Sigo intentando explicar la
Santa Misa, paso a paso, con objeto de que todos/as podamos participar de ella
entendiendo lo que estamos celebrando. Hoy sólo trataremos de la tercera parte:
LA LITURGIA EUCARÍSTICA.
Liturgia Eucarística
Es la parte más
importante de la Misa. La Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística no
son dos actos de culto distintos, sino dos momentos celebrativos de un único
misterio. La Iglesia ha estructurado la celebración de
la Liturgia Eucarística a partir de las acciones que corresponden a las
palabras y gestos del Señor en la Última Cena.
En la Última Cena Cristo
instituyó el convite pascual, por medio del cual el Sacrificio de la Cruz se
vuelve continuamente presente cuando el sacerdote, que representa a Cristo,
realiza la acción que el mismo Señor cumplió y ordenó a sus discípulos que
hicieran en su memoria.
01.- Presentación de las ofrendas
Primero se prepara el
altar o mesa del Señor, colocando el Corporal, el Cáliz y el Misal en el altar.
Luego los fieles presentan en el Altar el pan y el vino que se convertirán en
el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Las reciben el diácono o el sacerdote. También
pueden traer otras ofrendas, para fines caritativos o útiles para el
sostenimiento del culto. Se colocan fuera de la mesa del Señor.
¿Qué tradición tiene
la presentación de las ofrendas?
En
los primeros siglos de la Iglesia, los fieles llevaban de sus casas los dones
que debían ser ofrecidos, y que eran presentados al sacerdote por un diácono.
¿Qué significado
tiene este rito de las ofrendas?
Tiene un significado
bautismal, porque sólo pueden hacer ofrendas los bautizados en comunión con
la Iglesia.
Tiene un significado
eucarístico, porque los dones se presentan para ser consagrados en el
Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Tiene un significado
antropológico: ese ofrecimiento de los frutos más representativos del
trabajo del hombre significa el ofrecimiento de cada fiel en concreto, de su
vida, de su trabajo, de sus ilusiones.
Tiene
un significado social: no son ofrendas sólo individuales, sino de toda
la Iglesia.
¿El pan y el vino se
presentan juntos o por separado?
Se presentan
por separado, siguiendo la tradición litúrgica. Lo contrario sería además
empobrecer los signos. Seguidamente el sacerdote toma entre sus manos la patena
con la hostia y elevándola un poco, recita una plegaria de bendición. Hace los
mismo con el cáliz.
Antes
de presentar el vino se depositan en el cáliz unas gotas de agua. Es un rito
antiquísimo, porque parece que así lo hizo Nuestro Señor.
02.- Oración privada
del sacerdote
"Acepta Señor nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde..." Seguidamente viene la oración privada del
sacerdote, y en ocasiones, la incensación de las ofrendas sobre el altar y del
altar mismo, que es facultativa.
¿Qué simboliza la
incensación?
Esa incensación de
las ofrendas y del altar mismo simboliza que la oblación y la oración de la
Iglesia suben a Dios como el incienso. Es una reverencia anticipada al Cuerpo y
Sangre de Cristo, que pronto se harán presentes.
¿Quiénes pueden ser
incensados?
Pueden
ser incensados también el sacerdote y el pueblo, después de la incensación del
altar.
03.- Lavatorio de
manos
Ese rito expresa el
deseo de purificación interior. Además del gesto
práctico de lavarse exteriormente las manos después de tocar las ofrendas o
utilizar el incensario, simboliza el deseo espontáneo de purificarse el corazón
antes de tocar las cosas sagradas, santas.
Mientras
se lava las manos el sacerdote ora en silencio: “Límpiame Señor de mi iniquidad
y lávame de mi pecado”. Es decir, que hace un acto de contrición y se prepara
para celebrar más dignamente el Santo Sacrificio de la Misa.
04.- Invitación a
orar a la que responde el pueblo
El origen de este
rito se remonta al siglo VIII. A continuación,
dirigiéndose a todos los fieles les dice unas palabras que son como el
compendio de la Misa: “Orad hermanos para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso”.
Todos
contestan: “El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y
gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia”.
05.- Oración sobre
las ofrendas
Es una oración que
se recita en voz alta, con las manos extendidas, y que cierra y condensa el
sentido de esta primera parte de presentación de los dones
Esta oración prepara
a la Asamblea para su participación en la gran oración eucarística.
La
Iglesia ruega para que, unidos a la entrega de Cristo, los fieles ofrezcan su
existencia entera a Dios Padre.
06.- Oración
Eucarística
La Oración
Eucarística es el momento culminante de toda la celebración.
Es una plegaria de
acción de gracias y santificación. El sacerdote invita a los fieles a levantar
el corazón hacia Dios y a darle gracias a través de la oración que él, en
nombre de toda la comunidad, va a dirigir al Padre por medio de Jesucristo.
Hay distintas
plegarias eucarísticas, que contienen estos elementos:
07.- Prefacio
La Plegaria
Eucarística se inicia con el Prefacio, que es un canto de acción de gracias a
Dios, por todos sus beneficios. Aclamación de todo el pueblo con el sacerdote. Se
reza el Santo, Santo, Santo, que es una alabanza solemne a Dios.
08.- Invocaciones o
epíclesis
La
Iglesia implora el poder divino para que los dones ofrecidos por los hombres
queden consagrados y se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
= Cuerpo de Cristo
- = Sangre de Cristo
09.- Conmemoración
de los vivos
El sacerdote puede
decir los nombres por quienes tiene intención de orar, o bien junta las manos y
ora por ellos unos momentos. Luego, con las manos extendidas, ruega por los
reunidos en la Asamblea.
10.- Conmemoración
de los santos
Narración de la
Institución y consagración. El centro de la
Plegaria Eucarística lo ocupa la narración de la Institución y la Consagración.
Este es el momento de mayor recogimiento
en el que el sacerdote recitando las palabras de Jesús en la Última Cena,
convierte el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor.
11.- Anámnesis
Se recuerda la
Pasión, Resurrección y Ascensión de Cristo.
12.- Oblación
La Iglesia ofrece al
Padre en el Espíritu Santo la hostia inmaculada, con el deseo de que los fieles
se ofrezcan también a sí mismos.
13.- Intercesiones
A
continuación, el sacerdote, con los brazos abiertos, sigue dirigiéndose a Dios
Padre pidiéndole por nuestras necesidades. Pide por la Iglesia y por todos sus
miembros, tanto vivos como difuntos; pide por la paz y la unidad; etc.
14.- Doxología o
alabanza final
Dice: “Por Cristo,
con Él y en Él, a Tí Dios Padre omnipotente en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos”. Y todos responden Amén.
Durante
la Plegaria Eucarística no se deben recitar oraciones o ejecutar cantos, tocar
el órgano, etc. Al proclamar la Plegaria Eucarística el sacerdote debe
pronunciar claramente el texto, facilitando su comprensión a los fieles. Lo que
se recomienda es que el sacerdote cante el Prefacio, Anámnesis, Consagración y
Epíclesis, según las melodías aprobadas por la autoridad competente,
(Directorio, 85).
(Hasta aquí, la tercera parte de la Misa que estoy comentando. Continuará
en una nueva publicación D.M.).
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José Lagares