Señor Jesucristo,
Tú eres el Buen Pastor,
y nunca dejas de cuidar tu rebaño.
Tú diste tu vida para que nosotros viviéramos,
y nombras pastores según tu corazón
para conducir a tu pueblo con la palabra y con el ejemplo
para que del mismo modo, se den a sí mismos en amor.
Te damos gracias por el ministerio del Papa Benedicto XVI,
Y por su servicio a la Iglesia y al mundo.
Te pedimos que ahora le des un tiempo fecundo
de descanso y oración de gratitud y alabanza.
Te pedimos, Señor Jesús, con el Padre,
que envíes el Espíritu Santo a la Iglesia una vez más.
En particular, guía a los Cardenales que en breve ejercerán
El deber y el privilegio de elegir a un nuevo Papa.
Guía sus deliberaciones y decisiones
con sabiduría divina e intuición.
Incluso ahora, Señor Jesús, da al nuevo Papa,
A quien ya has elegido,
abundancia de santidad y fortaleza,
para llevar a cabo la misión que le tienes encomendada.
Que tu Palabra tenga un reinado supremo en su vida,
y que todas sus palabras y acciones dirijan la Iglesia hacia Ti,
supremo y eterno Pastor,
y único mediador entre Dios y la humanidad,
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Tú eres el Buen Pastor,
y nunca dejas de cuidar tu rebaño.
Tú diste tu vida para que nosotros viviéramos,
y nombras pastores según tu corazón
para conducir a tu pueblo con la palabra y con el ejemplo
para que del mismo modo, se den a sí mismos en amor.
Te damos gracias por el ministerio del Papa Benedicto XVI,
Y por su servicio a la Iglesia y al mundo.
Te pedimos que ahora le des un tiempo fecundo
de descanso y oración de gratitud y alabanza.
Te pedimos, Señor Jesús, con el Padre,
que envíes el Espíritu Santo a la Iglesia una vez más.
En particular, guía a los Cardenales que en breve ejercerán
El deber y el privilegio de elegir a un nuevo Papa.
Guía sus deliberaciones y decisiones
con sabiduría divina e intuición.
Incluso ahora, Señor Jesús, da al nuevo Papa,
A quien ya has elegido,
abundancia de santidad y fortaleza,
para llevar a cabo la misión que le tienes encomendada.
Que tu Palabra tenga un reinado supremo en su vida,
y que todas sus palabras y acciones dirijan la Iglesia hacia Ti,
supremo y eterno Pastor,
y único mediador entre Dios y la humanidad,
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.