caballo entre los siglos I y II) se alude ya a un conjunto de cartas de Pablo,
que circularía por las comunidades, que se equipara al "resto de las
Escrituras".
HISTORIA DE LA ELABORACIÓN DEL
CANON DEL NUEVO TESTAMENTO:
HASTA 175 d.C. (Padres
apostólicos y primeros Padres apologetas): No hay catálogos elaborados, pero se
citan explícita o implícitamente todos los libros del NT. Se comienzan a
distinguir los evangelios canónicos (Mt, Mc, Lc y Jn) de otros escritos
apócrifos no canónicos llamados también "evangelios".
175-450 d.C.: Dudas respecto
de los deteronocanónicos:
Canon muratoriano (Roma año 180):
falta Hb, St, 2 Pe.
Otras listas: unas veces faltan
unos libros, y otras veces, otros.
Padres (Clemente Alejandrino,
Ambrosio, Agustín, Jerónimo): reconocen la canonicidad de todos ellos.
450 EN ADELANTE: No hay
dudas sobre la canonicidad de los deuterocanónicos. Este consenso se ratificará
en los Concilios de Hipona, Florencia y Trento.
El único criterio válido de
canonicidad es la Tradición divino-apostólica, es decir, el uso que la
Iglesia ha hecho desde la época apostólica de estos libros, en los que ha
reconocido la "norma - canon de su fe". Pero esta Tradición no se ha
formado de modo irracional, sino que se ha elaborado teniendo en cuenta
unos motivos de canonicidad.Estos motivos son:
El origen apostólico: Se
consideran canónicos aquellos escritos que surgen de los apóstoles, o de sus
inmediatos colaboradores, o de las comunidades directamente emparentadas con
ellos.
La ortodoxia, es decir, la
conformidad de estos escritos con la auténtica predicación sobre Cristo, su
vida y su anuncio. Así, se rechazaron los apócrifos.
La catolicidad, es decir, su
uso en todas o casi todas las Iglesias, según testimonia su uso litúrgico. Los
libros que fueron usados en una única Iglesia fueron rechazados.
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