domingo, 22 de abril de 2018

PRIMERAS COMUNIONES 2018 EN LA PALMA DEL CONDADO


En nuestra Iglesia Parroquial de San Juan Bautista de La Palma del Condado se están celebrando, como cada año por estas fechas, las Primeras Comuniones de niños y niñas palmerinos/as.

Es primavera y época de Primeras Comuniones. ¿Pero sabéis porqué la Primera Comunión se celebra en esta época? Porque estamos aún en tiempo de Pascua. Tiempo que comenzó el  Domingo de Resurrección y continuará hasta Pentecostés. Y es precisamente la época más adecuada, según la iglesia católica, para celebrar este rito.

La tradición de recibir la Primera Comunión, característica de la religión católica, pero también de algunas otras religiones, tiene su origen en el Concilio de Letrán de 1.215, que determinó que los menores de edad que tuvieran entre 12 y 14 años podían recibir este Sagrado Sacramento. Hasta el siglo IV, la Primera Comunión siempre se recibía cuando el adulto era bautizado. 


El día de la Primera Comunión, es un día muy especial y enormemente deseado pues se recibe en el corazón por vez primera a Dios. Y ésto, sencillamente, es suficiente para semejante alegría.

Cuando nosotros asistimos a esta ceremonia eclesiástica y sin apenas darnos cuenta, los recuerdos regresaron a nuestra mente y nos transportaron en la nostalgia hasta aquel florido y soleado día en que recibimos nuestra Primera Comunión, en el que recibimos ese mismo Sacramento. Aquellos tiempos eran distintos a los de ahora. Tiempos difíciles y economías familiares que no dejaban lugar para gastos “especiales”.

No obstante, lo que no nos cabe la menor duda, es que tanto los niños de entonces como los de ahora, habrán pedido al Niño Jesús que llevan dentro con la seguridad de que serán escuchados, que sus mayores sean más tolerantes, pacificadores y dialogantes. Y que ante todo y sobre todo se preocupen de dejarles un mundo mejor, en el que todos estemos unidos y viviendo en paz cediendo de sus derechos en beneficio de todos. 


Queridos papás, familiares y amigos: hoy es un día importante para todos vosotros, ya que por primera vez vuestros hijos/as van a recibir a Jesús en la Eucaristía. Jesús es siempre el mejor amigo de los niños y de todos los hombres, porque sabe escuchar y atender a nuestras necesidades, y porque se ofrece a todos en un trozo de pan y en un poco de vino, para alimentarnos y alegrarnos en nuestra vida. Nuestra presencia en esta Eucaristía queremos que sea de tal forma que aprendamos a vivir más y más unidos a Jesús, el Señor, no sólo hoy sino durante toda la vida. Por eso queremos pedirle también a la Virgen, nuestra Madre, que nos acompañe, que nos ayude siempre a encontrar a Jesús en cualquier circunstancia y a que crezcamos juntos en el amor a Dios y a los hombres.


Queridos niños: En este día vais a cumplir una promesa delante del Señor. El día de vuestro bautismo empezásteis a ser hijos de Dios. Érais tan pequeños que vuestros padres y padrinos en vuestro nombre prometieron que renunciábais al mal, al egoísmo y a la mentira y os entregábais a Jesucristo para siempre.


La Primera Comunión SI es una fiesta de importancia capital en el proceso de maduración y vivencia cristiana de nuestros niños. Jesús, que nos ha hecho el gran regalo de quedarse con nosotros en la Eucaristía y dársenos en comida: «Tomad y comed, eso es mi cuerpo. Tomad y bebed, ésta es mi sangre», llega al corazón y a la vida de nuestros niños. El anhelo y el gozo de los pequeños, alimentado durante los años de preparación y catequesis, se ve cumplido.

La Primera Comunión SI es el comienzo de una participación más plena y más constante en la Eucaristía de la comunidad. Desde este día, y acompañados por su familia, los niños que han comulgado deben acudir, todos los Domingos y otras fiestas, a recibir a Jesús, para crecer en la amistad con Él y para que no dejen de hacer el bien a los demás como lo hacía Jesús y como les ha dicho el Párroco en su Homilía.


La Primera Comunión SI es un momento oportuno para intensificar la vida de comunión y fraternidad en el corazón y en los comportamientos de nuestros niños. La participación en la mesa del altar, la comunión de todos de mismo y único pan, debe fortalecer nuestra condición de hermandad, de miembros de la misma familia. Comulgar a Jesús implica comulgar también con los demás, especialmente con los más pobres, para ayudarles y socorrerles en todo lo necesario.


Felicidades a todas las familias palmerinas que tienen hoy la dicha de celebrar con sus hijos/as la Primera Comunión. Que Dios les bendiga a todos/as.


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JOLABE