Esta
solemnidad ha sido trasladada al domingo 7º de Pascua desde su día originario,
el jueves de la 6º semana de Pascua, cuando se cumplen los cuarenta días
después de la resurrección, conforme al relato de san Lucas en su Evangelio y
en los Hechos de los Apóstoles; pero sigue conservando el simbolismo de la
cuarentena: como el Pueblo de Dios anduvo cuarenta días en su Éxodo del
desierto hasta llegar a la tierra prometida, así Jesús cumple su Exodo pascual
en cuarenta días de apariciones y enseñanzas hasta ir al Padre. La Ascensión es
un momento más del único misterio pascual de la muerte y resurrección de
Jesucristo, y expresa sobre todo la dimensión de exaltación y glorificación de
la naturaleza humana de Jesús como contrapunto a la humillación padecida en la
pasión, muerte y sepultura.