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jueves, 25 de julio de 2019

LA FIESTA DE SANTIAGO EL MAYOR, PATRONO DE ESPAÑA

Día 25 de Julio y toda España está de celebración - aunque en comunidades como la gallega la fiesta es más representativa - debido a la fiesta patronal en honor de Santiago Apóstol. Sin embargo, ¿conocemos bien al llamado "Santiago el Mayor"? En este artículo repasamos, en unas cuantas líneas, la vida y de Santiago Apóstol y la historia de su tumba que dio origen a Santiago de Compostela.
Santiago el Mayor es el nombre que la tradición cristiana le puso a Santiago de Zebedeo (para no confundirlo con otro discípulo), hijo de Zebedeo y Salomé, hermano de Juan el Apóstol y uno de los doce apóstoles que no abandonaron a Jesús según el Nuevo Testamento. Nacido en Betsaida (Galilea), se dice que junto a su hermano, su madre, Salomé, también fue seguidora de Jesús. Santiago fue uno de los primeros seguidores de Jesús que sintieron la necesidad de seguirlo como discípulos, cuando estaba pescando en el lago de Genesaret junto a su hermano. Según cuenta la Biblia, tanto Santiago, como Juan o Simón Pedro, son los discípulos de Jesús que más confianza y trato tienen con el susodicho. Santiago es testigo de algunos de los milagros realizados por Jesús, como la resurrección de la hija de Jairo, la transfiguración de Jesús o su aparición a orillas del lago de Tiberíades, ya resucitado.

Santiago habría sido enviado a la predicación tras el Pentecostés, cruzando el mar y llegando a Hispania (actuales España y Portugal), objetivo de su viaje. Tras pasar las Columnas de Hércules - nombre con el que antiguamente se conocía el Estrecho de Gibraltar - Santiago el Mayor comenzó su predicación en Gallaecia, nombre con el que los romanos identificaron Galicia y la parte norte de Portugal. Por supuesto, esta es una de las teorías de su llegada a España, pues otros aseguran que su llegada fue por Tarraco y comenzó su predicación por el Valle del Ebro.

Según la tradición, el Apóstol Santiago consiguió que su mensaje calara en la población, obteniendo varios discípulos en España que continuarían evangelizando en la península cuando Santiago regresó a Jerusalén. Siete fueron los que siguieron los pasos de Santiago, los Varones Apostólicos, estando todos juntos cuando en el año 40 la Virgen María se apareció a Santiago el Mayor en Caesaraugusta (Zaragoza).

Según la tradición, poco antes de la muerte de María, esta recibe la visita de Jesús resucitado. Le pide estar rodeada de los apóstoles en el día de su muerte, pero todos estaban predicando repartidos por el mundo. De esta forma, Jesús le permite a María aparecerse a los apóstoles, para advertirles de su propia muerte. Tras su aparición a Santiago en Caesaraugusta en el Pilar (actual Zaragoza), Santiago Apóstol habría regresado a Jerusalén para encontrarse con María, lugar del que no regresaría.

Según cuenta la tradición, Santiago habría encontrado la muerte a su vuelta a Jerusalén, entre los años 41 y 44, a manos de Herodes Agripa I, rey de los judíos y nieto de Herodes el Grande. Pese a su muerte en Jerusalén, sus discípulos habrían conseguido conservar el cuerpo y trasladarlo por el Mar Mediterráneo hasta Galicia, en donde lo habrían enterrado en Iria Flavia.
Mucho tiempo después, sobre el año 813, durante el mandato del Rey de Asturias Alfonso II el Casto, un eremita cristiano le dijo al obispo gallego Teodomiro que había visto unas luces sobre un monte deshabitado. Al investigar el lugar, encontraron una tumba de origen romano en donde se descubrió un cuerpo decapitado. Alfonso II el Casto ordenó construir una capilla sobre la tumba, siendo este el más antiguo origen de la Catedral de Santiago de Compostela.

Sin embargo, el reconocimiento oficial como la tumba de Santiago no llegaría hasta mucho tiempo después. En 1589 el corsario inglés Francis Drake quiso conquistar Compostela después de desembarcar en La Coruña, por lo que el arzobispo acordó con el Cabildo de la Catedral ocultar los tesoros más importantes de la misma. Estos tesoros fueron ocultados detrás del altar de la capilla mayor, a unos 30 metros de profundidad, según las excavaciones realizadas en la Catedral en 1878 y 1879 por Antonio López Ferreiro.

En estas excavaciones "recientes", se pudo encontrar debajo de la Catedral de Santiago de Compostela, un mausoleo romano con el resto de tres personas: debido a la tradición y al número de cuerpos, se identificaron con Santiago y sus discípulos Atanasio y Teodoro. El Papa León XIII nombró una Congregación para analizar los restos y, aunque los documentos enviados a Roma no le convencieron, envió a Monseñor Agostino Caprara investigar este descubrimiento en el terreno. Tras la confirmación de que el mayor de los cuerpos encontrados había sido decapitado, la resolución de la Congregación fue publicada el 25 de julio de 1884, en la que el Papa León XIII llamaba a la peregrinación a Santiago de Compostela.

En cuando a las pruebas arqueológicas, se ha podido conocer la existencia previa de una necrópolis dolménica y un cementerio romano. Se sabe que Compostela era una necrópolis precristiana, pero esto no ayuda a resolver o desmentir el misterio sobre la tumba de Santiago. La tradición cristiana asegura que es el descanso de Santiago el Mayor, pero científicamente no se ha podido resolver si efectivamente es Santiago.
(Página consultada: Vive el camino)

Vídeo sobre Santiago el Mayor

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JOSÉ LAGARES

lunes, 15 de julio de 2019

CULTOS EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

Con el ruego de su publicación, recibimos un artículo de nuestro paisano sacerdote Rvdo. Pedro José López Suárez, sobre Ntra. Sra. del Carmen, y con mucho gusto reproducimos.

Celebramos, el martes 16 de Julio, la Solemne Conmemoración de Nuestra Señora la Bienaventurada siempre Virgen María del Monte Carmelo, advocación que cariñosa y popularmente conocemos y llamamos como Nuestra Señora del Carmen. Dicha advocación a la Purísima Madre de Dios, procede del Monte Carmelo, monte santo cuya hermosura ensalza las Sagradas Escrituras y lugar consagrado por el profeta San Elías al culto del Dios único y verdadero.

Fue en el Monte Carmelo donde el Profeta San Elías, el Profeta de Fuego, consiguió que el pueblo de Israel volviese a dar culto al Dios vivo; y lo convirtió en el refugio de la fidelidad al
Dios único y lugar de encuentro con el Señor. También en este mismo lugar fue donde San Elías vio que se acercaba del mar una pequeña nubecilla que con su lluvia regaría la tierra en sequía. Nubecilla que es prefiguración de la Santísima Virgen de la que nacería Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor.


Más tarde, en tiempos de las Cruzadas, algunos peregrinos y cristianos inspirados por la vida y el espíritu del profeta San Elías, se alojaron en las grutas del Carmelo en torno a una Iglesia que consagraron y dedicaron a la Bienaventurada siempre Virgen María del Monte Carmelo, tomándola, ‒aquella incipiente Orden religiosa continuadora de una tradición monástica cuyos orígenes se remontarían hasta el mismo profeta san Elías‒, como Patrona y Protectora.

Desde lo alto de aquel Monte santo, cuyas costas acarician con sus aguas el mar Mediterráneo, la Santísima Virgen del Carmen ha sido el Faro luminoso que, como Estrella del mar, ha guiado a los marineros a seguro puerto. Por ello fue creciendo entre éstos una gran devoción hacia la Señora del Carmelo que, en el siglo XVII, se hace común entre las gentes del mar de todo el mundo. Siendo en el siglo XVIII cuando se proclama y se invoca
oficial y públicamente a la Virgen del Carmen como Patrona y Protectora de las gentes del mar. Aunque no es hasta el año 1901 cuando oficialmente en España es proclamada la Santísima Virgen del Carmen Patrona de la Armada, de la Marina Mercante, de la Pesquera y de la Deportiva. Pero todos sabemos que ya siglos antes los fieles cofrades de la Santísima Virgen del Monte Carmelo la invocaban como tal.


La devoción a la Santísima Virgen del Carmen es también mundialmente conocida por el don de su Santo Escapulario, Librea Santa que Ella misma entregó a San Simón Stock, General de la Orden Carmelitana, el día 16 de Julio del año 1251; ‒de ahí que sea en este día cuando se celebre la Solemne Conmemoración de la Santísima Virgen del Carmen, ya que fue el 16 de Julio cuando la propia Reina del Cielo se le apareció al General de la
Orden que le está consagrada‒.

Por medio de él ‒el Santo Escapulario‒ todo el que lo tiene impuesto y lo lleva sobre su pecho, queda consagrado a la Santísima Virgen y goza de su especial protección en esta vida y de su eficaz ayuda e intercesión en la hora de la muerte. Gracias a estos privilegios que, la Virgen del Carmen manifestó incluso al Papa Juan XXII en una posterior aparición a la de San Simón Stock, se ha convertido la Señora del Monte Carmelo en la devoción a la Santísima Virgen más universal y querida por todos sus fieles hijos, no habiendo una Iglesia en toda la cristiandad que no tenga una imagen de la Reina y Hermosura del Carmelo. Como la que tiene nuestra querida Parroquia de nuestro pueblo, aunque este año por motivos de la tan necesaria restauración está siendo sustituída por un magnífico cuadro de la entrega del Santo Escapulario a San Simón Stock.


Fue el Papa Benedicto XIII el que en el año 1726 elevaba esta conmemoración a primera clase y la extendía a toda la Iglesia Universal. Este Papa recogía litúrgicamente lo que ya el pueblo santo de Dios vivía devocionalmente en honor de la Santísima Virgen del Carmen, advocación tan querida y extendida por toda el orbe católico.

Pedimos hoy a Nuestra Señora la Bienaventurada siempre Virgen María del Monte Carmelo, excelsa Patrona de todos los que formamos la gran familia del Carmelo por el don del Santo Escapulario, Guía de los navegantes, Patrona de nuestra Armada, Consuelo de los afligidos, Mediadora de todos los que por su Santa Librea estamos consagrados a Ella, Fortaleza de los moribundos en su agonía, Intercesora nuestra en el trance de la muerte y Abogada del Purgatorio, que nos haga llegar hasta Cristo, Monte de Salvación.

Feliz día de Nuestra Señora la Bienaventurada siempre Virgen María del Monte Carmelo.


Un cordial saludo a todos, junto a mi paternal bendición.

RVDO. PEDRO JOSÉ LÓPEZ SUÁREZ

CAPITÁN-CAPELLÁN DEL SARFAS
CAPELLÁN CASTRENSE DE LA PLAZA DE BURGOS

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José Lagares