1.- El domingo es un día sagrado para la vida
de la Iglesia, para todos y cada uno de los creyentes. El domingo ayuda a ver
el mundo a la luz de la Eucaristía. La misa es el sacrificio de Cristo que
cambia el mundo y pide a la Iglesia que también se transforme.
2.- La Eucaristía es fuente de la cultura del
perdón, tan necesaria como olvidada en nuestro mundo de hoy. La misa dominical
facilita y fomenta esta cultura del perdón.
3.- El Día del Señor es también el día de la
solidaridad y del compartir con los demás, especialmente con los pobres. Y
desde la misa dominical surge una ola de caridad destinada a extenderse a toda
la vida de los fieles.