lunes, 30 de marzo de 2015

SACRAMENTO DE LA PENITENCIA


MIÉRCOLES 01 DE ABRIL 2015 A LAS 20:30 H. 
CELEBRACIÓN PENITENCIAL 
EN LA IGLESIA PARROQUIAL. 

CINCO PASOS DE LA BUENA CONFESIÓN


EXAMEN DE LA CONCIENCIA


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EXAMEN DE LA CONCIENCIA PARA LA CUARESMA

Oración antes del examen 
Señor mío y Dios mío, que investigas los corazones y conoces las conciencias de los hombres: dame la gracia de examinar sinceramente mis pecados y de comprender sumalicia. Haz que los confiese bien y me enmiende de ellos, para que merezca tu perdón y tu gracia en esta vida, y después la gloria eterna. Amén.



Nota: 
La Iglesia nos propone cinco pasos a seguir para hacer una buena confesión y aprovechar así al máximo las gracias de este maravilloso sacramento. 
Para que un pecado sea grave hace falta:
1º que la cosa sea grave, en sí o en sus circunstancias, o yo la tenga por grave, aunque de suyo no lo sea;
2º que al hacerla yo sepa que es grave;
3º que quiera hacer lo que sé que es grave.
Si falta alguna de estas condiciones, el pecado no será grave.
Un pecado objetivamente grave puede dejar de serlo por alguna circunstancia atenuante.
En este examen para la confesión pondremos en negrita las preguntas que supongan materia grave. Cuando la gravedad varía según las circunstancias, no va en negrita.

CINCO PASOS DE LA BUENA CONFESIÓN

Estos pasos expresan simplemente un camino hacia la conversión.
La Iglesia nos propone cinco pasos a seguir para hacer una buena confesión y aprovechar así al máximo las gracias de este maravilloso sacramento.
Estos pasos expresan simplemente un camino hacia la conversión, que va desde el análisis de nuestros actos, hasta la acción que demuestra el cambio que se ha realizado en nosotros.
1. Examen de Conciencia. Ponernos ante Dios que nos ama y quiere ayudarnos. Analizar nuestra vida y abrir nuestro corazón sin engaños. Puedes ayudarte de una guía para hacerlo bien.
2. Arrepentimiento. Sentir un dolor verdadero de haber pecado porque hemos lastimado al que más nos quiere: Dios.
3. Propósito de no volver a pecar. Si verdaderamente amo, no puedo seguir lastimando al amado. De nada sirve confesarnos si no queremos mejorar. Podemos caer de nuevo por debilidad, pero lo importante es la lucha, no la caída.
4. Decir los pecados al confesor. El Sacerdote es un instrumento de Dios. Hagamos a un lado la “vergüenza” o el “orgullo” y abramos nuestra alma, seguros de que es Dios quien nos escucha.
5. Recibir la absolución y cumplir la penitencia. Es el momento más hermoso, pues recibimos el perdón de Dios. La penitencia es un acto sencillo que representa nuestra reparación por la falta que cometimos.