jueves, 17 de marzo de 2016

SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA Fiesta: 19 de marzo


San José, como nos lo narra el Evangelio, fue un hombre justo y fiel (Mateo 1,19) que Dios escogió para el cuidado la sagrada familia. Su linaje conecta a Jesús, el Rey Mesiánico, con los descendientes del Rey David. Es también llamado el Santo del silencio.

San José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús, tuvo la misión de guiar a la Sagrada Familia en su huida a Egipto a través del desierto y también de regreso. Pío IX lo declaró patrono de la Iglesia universal y Juan XXIII más tarde, incluyó su nombre en el Canon Romano.

El nombre de José es de origen hebreo y significa "Dios me ayuda", y eso si que se demostró ampliamente en la historia de Salvación. San José fue el esposo de María, el jefe de la sagrada familia en la que nació Jesús, el Hijo del altísimo, por obra y gracia del Espíritu Santo, y que dirigió la vida de ellos a través de las revelaciones que los ángeles del Señor le daban en sus sueños. San José llegó a convertirse en una especie de paternidad divina.


Ciertamente los Evangelios no nos cuentan mucho acerca de la vida de San José, pero no por eso quiere decir que estuvo ausente en la vida de Jesús y de María. Cuenta la tradición que San José estaba siempre al lado de Jesús y de María con mucha fe, en la que siempre actuó con obediencia, aceptando la voluntad de los planes de Dios. San José preparó la cuna en aquel pobre establo en la que nació Jesús, puso a salvo a su familia en Egipto cuando fue necesario, se preocupó y salió en busca de Jesús cuando desapareció y lo hallaron en el templo a sus doce años, estaba junto a él en su trabajo como carpintero, y junto con María le ayudó a crecer en sabiduría, edad y gracia.
Probablemente, justo antes de que el Hijo del hombre comenzara su vida pública, San José muere en paz un 19 de marzo según la tradición. Se dice que murió santamente en los brazos de Jesús. No es casualidad de que, durante siglos, se le venera como el patrono de la buena muerte.

José era descendiente de la casa de David y de sangre real, de un rostro y de vida noble. La vida lo llevó a hacer de artesano del país, terminando por trabajar específicamente de carpintero. Herramientas de trabajo para agricultores y pastores, muebles humildes y objetos hogareños como tazas, copas para los hogares pobres en la Galilea, seguramente fueron algunas de las cosas que habrán salido de su taller, frutos de la capacidad de unas manos ásperas y trabajadoras y de un gran corazón que ardía en preocupación por garantizar el sustento de su familia.

En el siglo IV, San Agustín, San Ambrosio y San Jerónimo hablan ya mucho de su virginidad, de su paternidad espiritual sobre Cristo y de su verdadero matrimonio con María, presentando a José como modelo de virtudes cristianas. 

Dice San Agustín: María pertenece a José y José a María, de modo que su matrimonio fue verdadero matrimonio, porque se han entregado el uno al otro. Pero ¿en qué sentido se han entregado? Ellos se han entregado mutuamente su virginidad y el derecho de conservársela el uno al otro. María tenía el derecho de conservar la virginidad de José y José tenía el derecho de custodiar la virginidad de María. Ninguno de los dos puede disponer y toda la fidelidad de este matrimonio consiste en conservar la virginidad.

Una antigua tradición muy hermosa cuenta que hubo un concurso entre los aspirantes a la mano de la joven María. Esa carrera fue ganada por San José. Todos los aspirantes colocaron un cayado en un círculo, y repentinamente, el cayado que había colocado San José, comenzó a florecer milagrosamente. Por eso, en la iconografía popular, San José es representado muchas veces con un cayado floreado.

San José no sólo es el patrón de los padres de familia como modelo sublime de la supervisión y de la providencia sino que también es el Patrón de la Iglesia universal, con solemnidad el 19 de marzo. También se le festeja en la litúrgica el 1º de mayo como el patrón de los artesanos y los trabajadores. Por tradición, es el protector no solo de los carpinteros y ebanistas, sino también de los sin techo.

Oración:
Glorioso Patriarca San José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi auxilio en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo, a fin de que tengan una feliz solución. Mi bienamado Padre, toda mi confianza está puesta en Ti. Que no se diga que te he invocado en vano y puesto que Tú puedes todo ante Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén.


Feliz onomástica para todos mis amigos/as de Internet que tengan por bendito nombre José, Josefa, María José… Que lo pasen muy feliz en unión de sus familias. 

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JOLABE