Mensaje de los Obispos |
La Iglesia no podría
encontrar mejor fecha en el año para celebrar una jornada por la Vida que el 25
de marzo, nueve meses antes de la Navidad. En este caso, al coincidir con el V
Domingo de Cuaresma, se traslada al lunes 26 de marzo.
Celebrar con gozo que la
Palabra se hizo carne en el seno de María nos mueve a ofrecer nuestra voz a
aquellos que, en el seno de sus madres, aún no tienen voz.
Con el lema “Ama la vida,
toda la vida” los cristianos somos invitados una vez más a intensificar nuestro
testimonio a favor de la vida - de toda la vida humana - y a trabajar en la
formación de las conciencias.
Cada vida aparece ante
nosotros como algo único, irrepetible e insustituible. Todos los seres humanos
somos iguales en el derecho a la vida. La grandeza y dignidad de la vida humana
exigen su respeto y cuidado desde su inicio en la concepción hasta la muerte
natural.
La familia es fundamental en
el itinerario educativo y para el desarrollo de las personas y de la sociedad.
Es necesario elaborar políticas familiares justas que favorezcan la institución
familiar y promover leyes que ayuden al desarrollo de una cultura de la vida
para crecer en humanidad.