domingo, 26 de febrero de 2017

ANUNCIOS PARROQUIALES 2017-02-26


I. Desde 27 de febrero (lunes) – Cambio de horario de las Santas Misas de la tarde. El nuevo horario será: 20:00 h. todos los días.


II. Día 01 de marzo (miércoles) – Miércoles de Ceniza – Inicio de Cuaresma. 
Horario: 
07:45 h.  Misa y celebración de la ceniza HH. Carmelitas.
08:00 h.  Misa y celebración de la ceniza HH. de la Cruz. 
18:00 h. – Celebración de la ceniza para los niños de catequesis.
18:30 h.  Misa y celebración de la ceniza en la iglesia de los Salesianos.
20:00 h. – Misa y celebración de la ceniza parroquia.
21:00 h. – Celebración de la ceniza para el Camino Neocatecumenal.

III. Cuaresma - La Iglesia pone como obligación:
- AYUNAR, es decir, hacer una sola comida fuerte (sin carne) 2 días al año: el miércoles de ceniza y el viernes santo. El ayuno obliga desde los 18 hasta los 59 años.
- GUARDAR ABSTINENCIA, es decir, no comer carne el miércoles de Ceniza y todos los viernes de cuaresma. El viernes fue escogido para la penitencia porque en viernes murió Jesús. 
La abstinencia obliga desde los 14 años y dura toda la vida.

sábado, 25 de febrero de 2017

VISITA PASTORAL DEL OBISPO DE HUELVA D. JOSÉ VILAPLANA BLASCO A LA PARROQUIA DE LA PALMA DEL CONDADO (HUELVA)


Esta semana que ahora termina y, más concretamente, durante los días del 21 al 23 de Febrero de 2107, el Sr. Obispo de Huelva D. José Vilaplana Blasco, ha girado su Visita Pastoral a nuestra Parroquia de La Palma del Condado, según está regulada por el Derecho Canónico.

El Código de Derecho Canónico recuerda que: "el Obispo tiene la obligación de visitar la Diócesis cada año total o parcialmente, de modo que al menos cada cinco años visite la Diócesis entera, personalmente o, si se encuentra legítimamente impedido, por medio del Obispo coadjutor, o del auxiliar, o del Vicario General o episcopal, o de otro sacerdote" (c. 396,1); y que "Están sujetos a la visita episcopal ordinaria las personas, instituciones católicas, cosas y lugares sagrados que se encuentran dentro de la diócesis" (c. 397,1; 199&7; 259&2; 305&61; 396-398; 535 &4; 628 &2 y 3;1301&2).

La mejor manera de explicar lo que es la Visita Pastoral es decir simplemente que se trata de la visita de un pastor a su rebaño. Los Obispos, sucesores de los Apóstoles, sienten la necesidad de conocer y de estar con nosotros. También los Apóstoles visitaban las comunidades que habían fundado. Después de su primer viaje apostólico, San Pablo se dirige a Bernabé invitándole a visitar «a los hermanos en todas las ciudades en que hemos predicado la palabra de Dios, para saber cómo están» (Hech. 15,36).

El Sr. Obispo nos visita como pastor con la finalidad de acrecentar nuestro conocimiento mutuo e invitarnos a renovar vuestra vida cristiana y a realizar una acción apostólica más intensa. Ha tenido, en todo momento, como lema de su Visita la figura de Jesucristo El Buen Pastor, que conoce a sus ovejas y sus ovejas le conocen a él. Su intención es la de reanimar las energías de los agentes evangelizadores, animándoles a sentirse protagonistas de la misión de la Iglesia en nuestro tiempo. De esta manera, con la Visita Pastoral, D. José Vilaplana pretende seguir alentando la renovación de nuestra parroquia. Lejos de ser una visita meramente burocrática es un acontecimiento que supone un momento particular de presencia de Cristo, el Buen Pastor, en la vida de una comunidad parroquial.

La Visita Pastoral es para él, también, una oportunidad para acrecentar el conocimiento tanto de los sacerdotes como de los religiosos y de los laicos que formamos parte de nuestra querida Parroquia de La Palma. En estas Visitas se da prioridad a las personas sobre las cosas. Es el momento de escuchar, dialogar, animar; es tiempo para conocer mejor las dificultades y, sobre todo, es una ocasión singular para renovar y revitalizar las comunidades parroquiales.

Valorar y apreciar nuestro trabajo en la evangelización y acrecentar el sentido de comunión entre todos y con la Diócesis. Cuando el Obispo se hace presente, lleva consigo a la Diócesis. Su visita quiere servir para que crezcamos como Iglesia diocesana, pueblo que camina unido por una misma fe en esta Parroquia de La Palma. La Visita Pastoral tiene un desarrollo precisado en tres fases distintas, y claramente vinculadas entre sí.

Una primera fase es la preparación. El primer paso es la reunión con el arciprestazgo para plantear y programar la Visita. En esta reunión comparte con los sacerdotes, y diáconos si los hubiere, del equipo arciprestal, el Arcipreste y el Sr. Vicario Episcopal los objetivos generales que se pretenden, así como alguno más específico para las parroquias del arciprestazgo a visitar. Durante el tiempo de preparación tiene singular importancia la reunión de cada párroco con su Consejo de Pastoral para tratar todo lo referente a la Visita, así como para precisar las tareas compartidas de sus miembros especialmente en la elaboración del informe sobre la realidad de la parroquia, que es una muy buena oportunidad de reflexión y de discernimiento a cerca de la vida de la comunidad parroquial.

Durante la fase de desarrollo de la Visita es importante poder tener una reunión con todas aquellas entidades que, con nuestro párroco, llevan adelante la vida parroquial en sus distintas acciones y aspectos. Se trata de una reunión con los agentes de pastoral, básicamente, una especie de «Consejo de Pastoral ampliado», con las personas que se ocupan de la educación en la fe, la liturgia y la caridad. También con representantes de Catequistas, niños, padres y Equipo de Coordinación Catequética, Hermandades, servicios, grupos y movimientos parroquiales en general. Unas reuniones para rezar, conocerse, y reflexionar juntos.

Sin duda el momento culminante de la Visita es la Misa estacional, principal expresión de la Iglesia local, en la que, junto al Obispo, la comunidad reunida manifiesta a toda la Iglesia diocesana. En ella nos detenemos para celebrar la presencia del Señor en la Eucaristía.

Posteriormente a la Misa estacional, es muy importante tener un tiempo de encuentro con la comunidad parroquial en general, normalmente en el mismo templo y después de la celebración para facilitar la asistencia, aprovechando el clima de encuentro con el Señor vivido en la Misa. Es un tiempo de intercambio y cercanía con nosotros, para seguir escuchándonos y para que le podamos dirigir las preguntas que deseemos y le comuniquemos lo que consideremos oportuno sobre la vida de la parroquia y de la Iglesia.

La visita pastoral es también expresión de la fraternidad sacramental que une al Obispo con sus presbíteros y diáconos y a todos ellos entre sí dentro de la Iglesia diocesana. Durante el desarrollo de la Visita y, en concreto, a nivel arciprestal le gusta poder tener encuentros con la vida consagrada presente en el arciprestazgo, con los cristianos dedicados al mundo de la enseñanza, así como con las cofradías, hermandades y otras realidades eclesiales y grupos parroquiales vinculados a la religiosidad popular.

Una tercera fase es de evaluación. Así, es importante la confección de la oportuna acta de la Visita, en la que se refleje su desarrollo, los diversos momentos, así como las orientaciones del Obispo. De modo que en reunión del Consejo de Pastoral parroquial, ya pasada la Visita, es conveniente evaluar ésta y reflexionar sobre la aplicación a la vida parroquial de aquello que como mensaje y orientación del Obispo haya quedado del acontecimiento. Sabemos que luego, en la práctica, cada Visita va adquiriendo el rostro propio de cada comunidad en la que se realiza. Del mismo modo que hizo San Pablo dirigiéndose en su Carta a los Romanos y comunicándoles el deseo de encontrarse con ellos, nos dice de corazón: «Tengo ganas de veros, para comunicaros algún don espiritual que os fortalezca; para compartir con vosotros el mutuo consuelo de la fe común: la vuestra y la mía» (Rm. 1, 11-12).

Y es muy importante que la Visita Pastoral sea signo de la presencia del Señor que, constantemente, por el Espíritu guía, edifica y hace misionera a su Iglesia.

Durante estos días pasados he venido publicando en el Facebook de la Parroquia y en el mío propio las diferentes actividades llevadas a cabo por nuestra primera autoridad eclesial diocesana. Hoy, una vez concluida su Visita Pastoral, con mucho gusto, publico este artículo con objeto de que todos podamos conocer  los pormenores y  entresijos de dicha Visita.

A modo de resumen, os expongo las actividades realizadas por nuestro Sr. Obispo durante estas tres jornadas pastorales:

·        Día 21 de Febrero:
·        16:30 h. Visita al Convento de las Hermanas de la Cruz.
·        17:50 h. Asiste a la Ermita y reza ante nuestra Patrona la Santísima Virgen del Valle.
·        18:00 h. Lleva a cabo una primera visita a enfermos y las vistas en las capillas de la Santa Cruz de la C. Sevilla y de la Santa Cruz de la C. Cabo.
·       19:00 h. Solemne Eucaristía con asistencia de padres, niños de Catequesis y Catequistas de nuestra Parroquia.
·        20:00 h. Reunión con Catequistas y Maestros cristianos de nuestro pueblo.

·        Día 22 de Febrero:
·       9:30 h. Visita a nuestras primeras autoridades municipales en el Ayuntamiento.
·  10:15 h. Visita a dos Centros de Trabajo, concretamente a las fábricas de Iberfruta y Kappa.
·       11:15 h. Visita al Instituto de La Palma del Condado.
·       12:45 h. Visita al Colegio de las Hermanas Carmelitas.
·        13:45 h. Reunión con la Comunidad Carmelita Vedruna.
·        16:30 h. Visita a enfermos
·        18:00 h. Reunión con Cáritas Parroquial.
·       19:00 h. Eucaristía con Hermandades y Grupos Parroquiales.
·        20:00 h. Reunión con Hermandades y Grupos Parroquiales.

·        Día 23 de Febrero:
10:00 h. Visita a la Ermita de San Sebastián, Hermandad del Cristo del Perdón.
10:30 h. Reunión con la Madre General de las Hermanas de la Cruz
11:00 h. Visita a enfermos
12:00 h. Visita al Colegio Salesiano de La Palma.
16:30 h. Visita y rezo en el Cementerio Municipal.
17:15 h. Visita a la Residencia de La Viña.
18:00 h. Encuentro con los jóvenes palmerinos.
19:00 h. Eucaristía de Clausura de la visita pastoral
20:00 h. Encuentro con las Comunidades Neocatecumenales de La Palma.

Acompaño dos vídeos de la Visita Pastoral 2017…


01.- Reunión con Hermandades y Grupos Parroquiales tras la Eucaristía del segundo día. 




02.- Visita a nuestros mayores en la Residencia La Viña de La Palma del Condado.





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JOLABE – 24/02/2017 

lunes, 20 de febrero de 2017

VISITA PASTORAL DE NUESTRO OBISPO 2017

21 de Febrero:
16,30 horas:  Visita al convento de las Hermanas de la Cruz
17,30 horas:  Visita en la Iglesia del Valle
18,00 horas:  Visita a los enfermos
19,00 horas:  Santa Misa para los niños y padres de la catequesis
20,00 horas:  Reunión con catequistas y maestros 

22 de Febrero:
19,30 horas: Visita en Ayuntamiento
10,15 horas: Visita en centros de trabajo (Smurfit Kappa e Iberfruta)
11,30 horas: Visita en Instituto 
12,45 horas: Visita en Colegio de Carmelitas de Vedruna
13,45 horas: Visita al convento de las Hermanas Carmelitas de Vedruna
16,30 horas: Visita a los enfermos
18,00 horas: Visita en Cáritas
19,00 horas: Santa Misa con hermandades, asociaciones y grupos parroquiales
20,00 horas: Reunión con hermandades, asociaciones y grupos parroquiales.



23 de Febrero:
11:00 horas: Visita a la Ermita de San Sebastián - Cristo del Perdón
12,45 horas: Visita en Colegio de Salesianos
16,30 horas: Oración en el cementerio
17,15 horas: Visita en la Residencia de "Viñas"
18,00 horas: Reunión con los jóvenes
19,00 horas: Santa Misa de clausura
20,00 horas: Reunión  con las Comunidades Neocatequmenales


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viernes, 17 de febrero de 2017

SIETE SANTOS FUNDADORES DE LOS SIERVOS DE SANTA MARÍA VIRGEN (SERVITAS)

Celebramos hoy día 17 de Febrero a los Siete Santos Fundadores Servitas. Este grupo de siete almas llegó a fundirse en el único ideal de servir a su Señora y servirla de manera tan perfecta que las notas personales apenas tuvieran un valor relativo. Según la tradición hubo siete hombres, muy respetables y honorables, a los que nuestra Señora unió, a manera de siete estrellas, para iniciar la Orden suya y de sus siervos.

En Florencia al comienzo del siglo XIII encontramos una Hermandad llamada oficialmente de Santa María a la que pertenecían siete mercaderes de las mejores familias de Toscana. El día 15 de agosto de 1233, los siete sintieron aquel día una común inspiración: para honor de Dios, poniéndose al servicio de la Virgen Madre, quisieron, desde entonces, ser llamados siervos de María.
Pidieron la bendición de su obispo y el 8 de septiembre de ese mismo año se recogieron en un convento para dar origen a la Orden Servita.


Un milagro vino a confirmar lo grata que era a Dios esta nueva Orden de siervos de la Santísima Virgen. Alrededor de la solemnidad de la Epifanía del año siguiente a la Fundación, iban de dos en dos recorriendo las calles de Florencia y solicitando humildemente la caridad por amor de Dios, los niños que los observaban e incluso los que aún no hablaban exclamaron señalando a los servirtas con el dedo: "He ahí los servidores de la Virgen: dadles una limosna".



El Viernes Santo de 1239, la Santísima Virgen se apareció para encargarles que llevaran un hábito negro en memoria de la Pasión de su bendito Hijo y para presentarles la Regla de San Agustín. Fueron al Obispo y recibió sus votos, les impuso el hábito y les ordenó sacerdotes, excepto a San Alejo Falconieri que quiso permanecer como hermano. Los novicios comenzaron a llegar en gran número atraídos por el estilo de vida de la nueva Orden de Siervos de la Santísima Virgen y la santidad de vida de sus fundadores.

Vivieron de tal manera su consagración a Dios por medio del servicio a la Reina de los Cielos que los siete Fundadores alcanzaron el don de la santidad siendo canonizados el día 15 de enero de 1888. Los siete fundadores fueron: San Bonfilio Monaldi, San Bartolomé Magnetti, San Felipe Benicio, San Benito Amidei, San Gerardino Ugoccioni, San Ricóvero Sustegni y San Alejo Falconieri.


En la Monumenta Ordinis Servorum Beatae Maríae Virginis se lee lo siguiente respecto del estado de vida de los Siervos de Santa María Virgen: “Cuatro aspectos pueden considerarse por lo que toca al estado de vida de los siete santos fundadores antes que se congregaran para esta obra. En primer lugar, con respecto a la Iglesia. Algunos de ellos se habían comprometido a guardar virginidad o castidad perpetua, por lo que no se habían casado; otros estaban ya casados; otros habían enviudado.

En segundo lugar, con relación a la sociedad civil. Ellos comerciaban con las cosas de esta tierra, pero cuando descubrieron la piedra preciosa, es decir, nuestra Orden, no sólo distribuyeron entre los pobres todos sus bienes, sino que, con ánimo alegre, entregaron sus propias personas a Dios y a nuestra Señora, para servirlos con toda fidelidad.

El tercer aspecto que debemos tener en cuenta es su estado por lo que se refiere a su reverencia y honor para con nuestra Señora. En Florencia existía, ya desde muy antiguo, una sociedad en honor de la Virgen María, la cual, por su antigüedad y por la santidad y muchedumbre de hombres y mujeres que la formaban, había obtenido una cierta prioridad sobre las demás y, así, había llegado a llamarse “Sociedad mayor de nuestra Señora”. A ella pertenecían los siete hombres de que hablamos, antes de que llegaran a reunirse, como destacados devotos que eran de nuestra Señora.


Finalmente, veamos cual fuera su estado en lo que mira a su perfección espiritual. Amaban a Dios sobre todas las cosas y a él ordenaban todas sus acciones, como pide el recto orden honrándolo así con todos sus pensamientos, palabras y obras. Cuando estaban ya decididos, por inspiración divina, a reunirse, a lo que los había impulsado de un modo especial nuestra Señora, arreglaron sus asuntos familiares y domésticos, dejando lo necesario para sus familias y distribuyendo entre los pobres lo que sobraba. Finalmente buscaron a unos hombres de consejo y de vida ejemplar, a los que manifestaron su propósito.

Así subieron al monte Senario, y en su cima erigieron una casa pequeña y adecuada, a la que se fueron a vivir en comunidad. Allí empezaron a pensar no sólo en su propia santificación, sino también en la posibilidad de agregarse nuevos miembros, con el fin de acrecentar la nueva Orden que nuestra Señora había comenzado valiéndose de ellos. Por lo tanto, comenzaron a recibir nuevos hermanos y, así, fundaron esta Orden. Su principal artífice fue nuestra Señora, que quiso que estuviera cimentada en la humildad, que fuese edificada por su concordia y conservada por su pobreza.




La Muy Antigua y Fervorosa Hermandad  Servita y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro, Stmo. Cristo de la Buena Muerte y María Stma. de los Dolores  de La Palma del Condado se encuentra vinculada a esta Orden Servita, desde tiempo inmemorial y celebran en este día Cultos en honor de la citada Orden y de sus fundadores.

Que los Siete Santos Fundadores de la Orden Servita intercedan ante los Sacratísimos Corazones de Jesús y María para que nos concedan un buen y santo año 2017.

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JOLABE

sábado, 4 de febrero de 2017

LA VIRGINIDAD PERPETUA DE MARIA

La Iglesia afirma la doctrina de la virginidad perpetua de María Santísima. Esto significa que ella fue siempre virgen: antes, durante y después de dar a luz a Jesucristo. La Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, se fundamenta en una correcta interpretación de la Revelación, tomando en cuenta la Biblia y la Tradición Apostólica. 
En la Anunciación, el ángel dice a María que concebirá un hijo. María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón -Lucas 1,34
¿Por qué María hace esta pregunta?. "Conocer" para los hebreos significa tener relaciones. Si ella tuviera planes de tener relaciones con José o con otro hombre, entonces la pregunta sería absurda. Por eso, desde el principio (como se puede constatar al leer los Padres de la Iglesia), los cristianos han entendido en este pasaje que María tenía un voto de virginidad que debía mantenerse aún en caso de matrimonio. Sabemos que algunos judíos hacían este voto (Ej.: los Esenios). Además habían mujeres consagradas vírgenes para el servicio del Templo.

El Papa Martín I: 
"Propia y verdaderamente la Madre de Dios, la Santa y siempre Virgen María (...) concibió sin semen viril, del Espíritu Santo, al mismo Verbo de Dios, y de manera incorruptible dio a luz ".


El Papa Pablo IV, 1555, contra la herejía de los socianos, y otros: 
"María permaneció siempre en la integridad de su virginidad, a saber, antes del parto, en el parto y después del parto, por obra de Dios omnipotente".