martes, 9 de febrero de 2016

MENSAJE DEL PAPA PARA LA CUARESMA 2016

«'Misericordia quiero y no sacrificio' (Mt 9,13).
Las obras de misericordia en el camino jubilar»

1. María, icono de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada
En la Bula de convocación del Jubileo invité a que «la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios» (Misericordiae vultus, 17). Con la invitación a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la iniciativa «24 horas para el Señor» quise hacer hincapié en la primacía de la escucha orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética. La misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano está llamado a experimentar en primera persona ese anuncio. Por eso, en el tiempo de la Cuaresma enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que sean para todos un signo concreto de la cercanía y del perdón de Dios.
María, después de haber acogido la Buena Noticia que le dirige el arcángel Gabriel, María canta proféticamente en el Magnificat la misericordia con la que Dios la ha elegido. La Virgen de Nazaret, prometida con José, se convierte así en el icono perfecto de la Iglesia que evangeliza, porque fue y sigue siendo evangelizada por obra del Espíritu Santo, que hizo fecundo su vientre virginal. En la tradición profética, en su etimología, la misericordia está estrechamente vinculada, precisamente con las entrañas maternas (rahamim) y con una bondad generosa, fiel y compasiva (hesed) que se tiene en el seno de las relaciones conyugales y parentales.

AÑO LITÚRGICO DE LA IGLESIA V - CUARESMA

La cuaresma es un tiempo de preparación para la Pascua, la fiesta más grande de la Iglesia. Durante la Cuaresma se nos pide centrarnos en cambiar nuestras vidas por medio de la oración, la penitencia, el amor y la limosna. Esto nos ayuda a tratar de ser más como Cristo en su amor por Dios y por los demás. También es tiempo cuando los catecúmenos, con el apoyo y la oración de la comunidad parroquial, completan su preparación para celebrar los sacramentos de iniciación.
Las figuras en las lecturas de este tiempo son Jesús, los discípulos y los profetas. Los elementos penitenciales y bautismales son prominentes en las selecciones bíblicas.
El tiempo de Cuaresma se inicia el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo con el inicio de la Misa de la cena del Señor. Desde el tiempo de la primera Iglesia, los cuarenta días de Cuaresma se cuentan desde el primer domingo de Cuaresma hasta el Jueves Santo.