martes, 31 de julio de 2012

MARÍA NOS ILUMINA EL CAMINO PARA LLEGAR A JESÚS III

3ª PARTE.- MARÍA MADRE DE DIOS Y NUESTRA BUENA MADRE

Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala. Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa.--- San Juan 19, 25-27 ---
El rol de Madre del Salvador, Madre del Redentor y Madre de Dios, comienza a descubrirse ya en el Antiguo Testamento, donde proféticamente es anunciada, como se revela en libro Génesis 3,15. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia; ésta te Herirá en la cabeza, y Tú le Herirás en el Talón. María ya era promesa de victoria sobre el mal que hizo caer en el pecado a los primeros padres, Luego también es profetizada en Isaías 7, 14 Por tanto, el mismo Señor os Dará la señal: He Aquí que la virgen Concebirá y Dará a luz un hijo, y Llamará su nombre Emmanuel. Las Sagradas Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, nos, muestran con mucha claridad la figura de la mujer Madre del Redentor. Maria se destaca entre los humildes y pobres del Señor, que de El con confianza esperan y reciben la salvación. Así es, como con ella, excelsa Hija de Sión, tras larga espera de la promesa, se cumple la plenitud de los tiempos y con ella, se inicia algo nuevo para en los hombres, cuando el Hijo de Dios, asume de ella la naturaleza humana para liberarnos del pecado.

San Agustín escribió: "Si un Dios debe nacer, no puede nacer más que de una virgen; y si una virgen debe engendrar, no puede engendrar más que a un Dios" (De Trinitate 13: PL 18,23).

La Virgen María, fue consignada por Dios desde siempre a ser la Madre de Dios, ella con gran generosidad y como servidora y humilde esclava del Señor, acepta su voluntad. Luego concibe a Jesús, Hijo de Dios encarnado, lo engendra, lo amamanta, lo cuida, le enseña los primeros pasos, lo presenta en el templo, lo lleva a las fiesta religiosas, lo acompaña en su vida y padece junto a El, el dolor de la muerte en la cruz, todo lo que hace ella, lo hace como una buena Madre.

LIBROS PROTOCANÓNICOS 5 - Jonás

Jonás: nombre personal hebreo que significa “paloma”.

Muchas veces pensamos que Dios, antes de que viniera Jesús, no era sino rigor, amenazas, castigos. Los rayos y truenos del Sinaí nos han impresionado siempre. Pero Dios se mostraba también muy bueno y misericordioso. Así nos lo dice la historia de Jonás, que no es más que una parábola preciosa, con la cual la Biblia nos transmite dos mensajes importantes y bellos.

El primero, y ante todo, que Dios es muy bueno con todos, a pesar de lo mal que a veces nos portamos con Él...

Y el segundo, siguiendo la interpretación que le dio Jesús es que un día, aunque hayamos muerto, la tierra nos devolverá a la vida, igual que el pez devolvió a Jesús el resucitado.

En 2 Rey. 14. 25 se menciona a un profeta llamado Jonás, pero no es él quien escribió el Libro que lleva su nombre. El libro de JONÁS fue compuesto después del exilio, sin duda en el siglo V a. C., no para relatar un hecho histórico, sino para comunicar una enseñanza bajo la forma de una parábola.