sábado, 31 de octubre de 2020

ACTUALIZACIÓN DE LAS MEDIDAS PARA LA CONTENCIÓN Y PREVENCIÓN DEL CONTAGIO DE LA COVID-19 EN LA DIÓCESIS DE HUELVA

NOTICIA DE INTERÉS PARA TODOS:
Nos ha llegado la siguiente información, por parte del Sr. Vicario General de la Diócesis de Huelva, referente a las medidas a adoptar para la prevención del contagio de esta pandemia que nos asola. 
Pasamos a su publicación para su obligado cumplimiento:

Actualización de las medidas para la contención y prevención del contagio de la Covid-19 en la Diócesis de Huelva

Publicado el 30 octubre, 2020 por Prensa

Ante el nuevo decreto de estado de alarma promulgado por Real Decreto 926/2020, de 25 de octubre, y la Orden de la Consejería de Salud y Familia de la Junta de Andalucía de 29 de octubre de 2020, por la que se establecen los niveles de alerta sanitaria y se adoptan medidas temporales y excepcionales por razón de salud pública en Andalucía para la contención de la COVID-19, actualizamos las disposiciones dadas por la Vicaría General de la Diócesis de Huelva el pasado 7 de mayo de 2020.

1.      En primer lugar, recordamos que, como miembros de la Iglesia y ciudadanos de una sociedad víctima de una grave crisis sanitaria, debemos ser responsables en la contención de la propagación de la Covid-19 y en la lucha con todos los que se esfuerzan por superar la actual situación. Apelamos, por tanto, a la responsabilidad y al sentido común en la aplicación de estas medidas, así como a mantenerse informados en todo momento sobre las nuevas disposiciones de la Junta de Andalucía en esta materia.

2.      Medidas Generales.

Siguen vigentes, en todas las parroquias y santuarios de la Diócesis de Huelva, las siguientes medidas:

a)      Se aconseja a las personas mayores de 65 años, enfermas o en situación de riesgo no participar de celebraciones, reuniones u otros actos religiosos.

b)      Es obligatorio el uso de mascarilla con carácter general en todos los espacios y actividades de la Iglesia, así como la distancia de seguridad mínima de 2 m. Recomendamos que se marquen en los bancos los asientos que puedan ocuparse.

c)      Las pilas de agua bendita continuarán vacías.

d)      En la entrada de los templos debe colocarse visiblemente un cartel con el aforo permitido según el porcentaje que establezca el nivel de alerta sanitaria.

e)      Las puertas de las iglesias se mantendrán abiertas a la entrada y a la salida de las celebraciones, asegurando el tránsito a la hora de entrar y salir que deberá realizarse de forma ordenada.

f)       Se recomienda mantener un solo cantor o algunas voces individuales y algún instrumento y no distribuir hoja de cantos ni pliegos con las lecturas o cualquier otro objeto o papel.

g)      Durante la celebración de la liturgia, se mantienen las medidas de seguridad con respecto a la manipulación de los vasos sagrados, a la desinfección previa al canon de la misa y a la distribución de la comunión y el saludo de paz.

h)      Se recomienda una desinfección continua del templo, bancos, objetos litúrgicos, etc.

i)        Toda celebración y actividad pastoral deberá realizarse fuera del horario de toque de queda, teniendo en cuenta el tiempo de desplazamiento.

3.      Según los niveles de alerta sanitaria.

La Junta de Andalucía ha establecido niveles de alerta sanitaria para la gestión de esta crisis que se aplican, en función de la evolución de los indicadores de riesgo determinados por la autoridad sanitaria, en los distintos distritos sanitarios.

Puesto que la provincia de Huelva cuenta con tres distritos sanitarios (Huelva-Costa, Condado-Campiña y Sierra de Huelva-Andévalo Central), teniendo en cuenta que esta distribución no coincide con la organización arcipreste de la Diócesis de Huelva, cada parroquia deberá atender al nivel en el que se encuentre el distrito sanitario al que pertenece.

a)      Participación en funerales y comitiva para el enterramiento o cremación:

La participación en funeral o comitiva para el enterramiento o cremación de la persona fallecida se restringe a: en nivel 2 un máximo de 25 personas, entre familiares y allegados, sin contar con el ministro de culto; en nivel 3 un máximo de 20 personas; y en nivel 4 un máximo de 15 personas.

b)      Celebraciones religiosas:

En el nivel 2 y 3, las celebraciones no podrán exceder de un aforo máximo del 50%, siempre y cuando sea posible mantener la distancia interpersonal de 2 m. Este aforo se reduce al 30 % en el nivel 4. El número de personas permitidas deberá publicarse visiblemente en la entrada del templo.

c)      Otras actividades:

En cuanto a la actividad catequética, síganse las indicaciones del Protocolo Diocesano de Catequesis elaborado por la Delegación Diocesana para la Catequesis.

Puesto que el Real Decreto 926/2020, de 25 de octubre (en su artículo 7, parágrafo 4), excluye la limitación de seis personas (establecida como máximo en el parágrafo 1) para la actividad laboral o institucional, entendemos que las reuniones formativas y catequéticas no están incluidas en esa limitación. No obstante, debe respetarse en todo momento el uso de mascarilla, higiene de manos y distancia de seguridad.

Francisco Echevarría Serrano,
vicario general de la Diócesis de Huelva.

Huelva a 30 de octubre de 2020.

 


SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS Y CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS AÑO 2020


Solemnidad de Todos los Santos (1 de noviembre) y DE los fieles difuntos (2 de noviembre)

Para comprender el significado de la Solemnidad de Todos los Santos y la Conmemoración de los Difuntos, hay que saber que existen tres estados en la Iglesia:

1- La iglesia peregrina en la tierra. En ella estamos nosotros hasta el día de nuestra muerte.

2- La iglesia purgante (en el purgatorio), la componen los difuntos que necesitan aún purificación antes de entrar en el Cielo. Por ellos oramos el Día de los Difuntos, el 2 de Noviembre, para que pronto vayan al cielo. 

3- La iglesia triunfante, ya glorificada en el cielo. A ellos, los Santos, les honramos el 1 de Noviembre.

La Solemnidad de Todos los Santos como la Conmemoración de los Difuntos, son dos celebraciones que recogen en sí, de un modo especial, la fe en la la vida eterna. Y aunque estos dos días nos ponen delante de los ojos lo ineludible de la muerte, dan, al mismo tiempo, un testimonio de la vida.

El hombre, que según la ley de la naturaleza está "condenado a la muerte", que vive con la perspectiva de la destrucción de su cuerpo, vive, al mismo tiempo, con la mirada puesta en la vida futura y como llamado a la gloria.

La Solemnidad de Todos los Santos pone ante los ojos de nuestra fe a todos aquellos que han alcanzado la plenitud de su llamada a la unión con Dios. El día que conmemora los Difuntos hace converger nuestros pensamientos hacia aquellos que, dejado este mundo, esperan alcanzar en la expiación la plenitud de amor que pide la unión con Dios.

Se trata de dos días grandes para la Iglesia que, de algún modo, "prolonga su vida" en sus santos y también en todos aquellos que por medio del servicio a la verdad y el amor se están preparando a esta vida.

Por esto la Iglesia, en los primeros días de noviembre, se une de modo particular a su Redentor que, por medio de su muerte y resurrección, nos ha introducido en la realidad misma de esta vida.

(Texto de S. Juan Pablo II)

Por los que amamos...

“No llores si me amas... Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo... Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos... Si por un instante pudieras contemplar como yo la belleza ante la cual las bellezas palidecen... Créeme. 

Cuando llegue el día que Dios ha fijado y conoce, y tu alma venga a este cielo en el que te ha precedido la mía... Ese día volverás a verme... Sentirás que te sigo amando, que te amé y encontrarás mi corazón con todas sus ternuras purificadas. Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, feliz... Ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo, que te llevaré de la mano por los senderos nuevos de luz y de vida. Enjuga tu llanto y no llores si me Amas”.

                                                                                          (Texto de San Agustín)

Oración del Papa Francisco por los difuntos

 Dios de infinita misericordia,
 confiamos a tu inmensa bondad
 a cuantos han dejado este mundo para la eternidad,
 donde tú esperas a toda la humanidad,
 redimida por la sangre preciosa de Jesucristo,
 muerto en rescate por nuestros pecados.

 No mires, Señor,
 tantas pobrezas, miserias y debilidades humanas
 con las que nos presentaremos ante el tribunal
 para ser juzgados para la felicidad o la condena.

 Míranos con la mirada piadosa
 que nace de la ternura de tu corazón,
 y ayúdanos a caminar en el camino de una completa purificación.

 Que ninguno de tus hijos se pierda en el fuego eterno,
 donde ya no puede haber arrepentimiento.

Te confiamos, Señor, las almas de nuestros seres queridos,
 y de las personas que han muerto sin el consuelo sacramental
 o no han tenido manera de arrepentirse
 ni siquiera al final de su vida.

 Que nadie tenga el temor de encontrarte
 después de la peregrinación terrenal,
 en la esperanza de ser acogidos
 en los brazos de la infinita misericordia.

 La hermana muerte corporal
 nos encuentre vigilantes en la oración
 y llenos de todo bien,
 recogido en nuestra breve o larga existencia.

 Señor, que nada nos aleje de ti en esta tierra,
 sino que en todo nos sostengas
 en el ardiente deseo de reposar serena y eternamente.
 Amén.

Frase de San Agustín

Una flor sobre su tumba se marchita.
Una lágrima sobre su recuerdo se evapora.
Una oración por su alma, la recibe Dios”.

(Página consultada, con nuestro agradecimiento: Web católico de Javier)

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JOSÉ LAGARES