sábado, 13 de junio de 2015

LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DE UN PALMERINO

El Orden Sacerdotal es un sacramento que, por la imposición de las manos del Obispo, y sus palabras, hace sacerdotes a los hombres bautizados, y les da poder para perdonar los pecados y convertir el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
El sacramento del orden lo reciben aquellos que se sienten llamados por Dios a ser sacerdotes para dedicarse a la salvación eterna de sus hermanos los hombres. Esta ocupación es la más grande de la Tierra, pues los frutos de sus trabajos no acaban en este mundo, sino que son eternos.
La vocación no consiste en recibir una llamada telefónica de Dios. Si un muchacho tiene buena salud (no es necesario ser un superman), es capaz de hacer estudios (no es necesario ser un genio), puede vivir habitualmente en gracia, con la ayuda de Dios (no hace falta ser ya un santo), tiene buena intención (no se trata de buscar el modo de ganarse la vida) es decir, busca su propia perfección y la salvación de las almas, debe preguntarse si Dios le llama al sacerdocio.

Hoy día 13 de Junio de 2015 esa llamada de Dios se ha consumado en la persona de nuestro querido amigo ANTONIO FERNÁNDEZ ALBARRÁN, (Tony para nosotros sus amigos). En una bonita Ceremonia celebrada en la Catedral de Huelva y ante la presencia del Sr. Obispo D. José Vilaplana, ha tenido lugar dicha ordenación sacerdotal por la que La Palma del Condado tiene la suerte de contar, desde ahora, con un nuevo Sacerdote palmerino.

En la Liturgia católica, el Orden se confiere por medio de la imposición de manos, que es el signo del sacramento. Dicha imposición es acompañada de la oración del Obispo ordenante, llamada también oración consecratoria. En ella se pide al Espíritu Santo que confiera a los candidatos el sacramento del Orden sacerdotal en el grado correspondiente (diaconado, presbiterado o episcopado). A estos ritos esenciales se le han añadido otros ritos, entre los que se pueden destacar la entrega de instrumentos (traditio instrumentorum) o la postración.

Mediante este sacramento se invita al clérigo a proclamar el evangelio, a celebrar los divinos misterios y a guiar al pueblo de Dios. Día grande, por tanto, para la Iglesia de La Palma, que cuenta desde ahora con un nuevo Sacerdote al servicio de todos… Enhorabuena a él y a su familia y bienvenido sea al seno de la Iglesia… Que Dios lo bendiga y lo guíe en su labor de apostolado…


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JOLABE
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