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martes, 13 de mayo de 2014

VOCACIONES SACERDOTALES Y RELIGIOSAS

Una de las preocupaciones más importantes de la Iglesia son las vocaciones sacerdotales y religiosas, hasta el punto de que los Papas en sus viajes y documentos, siempre hacen alusión a las vocaciones sacerdotales y animan a los jóvenes, esperanza del futuro, que acojan con ilusión la llamada de Dios al sacerdocio.

Este problema afecta principalmente al mundo Occidental, donde las vocaciones sacerdotales disminuyen considerablemente, mientras que en los países de misión los seminaristas duplican a los de Europa.

Las causas son: La progresiva lesión de todos los valores, de todo lo religioso, el secularismo, el laicismo, la relajación de costumbres, el deterioro de valores primordiales, la degradación de la vida familiar, el materialismo, los atentados contra la vida, la marginación de miles de personas, la injusticia hasta límites que enervan la sociedad humana, el desprecio de la misma naturaleza de todo vínculo personal y social, la despreocupación por el bien común, la creciente corrupción en numerosos ambientes sociales, que en su conjunto han establecido la cultura actual y la lucha encarnizada, desde diversos ambientes para marginar a Dios de la sociedad como algo inútil.

A este análisis de la sociedad hay que tener en cuenta que, a pesar de que la Iglesia ha tratado siempre de cuidar y proteger en todos los rincones del mundo a los que sufren por la indigencia, a los enfermos, a los huérfanos, a quienes no tienen hogar y a todos los marginados con la finalidad de construir una sociedad más humana y más justa, es justo reconocer que ha perdido atractivo en la actualidad. Sobre todo en el mundo de los jóvenes, que han optado por otros movimientos nuevos, más originales con los tiempos actuales, debido a las indecisiones de la Iglesia o de sus dirigentes a tomar posturas concretas y realistas ante los problemas conflictivos que presenta la sociedad y que ponen en peligro la convivencia y la armonía entre los hombres, y a desviaciones de orden moral que han creado un rechazo y alarma social importante.

No nos extrañe que ante este doble panorama, se imponga el pensamiento permisivo de la cultura actual, que nos aleja de toda responsabilidad, nos ofrece una vida cómoda, materialista y ajena de todo compromiso, por encima del pensamiento religioso, que supone una llamada de Dios para una misión importante, que requiere un ambiente propicio y necesario para la promoción de vocaciones, una reponsabilidad a toda prueba para enfrentarse con los problemas de la sociedad.

 (Extracto del Tema del mes de Escapulario de Carmen, Mayo 2014)

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JOLABE