domingo, 29 de noviembre de 2020

ADVIENTO PARA NIÑOS


 ADVIENTO EN NUESTRAS VIDAS

Todos estamos de acuerdo en que esta Navidad va a ser muy diferente a las que ya hemos vivido en otros años. Por lo tanto, tenemos que prepararnos para el nacimiento de Jesús también de manera diferente. Es por ello que hemos escrito este sobre Adviento para niños.
Pero, ¿cómo explicarle a los niños qué es el Adviento?
El Adviento es el tiempo que nos propone la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta del nacimiento de Jesús, hecho niño, por amor a todos nosotros. Y su amor no tiene ni principio ni fin, es para siempre. ¡Es de lo más emocionante!
El Adviento sólo dura 4 domingos, y los tenemos que aprovechar muy bien. Si en su casa tienen la linda costumbre de la Corona de Adviento, no pierdan la oportunidad de celebrar así estos cuatro domingos.

Durante estos días de Adviento, no solo los domingos,
debemos trabajar dentro de nosotros mismos, para ser mejores personas e hijos de Dios, haciendo un gran espacio para el Niño Dios. Y para ello, debemos vivir el silencio interior, esperando con gozosa alegría el nacimiento de Jesús.
¿Qué es eso de vivir el silencio interior?
Rezar con el corazón para escuchar a Dios, es mantener el silencio interior. ¡Sólo ahí podremos escuchar al Señor! Por eso aprovechemos para rezar, por ejemplo, un misterio del Rosario en familia, y acabando de rezar, que cada uno guarde unos minutitos para hablar con Jesús.
Inténtenlo con sus propias palabras, y verán que Él responde. Es como hablar con un “amigo secreto” al que nadie puede ver, pero que uno bien sabe que existe. ¡Y con el “amigo secreto” se puede hablar de todo: nuestras alegrías e ilusiones, nuestras tristezas y preocupaciones, nuestras necesidades y nuestros miedos! Y si le damos las gracias, Jesús, el mejor “amigo secreto” se pondrá feliz.
Podemos hablar con Él todo el tiempo que queramos, porque Él nunca está ocupado para nosotros. Además, este Adviento se da en un año de necesidades, carencias, pérdidas y oportunidades. Vamos a vivirlo con acciones concretas que nos ayuden a esperar con esperanza y fe, la llegada de Jesús. Como dicen por ahí: Obras son amores.

Actividades para vivir el Adviento
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Para realizar acciones concretas en el Adviento, los niños deben estar en contacto con su “amigo secreto: Jesús”. Él les dará muchas sugerencias para hacer felices a los demás. Porque vamos a expresar nuestra espera tratando de mirar a Jesús en nuestros familiares, amigos, vecinos, enfermos, desempleados, encarcelados, próximos o lejanos. Aquí te proponemos algunas sugerencias.
-Vamos a rezar por todos, pero en silencio, sin que nadie nos diga qué o cómo tenemos que rezar. Es un secreto entre Jesús y yo.
-Vamos a tener detalles tan sencillos como dejarle una notita a otra persona, deseándole cosas buenas, o un “te quiero” o un “perdóname” pero sin que sepa que eres tú. ¡Todo es en secreto!
-Vamos a poner el Nacimiento con mucho detalle, pensando lo que sienten cada uno de los personajes que en él están. ¡Esto sí lo podemos platicar, porque es una forma de meditación familiar!
-Si no tenemos un Nacimiento, ¡no importa! Estamos a tiempo de elaborar uno con plastilina, con masa de galletas, con cartón, ¡hasta con cacahuates! Hay que dejar volar la imaginación. Y mientras lo elaboramos, seguimos platicando con Jesús y de Jesús. Esto es lo importante.
-Tratemos de poner nuestro Nacimiento suponiendo que Jesús viene este año, en medio de la pandemia, de las inundaciones y de todos los sufrimientos del mundo actual. ¡No nos olvidemos de ponerle mascarillas a todos los personajes! ¡Y alguna lanchita para ayudar a que otros no se ahoguen! ¡Y no olvidemos el jabón y el gel!
-¿Qué nos diría Jesús? ¿Qué nos pediría que hiciéramos por nuestros hermanos que la están pasando mal? Este es el momento de sacar algo de lo nuestro que podemos obsequiar a los que nada tienen. ¡Buenísimo, no tenemos que salir de casa! Pero si podemos juntarlo para repartir en cuanto se pueda.

-Es época de hacer pequeños regalos de uno mismo: vencer el egoísmo, el orgullo, la indiferencia, la pereza. Nuestro “amigo secreto” nos dirá en nuestro corazón lo que quiere que hagamos ese día. Pero acuérdense de platicar con Él todos los días y a cualquier hora, para poderlo escuchar de corazón a corazón.
-Agradecer a Jesús, “Nuestro Amigo Secreto”, todo lo que nos ha dado: la fe, el Bautismo, la Eucaristía, las cosas materiales, la salud y la enfermedad, la tecnología, la medicina, los doctores, las enfermeras, el personal de intendencia de los hospitales, las personas que nos dan buen ejemplo, y todo lo que quieras añadir, porque todo es para el bien de los que aman a Dios.

Si intentamos vivir el Adviento de esta manera, ¡será el mejor Adviento de nuestra vida, a pesar de todos los pesares! Y el día de Navidad recibiremos a Jesús, al que hemos esperado con tanta ilusión, y descubriremos que efectivamente ¡Jesús es nuestro verdadero amigo secreto! Cantaremos un hermoso villancico, porque ha nacido Jesús.
¡Feliz y profundo Adviento para todos!

(Pág. consultada: Escuela para padres desde la fe)

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JOSÉ LAGARES