“La misericordia
cambia el mundo, hace al mundo menos frío y más justo. El rostro de Dios es el
rostro de la misericordia, que siempre tiene paciencia…Dios nunca se cansa de
perdonarnos. El problema es que nosotros
nos cansamos de pedirle perdón. ¡No nos cansemos nunca!. Él es el padre amoroso
que siempre perdona, que tiene misericordia con nosotros, dejémonos renovar por
la misericordia de Dios, dejemos que a fuerza de su amor transforme también nuestras
vida y hagámonos instrumentos de ésta misericordia”. “Dios perdona no con un
decreto sino con una caricia. Y con la misericordia Jesús va incluso más allá
de la ley y perdona acariciando las heridas de nuestros pecados; La
Misericordia es algo difícil de comprender: no borra los pecados, porque para
borrar los pecados está el perdón de Dios. Pero la Misericordia es el modo de
como perdona Dios. La Misericordia de Dios es una gran luz de amor, de ternura
que acaricia nuestras heridas de pecado porque Él está implicado en el perdón,
está involucrado en nuestra salvación, con éste estilo Jesús es confesor, no
humilla al pecador, sino que lo defiende de una condena justa”. Son algunas frases
del Papa con las que intenta explicarnos cómo es la misericordia de Dios.
El
pasado viernes, 13 de marzo, el Papa Francisco anunció la celebración de un
jubileo de la Misericordia, un Año Santo extraordinario, el cual comenzará el
día 8 de diciembre de 2015, Fiesta de la Inmaculada Concepción y terminará el
día 20 de Noviembre de 2016, Solemnidad de
Cristo Rey del Universo.