lunes, 15 de agosto de 2016

NUESTRA SEÑORA DEL VALLE EN EL DÍA DE SU ASUNCIÓN A LOS CIELOS

Han pasado ya seis años desde que, una noche agosteña del año 2010, tuve la dicha de pronunciar el XXX Pregón a María Santísima del Valle, nuestra Reina y Señora de La Palma. Sirva este extracto del mismo como homenaje a algunos de los hombres que trabajaron conmigo en el servicio a nuestra Madre del Valle…
…”Fiel y puntual  y, como mandan nuestras costumbres, cada año por estas fechas La Palma del Condado, nuestro querido pueblo, tiene una cita con su tradición centenaria y su devoción patronal. María Santísima del Valle, Madre y Patrona de todos los palmerinos, nos abre una vez más sus brazos amorosos y nos recuerda que debemos renovar ese añejo y solemne voto secular que conmemora el agradecimiento de un pueblo a la que un día supo interceder ante Dios Padre por nosotros sus hijos, y a la sigue realizando su papel de mediadora siempre que se lo pedimos con fe.
Nosotros, sus hijos, no olvidamos esta cita anual con Ella, con nuestra Madre y Señora. Agosto se abre ante nosotros con toda la fuerza de la Fe, una vez más, para que podamos acercarnos a Ella, para que participemos de sus cultos y la acompañemos en su peregrinación por las calles de su pueblo, repartiendo gracias y bendiciones.
La elaboración de este Pregón del Valle, me ha hecho desempolvar antiguos papeles y agendas, guardados desde mi paso por esta Hermandad, a la que estuve vinculado, en cargos directivos, durante 16 años de mi vida. Ha supuesto para mí nuevas, renovadas y profundas satisfacciones espirituales…Y mi deseo de que esos nuevos aires frescos nos traigan la Flor del Valle, la tierra recién regada…
Mis recuerdos vuelan y se remontan a una mañana de primavera del año 1985, en la que estaba yo en el patio de recreo del Colegio, donde durante tantos años ejercí como Maestro, en una dilatada etapa de mi vida dedicada a la noble tarea  de la enseñanza de muchas promociones de niños y niñas, y a la que dediqué tantos años de mi vida como profesional de la enseñanza, a la que llegué por vocación auténtica.
Estaba yo en el patio – como decía - cuando se me acercaron dos personas dispuestas a dialogar conmigo, de algo de lo que yo no tenía ni idea. Mi amigo y compañero José María Dabrio, me presentó a un muchacho joven, al que yo sólo conocía de lejos, y que venía a hacerme una proposición: Se trataba de mi amigo Curro Espinosa, que iba a encabezar una Candidatura a la Junta de Gobierno de nuestra querida Patrona y necesitaba de mis servicios y colaboración.
Yo le mostré mi desconocimiento en esas lides y él me animó a que fuera un miembro de su nueva Junta de Gobierno. Así, de este modo comenzaron mis andanzas en el seno de esta Hermandad de Ntra. Sra. del Valle y mi vinculación a la misma de la que, hasta entonces, sólo era hermano.
Tuve la oportunidad de dedicarle 16 años de mi vida a una Hermandad que tantas satisfacciones me ha dado. Primero, estuve 8 años como Secretario, desde el año 1985 hasta 1993, y luego, otros 8 años como Presidente de la Hermandad Patronal, desde 1993 hasta el año 2001.
Mis recuerdos vuelan hacia aquellos años en los que compartí la amistad y el cariño de tantas personas que trabajaban por el engrandecer y divulgar la devoción y el culto a Ntra. Sra. del Valle, Patrona y Madre de La Palma. ¡Cuánto aprendí en aquellos años, al lado de personas jóvenes y, sobre todo de mayores!, como Basilio Flores y Diego Cárdenas, que me fueron enseñando a querer a la Virgen desde una vertiente, para mí hasta entonces desconocida.
Yo sólo tenía las vivencias que me enseñaron mis padres, de amor y de respeto por la figura de la Virgen. La “Virgen de Agosto”, como la llamaba familiarmente mi padre, fue prendiendo en mí la llama de mi fe y me permitió, con los años, trabajar por y para Ella, en el engrandecimiento de su patrimonio, en la extensión de su devoción, en la mejora de sus cultos y, en definitiva, me permitió hacer llegar la devoción de la Virgen a todos los hogares de La Palma, mediante la confección de Revistas Patronales y de Hojitas Informativas “VALLE”, que llevaban el calor y las inquietudes de la Hermandad a todos los rincones de nuestro pueblo.
Yo no pretendo exponerles  a Vds. una Memoria de mi paso por esta Hermandad, pero sí me van a permitir, en esta primera parte de mi Pregón, referirme a tantos momentos vividos en torno a unos trabajos, que nos permitieron ensanchar los horizontes de esta querida Hermandad, y mi recuerdo y agradecimiento a las personas que trabajaron codo a codo conmigo.
Mis primeros 8 años trabajé con Curro –como ya he dicho- , como Secretario. Eran los años finales de los 80 y primeros de los 90, y no había ordenadores. Todo se hacía a mano o a base de mecanografiar folios en aquellas viejas máquinas de escribir de esa época, y de emborronar clichés de multicopista para hacer llegar los escritos y las hojitas informativas a todo el pueblo.
En esa primera etapa, fui templando armas y formándome como directivo para mis futuras actuaciones en los destinos de la Hermandad. Aprendí y ayudé a lograr que se hiciera realidad la primera Casa-Hermandad de Nuestra Patrona. Aprendí a conocer cómo, de un proyecto que era una utopía entonces, se llegó a hacer realidad gracias al esfuerzo informativo y a la espléndida colaboración de nuestro pueblo con sus donativos. La Palma siempre es agradecida y responde a manos llenas, cuando se le informa y se le pide colaboración para una tarea de importancia, y ésta verdaderamente lo era, pues hasta entonces la Hermandad no tenía un lugar propio para celebrar sus Juntas y tenía diseminados sus Libros de Actas y de Contabilidad, además de sus archivos en casa particulares, pues no teníamos nada.
Poco a poco y con grandes esfuerzos se fue logrando y se consiguió levantar la Casa-Hermandad primera, en los terrenos que ocupaba hasta entonces el antiguo lagar de la Bodega de la familia Gordillo, que donó dichos terrenos escriturados para la construcción de aquel viejo sueño. 
Por fin, y tras varios años de trabajos, se pudo inaugurar el 13 de Agosto de 1988 la Casa-Hermandad, lo que nos permitía poder celebrar reuniones de trabajo, Juntas e impartir Catequesis en los Salones de aquella Casa que la familia Gordillo tuvo a bien poner en nuestras manos. Recuerdo la figura de la tía Pepa Mª Gordillo, que  tanto empeño puso en ese proyecto, que se hizo realidad gracias a la generosidad de una familia y de un pueblo que colaboró en los trabajos.
En esa primera etapa, es decir, los 8 primeros años de mi paso por la Hermandad, se trabajó por seguir conservando y engrandeciendo nuestras tradiciones y extendiendo el culto y la devoción a la Virgen del Valle por todo nuestro pueblo y por su entorno.
Recuerdo a aquellos hombres que lo hicieron posible, tales como Curro Espinosa, Basilio Flores, Diego Cárdenas, José Mª Dabrio, Eulogio Baeza, Manolo Calero, Pablo Calvo, Rafael Lepe, Francisco Cárdenas, Diego Muñoz, Antonio Manuel Pinto, los hermanos Pedro y Juan Manuel Bueno, los hermanos Pedro y Antonio Félix, con Rosario Gordillo como Camarista de la Virgen.
Aquella Junta de Gobierno queda en los anales de la Historia de esta Hermandad como la promotora y constructora de la primera Casa-Hermandad de la Virgen del Valle en la calle Bodegas.
Luego vino mi segunda época en la Hermandad del Valle. Mis compañeros de Junta me convencieron y pude formar una nueva Candidatura a Junta de Gobierno, que encabecé como Presidente en Septiembre de 1993, y que llegaría a realizar su labor desde 1993 hasta el año 2001, en que dejé los destinos de la Hermandad.
En esta segunda época, se promovieron y realizaron otros proyectos de la Hermandad no menos importantes. Conseguí formar, en el seno de la Hermandad, unas Comisiones de Trabajo, a saber: Economía y Relaciones Sociales, Patrimonio de la Hermandad y Mantenimiento y Cultos, Festejos y Publicaciones. Cada una tenía un cometido y trabajaban con autonomía, para luego rendir cuentas de sus trabajos en Junta. Así, desde Contabilidad, Presupuestos, Proyectos, Relaciones con la Parroquia y Obispado, Ayudas sociales, Fomento de los Sacramentos y Evangelización, etc.
Se atacó primero la remodelación del paso antiguo de la Virgen, y luego la construcción de un paso procesional nuevo. Actos culturales, Conferencias, Pregones, Revista y hojas Informativas, etc. etc. fueron conformando parte de la labor realizada. Las magníficas relaciones con nuestros Ayuntamientos de entonces fueron facilitando el desenvolvimiento de dichas Comisiones de trabajo en beneficio de la Hermandad y de la conservación de su Patrimonio y ampliación del mismo.
El paso procesional de la Virgen que nos encontramos, recordamos todos, primero salía a hombros. Era un paso pequeño, casi cuadrado y en mal estado de conservación. La gente ya no podía con el paso y veíamos que, en cualquier momento, nos podíamos quedar en la calle con el paso roto.
En 1993/94, decidimos en Junta, primero reformar el paso y agrandarlo. Nos fuimos a los talleres de D. Ángel de la Feria, quien nos hizo una parihuela rectangular y nos arregló los candelabros y respiraderos antiguos y la peana de la Virgen, que estaba resquebrajada y en mal estado.
En 1996, no nos convinieron sus trabajos y nos fuimos a los talleres de D. Manuel Guzmán Bejarano, uno de los mejores talleres de Sevilla y con mayor experiencia y maestría. La financiación conllevaba la organización de Festivales en el Parque, Desfile de Modelos de aquella época, Rifas, Organización de Partidos de Fútbol entre el Sevilla y La Palma, etc. amén de Conferencias, Exposiciones de Mantos y Enseres, etc.etc.
Se llegó a la cuadrilla de costaleros de la Virgen, puesto que estábamos convencidos de que era imposible sacar a la Virgen el 15 de Agosto a hombros, y se eliminó la idea de aligerar el peso del paso.
En 1996, nuestras relaciones cordiales con el Ayuntamiento, dieron como fruto la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad para la Virgen del Valle, que le fue impuesta en un acto multitudinario en el pórtico de la Iglesia, la mañana del 8 de Septiembre de 1996. Más tarde, se formó una comisión para solicitar oficialmente el Patronazgo Canónico ante el Obispado de Huelva y la Santa Sede.
Los policías nacionales y guardias civiles nacidos en La Palma le entregaron también su Medalla de Oro en un acto entrañable. Se completaron, en 1997, los respiraderos nuevos, sin dorar. En 1998, se doraron los mismos por parte de D. Serafín Jiménez y se realizaron diferentes trabajos de los orfebres sevillanos Hnos. Fernández.
El 25 de Febrero de 1999, juntamente con el Sr. Alcalde D. Juan Carlos Lagares y el Párroco de esa época y Director Espiritual de la Hermandad, el recordado D. Gregorio Arroyo, que tanto disfrutaba de las Fiestas Patronales en Agosto,  fue una Comisión de nuestra Junta de Gobierno a visitar al Sr. Obispo para tratar de la Coronación de Ntra. Sra. del Valle. La petición fue denegada por parte del Sr. Obispo de Huelva, por aquellos años, por motivos que no comprendimos entonces, pero que aceptamos con resignación cristiana.
En un principio, se abrieron unos turnos rotativos de capataces y cuadrillas de costaleros de las diferentes Hermandades de La Palma. Manolo Lepe dejó vacante su puesto de Capataz de la Virgen a petición propia y se llamaron a los actuales capataces del paso Manuel y Juan Robledo. A todos ellos mi más sincero agradecimiento por los servicios prestados en la procesión del 15 de Agosto y en los traslados patronales. Logramos informatizar la Hermandad, modernizando su oficina. Y limpiábamos y fregábamos el suelo de la Casa Hermandad. (Recordar la anécdota de la fregona y la espuma que llegó hasta la esquina).
Y, por fin, el 29 de Diciembre de 1999, la Congregación del Culto Divino y de la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano en Roma, comunica a esta Hermandad, a través del Sr. Obispo de Huelva, la concesión del Patronazgo Canónico de Ntra. Sra. del Valle como Patrona ante Dios de La Ciudad de La Palma del Condado.
En el año 2000, se confeccionó la nueva peana para el paso procesional de la Virgen y en el año 2001 se confeccionaron los candelabros nuevos del paso y el dorado de la peana y respiraderos que hoy día luce, en todo su esplendor, Ntra. Sra. del Valle en sus Fiestas Patronales.
En ese mismo año, se celebraron elecciones para la formación de una nueva Junta de Gobierno de la Hermandad, y dejé en manos de gente nueva los destinos de una Hermandad que tantas satisfacciones me dio y de la que tan orgulloso me siento, al igual que mi familia, mi mujer y mis hijas, a las que reconozco  el tiempo que les privé de mi compañía y de algunas vacaciones familiares, por entregarme a esta Hermandad y a las que pido perdón por tales motivos.
Mis recuerdos de esta segunda época como Presidente vuelan hacia esos hombres y mujeres que tanto me ayudaron para llevar adelante el peso de nuestra Hermandad y la devoción a la Stma. Virgen. Ellos fueron y son, pues muchos de ellos están aquí esta noche: Los hermanos Antonio y Pedro Félix, José Mª Márquez, los hermanos Eulogio y Antonio Baeza (mi mano derecha siempre), el recordado Diego Muñoz, Fernando Bernabé, Antonio Manuel Pinto, los hermanos Manolo y Fco. Cárdenas, Manolo Calero, Andrés Flores, Francisco Navarro y Manoli, Guillermo López, Diego Cárdenas.  María Ligero, Antonia Sánchez, Mariquita Pinto, Mª. Carmen Pinto y Rosario Gordillo, la Camarista de la Virgen, que encabezaron una lista de mujeres que tanto hicieron por la Hermandad y que muchas de las cuales siguen vinculadas a la misma.
¡AVE MARÍA!
Eres la maravilla
que aproxima a mi ser rumor de cielo,
asomado a tu orilla
acallo mi desvelo
y agita mi raíz afán de vuelo.

Habita en ti la luz
y coronan tu frente doce estrellas,
manantial de virtud,
más bella entre las bellas,
me elevas a la gloria por tus huellas.

En tu sereno asilo
hay zumo de cipreses y azucenas,
tu pleamar tranquilo
ahoga viejas penas
y alumbra la esperanza en las patenas.

Por tu fe fui salvado,
tu corazón se abrió a la profecía,
la semilla granada,
que en tu seno latía,
rasgó el velo de la sabiduría.

Criatura amantísima,
está prendado el Rey de tu bondad,
fuente generosísima,
laurel de caridad,
aboga por mi paz y libertad.

Eres arco en la nube,
escala de Jacob, potentes alas,
contigo mi alma sube,
ornada con tus galas,
hacia el vergel que amante me señalas.

Alumbras mi alborada,
Virgen clemente, Valle y Madre mía,
con tu abrazo amparado
vivo en tu cercanía
y canta mi interior: ¡Ave María!

·       Para todos/as ellos/as, mi reconocimiento y mi gratitud eterna…

¡VIVA LA VIRGEN DEL VALLE!”…

---oOo---

(De mi XXX Pregón del Valle, 7 de Agosto del año 2010)

José Lagares Bellerín: ..."Yo tenía un proyecto, en aquellos años, que no pude cumplir: Publicar un Libro con todos los Pregones del Valle... Desde aquí lanzo la idea a la nueva Directiva, por si se animan y los publican... En los archivos de la Hdad. hay copias de muchos Pregones... 
Adelante con nuestras tradiciones y a poner manos a la obra"...

JOLABE