miércoles, 10 de septiembre de 2014

EL DECÁLOGO O LOS DIEZ MANDAMIENTOS

El Señor llegó a pronunciar las siguientes palabras: "Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de Egipto, el que te liberó de la esclavitud"...

AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS; por tanto no debemos tener como Dios a ninguna de las cosas de este mundo. "Escrito está: adorarás al Señor tu Dios" (Lc.4,8). Sólo el Señor es Dios propio, "nuestro Dios" y es un Dios muy celoso.

NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO O EN FALSO. Porque el nombre de Dios es sagrado y no debe ser profanado. "No juren, ni por el cielo, ni por la tierra,ni con ningún tipo de juramento. Que su sí, sea sí y el no, no" (Santiago 5,12). En falso, es decir, para probar algo falso, para querer dar consistencia con el nombre de Dios a algo que no la tiene. El nombre de Dios es para la bendición, para autorizar la verdad y nunca usado para la mentira.

SANTIFICARÁS LAS FIESTAS: El Domingo. La santificación no es una acción de culto simplemente, sino de descanso y dedicado al Señor nuestro Dios. Es para que santifiquemos en comunión con nuestra familia y en común unión con Dios a través de la Eucaristía (Lc. 22, 18-20).

HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE. Honrar incluye también sustentar, mantener, si es necesario. Dios quiere que, después de honrarlo a él, honremos a nuestros padres, a los que Dios reviste de autoridad para nuestro bien. Los hijos deben a sus padres respeto, gratitud, justa obediencia y ayuda. El respeto filial favorece la armonía de toda la vida familiar. "Hijos, obedezcan en todo a sus padres..." (Colosenses 3, 20). "Padres, no irriten a sus hijos con cargas tan pesadas..." (Efesios 6,4).

NO MATARÁS. Ni con la mirada de desprecio,ni con la palabra ofensiva y menos con el aborto, porque toda vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte, es sagrada. "El que dice: Yo amo a Dios, y odia a su hermano, es un mentiroso" (1 Juan 4,20).