martes, 20 de marzo de 2012

CARTA DE JESÚS A SUS AMIGOS

Querido amigo mío:

Como bien sabes, yo pedía muy pocas cosas en mi vida. Pedí una posada, antes de nacer, pensando sobre todo en mi madre. Pedí a Zaqueo que me alojará en su casa, y a otro buen amigo el salón para celebrar la Pascua. Pedí un par de veces agua para beber. ¡Ah!, y también pedí un burrito para hacer mi entrada triunfal en Jerusalén, y así no dejar mal al profeta Zacarías.
No me interesaban las cosas. Me interesaban las personas. Me interesaba, sobre todo la amistad. No me cansaba de pedir amigos: amigos que me siguieran, que se unieran a mi causa, que estuvieran conmigo, que continuaran mi tarea.
Mi tarea de hoy va en la misma línea. No te voy a pedir ayuda material, aunque también la necesito para los pobres. Tampoco te voy a pedir que dejes a tu familia y tus estudios, aunque a alguno se lo seguiré pidiendo. Mi petición única va dirigida a todos y está al alcance de todos.