martes, 7 de julio de 2015

LA SÁBANA SANTA Y EL SUDARIO DE OVIEDO

Según la tradición, la sábana santa, que está custodiada en la catedral de Turín (Italia), sería el lienzo que envolvió el cuerpo de Jesús al ser depositado en el sepulcro, mientras que el santo sudario, venerado en la catedral de Oviedo, sería la tela que cubrió su rostro en la cruz tras morir.

Quizás la más famosa de todas las reliquias del cristianismo, el Manto de Turín es considerado por muchos como el sudario de Jesús. Esta tela de lino de 436 x 113 cms. contiene la espectral figura del cuerpo de un hombre y es adorada por millones de fieles en la catedral de Turín en Italia, aún cuando la ciencia no puede dar constancia de su autenticidad.

La datación del carbono reveló que fue construida en el siglo XIV, coincidiendo con la fecha desde la que se tiene registro de su existencia. En un documento escrito en 1390, el obispo Pierre d´Arcis de Francia, alegaba que la imagen de Jesús fue “astutamente pintada”, “hecho corroborado por su propio autor”.
La Iglesia Católica no acepta oficialmente su autenticidad, a pesar de que muchos fieles entre los que se encuentra el Papa emérito Benedicto XVI, han manifestado su creencia en la veracidad de la Síndone .

Una reliquia similar es el Sudario de Oviedo, una pieza de tela manchada de sangre, que supuestamente envolvió la cabeza de Jesús a su muerte, y la cual desde el año 718 d.C es el orgullo de la catedral de Oviedo en España. El hecho que la sangre de este sudario corresponde al tipo AB, común en Oriente Medio pero no en Europa, hace suponer a muchos que corresponde a la sangre de Cristo.

Joel Nickell investigador de la Universidad de Kentucky, en su libro “Las reliquias de Cristo” publicado en 2007, alega que las pruebas hechas con carbono demuestran que el sudario corresponde al año 695 d.C, pocos años antes de que se empezara a exhibir en Oviedo.


El Santo Sudario de Oviedo es una tela blanca en origen, de lino, con textura tafetán, manchada, sucia y arrugada. Tiene forma rectangular, aunque con alguna irregularidad, y mide 83 por 53 centímetros aproximadamente. Presenta numerosísimas manchas de diversos tonos, de color fundamentalmente marrón claro.

Salta a la vista en la observación de la tela dos manchas simétricas con respecto a su  eje menor, que son de color marrón con diversas intensidades. Se le denomina tradicionalmente "Santo Sudario" o "Santo Rostro" a pesar de que en él no se puede apreciar rostro alguno.

En la época de Jesús un sudario era un pañolón (equivalente, aunque algo mayor a uno de nuestros pañuelos actuales) que se usaba como una pequeña toalla para quitarse el sudor de la cabeza o limpiarse la cara en caso de necesidad. La Enciclopedia Universal Judía recoge la prescripción según la cual cuando un cadáver tenía desfigurado o mutilado el rostro era imprescindible que este fuera cubierto con un velo para ocultarlo a los ojos de la gente. No es extraño que se empleara para este menester el pañolón -sudario- que se tenía a mano (en ocasiones enrollado en la muñeca) y que se colocara sobre el difunto aun antes del entierro.


Por otra parte sabemos que uno de los "lienzos funerarios" empleados en enterramientos judíos es el sudario, y que cubre exclusivamente el rostro. San Juan en su evangelio menciona en dos ocasiones un sudario sobre la cabeza de un cadáver. En el relato de la resurrección de Lázaro (Jn 11,44) dice que salió el muerto "atado de pies y manos y envuelta la cabeza en un sudario" pero el texto evangélico más importante del Apóstol en este punto es el Cap. XX. En sus versículos 6 y 7 distingue claramente entre los lienzos en los que fue envuelto el cadáver (entre ellos, lógicamente, la Sábana que mencionan los evangelios sinópticos) y "el sudario que había estado sobre su cabeza".




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JOLABE