miércoles, 23 de agosto de 2017

PATRIMONIO ARTÍSTICO RELIGIOSO DE LA PALMA DEL CONDADO

EL ÁBSIDE DEL ALTAR MAYOR DE NUESTRA PARROQUIA

La Iglesia Parroquial de San Juan  Bautista, de La Palma del Condado, importante monumento de estilo neoclásico, construido en la segunda mitad del siglo XVIII, fue incendiada y destruida completamente en la mañana del 19 de julio de 1936. Sobre el mismo solar donde se asienta la Iglesia actual existió un antiguo templo mudéjar, probablemente del siglo XVI, que quedó completamente destruido con el terremoto de Lisboa de 1755. 

Este trágico suceso provocó que se tuviese que levantar desde la base un templo nuevo de mayor tamaño, a instancias del arquitecto Pedro de San Martín, comenzando las obras el 26 de diciembre de 1756. Desde el comienzo se contrató como maestro ejecutor de las mismas al palmerino Francisco Díaz Pinto, a quien se debe la fisonomía definitiva del templo, que una vez restaurado, quedó como ahora os lo presento. Hoy me voy a referir exclusivamente a su Presbiterio.

A través de una corta escalinata se llega al Ábside con decoración pictórica mural a base de copias de lienzos barrocos realizadas por D. Rafael Blas Rodríguez, con alusiones a la vida de San Juan Bautista, titular de la Parroquia y patrón de la ciudad. “Visitación de María a su prima Santa Isabel”, “Nacimiento del Bautista” y “Degollación del profeta”, acompañadas de leyendas latinas por todo el friso y que ensalzan la dignidad del Precursor. En clave de bóveda se sitúa una representación del Espíritu Santo, y en el testero, en hornacinas fingidas, una imagen de San Pedro y otra de San Pablo.

Restaurado a finales de los años 70. Preside una talla del Cristo del Perdón, en pasta de madera policromada, (Enrique Orce, 1948). Murales de Rafael Blas Rodríguez: San Pedro y San Pablo.

En sus esquinas hay unos Ángeles Lampareros, esculturas en madera policromada de 1,60 m. de alto, obras anónimas de mediados del siglo XVIII y procedentes de la Iglesia de Las Dueñas (Sevilla). Fueron adquiridas a la Comunidad del Convento de Santo Domingo el Antiguo de Toledo, pudiendo apreciarse en ellas ciertas semejanzas con obras similares de La Roldana. 

*Rótulos del Presbiterio

(Zona baja):

“et factum est ut audivit salutationem Mariae Elisabeth exultavit infans in utero eius”. (Lc. I, 41)
“Y aconteció que cuando oyó Isabel el saludo de María, saltó la criatura en su vientre”. 

“et postulans pugillarem scripsit dicens Iohannes est nomen eius”. (Lc. I, 63)
“Y PIDIENDO una TABLa de escribir, escribió, diciendo: Juan es su nombre”. 

(Zona alta):

 "Non surrexit inter natos muilierum maior Ioannes Baptista". (mt. 11, 11)
"No HAY entre los nacidos de MUJER otro mayor que Juan el Bautista".

“Et tu, puer, propheta Altissimi vocaberis, præibis enim  ante faciem Domini parare vias eius”. (Lc. 1. 76)
“Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor para preparar sus caminos”.

(Tesoros de nuestro patrimonio… Que ustedes los disfruten conmigo)…

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JOLABE









sábado, 12 de agosto de 2017

LA SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA A LOS CIELOS

Como cada año por estas fechas nos llega la fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, que se celebra en toda la Iglesia el 15 de agosto. Esta fiesta tiene un doble objetivo: La feliz partida de María de esta vida y la asunción de su cuerpo al cielo.
…“En esta solemnidad de la Asunción contemplamos a María: ella nos abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para alcanzarlo: acoger en la fe a su Hijo; no perder nunca la amistad con él, sino dejarnos iluminar y guiar por su Palabra; seguirlo cada día, incluso en los momentos en que sentimos que nuestras cruces resultan pesadas. María, el arca de la alianza que está en el santuario del cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino hacia nuestra verdadera Casa, la comunión de alegría y de paz con Dios”. Homilía de Benedicto XVI (2010)
Sabemos que el dogma de la Asunción se refiere a que la Madre de Dios, después de su vida terrena, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial. Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus.

Pero, ¿por qué es importante que los católicos recordemos y profundicemos en el Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo? El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica responde a este interrogante: "La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos" (#966).

La importancia de la Asunción para nosotros, hombres y mujeres de comienzos del Tercer Milenio de la Era Cristiana, radica en la relación que hay entre la Resurrección de Cristo y la nuestra. La presencia de María, mujer de nuestra raza, ser humano como nosotros, quien se halla en cuerpo y alma ya glorificada en el Cielo, es eso: una anticipación de nuestra propia resurrección.
   
El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (#966) nos lo explica así, citando a Lumen Gentium 59, que a la vez cita la Bula de la Proclamación del Dogma: "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del Cielo y elevada al Trono del Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte".

Los hombres y mujeres de hoy vivimos pendientes del enigma de la muerte. Aunque lo enfoquemos de diversas formas, según la cultura y las creencias que tengamos, aunque lo evadamos en nuestro pensamiento, aunque tratemos de prolongar por todos los medios a nuestro alcance nuestros días en la tierra, todos tenemos una necesidad grande de esa esperanza cierta de inmortalidad contenida en la promesa de Cristo sobre nuestra futura resurrección.

El misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo nos invita a hacer una pausa en la agitada vida que llevamos para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida aquí en la tierra, sobre nuestro fin último: la Vida Eterna, junto con la Santísima Trinidad, la Santísima Virgen María y los Ángeles y Santos del Cielo. El saber que María ya está en el Cielo gloriosa en cuerpo y alma, como se nos ha prometido a aquéllos que hagamos la Voluntad de Dios, nos renueva la esperanza en nuestra futura inmortalidad y felicidad perfecta para siempre.

Existe también una gran incertidumbre respecto al origen de esta fiesta. Probablemente se trate del aniversario de la dedicación de alguna Iglesia, más que la fecha real del aniversario de la muerte de Nuestra Señora. Que se originara en tiempos del Concilio de Éfeso, o que San Dámaso la introdujera en Roma, son sólo hipótesis.

Oda a la Asunción

Al cielo vais, Señora,
y allá os reciben con alegre canto.

¡Oh quién pudiera ahora
asirse a vuestro manto
para subir con vos al monte santo!

De ángeles sois llevada
de quien servida sois desde la cuna,
de estrellas coronada:

¡Tal Reina habrá ninguna,
pues os calza los pies la blanca luna!
Volved los blancos ojos,
ave preciosa, sola humilde y nueva,
a este valle de abrojos,
que tales flores lleva,
do suspirando están los hijos de Eva.

Que, si con clara vista,
miráis las tristes almas desde el suelo,
con propiedad no vista,
las subiréis de un vuelo,
como piedra de imán al cielo, al cielo.
Amén.

(Fuentes consultadas: Holweck, Frederick. "The Feast of the Assumption." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2. New York: Robert Appleton Company, 1907, además de Aciprensa).

NOTA: Los horarios de Misa para el martes día 15 de Agosto en Nuestra Parroquia son los siguientes:

* 09:00 h. Misa de la mañana.
* 12:00 h. Función de la Hdad. de NTRA SRA. DEL VALLE.
* 20:30 h. Misa de la tarde.


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JOLABE