El pasado miércoles, 4 de octubre, se celebró la Misa de Apertura del nuevo
Curso Pastoral en nuestra Diócesis de Huelva. Fue en la Santa Iglesia Catedral
donde nuestro Obispo, José Vilaplana Blasco, presidió esta celebración.
Nos hacemos eco de la publicación de nuestra Diócesis onubense, de
Noviembre de 2017, en la que se hace un balance de ingresos y gastos
correspondientes al pasado año 2016. Dicha publicación comienza con una carta que nuestra
primera autoridad eclesiástica dirige a toda nuestra comunidad cristiana y
diocesana.
Carta del SR. obispo
Somos una gran familia contigo
† José Vilaplana Blasco
El Día de la Iglesia Diocesana pretende ser una contribución más para
vigorizar nuestro sentimiento de pertenencia a la misma. Todos formamos parte
de la Iglesia universal, pero pertenecemos concretamente al Pueblo de Dios en
el seno de una comunidad diocesana, de una Iglesia particular, en este caso la
de Huelva, que es en la que habéis nacido a una nueva vida por el bautismo, que
os ha insertado en Cristo en esta Iglesia diocesana que peregrina en nuestra
tierra.
La
Iglesia de Huelva, a través de las distintas parroquias y servicios
diocesanos, ha de ser el hogar donde la fe es experimentada y transmitida, no
como un mero trasvase de contenidos doctrinales, sino como fuerza verdaderamente
atractiva capaz de provocar la adhesión y el seguimiento a Jesucristo, su
mayor tesoro, tanto en quienes nacen dentro de familias cristianas como en
aquellos a quienes la búsqueda sincera de Dios les acerca hasta sus puertas.
Una Iglesia que, en medio de sus debilidades, acoge a unos y otros, es signo
visible de la entrañable misericordia de Dios que no hace acepción de
personas.
Como
una buena madre, la Iglesia no solo nos gesta como nuevos hijos, además nos
cuida y alimenta a través de los sacramentos y de la Palabra de Dios, pedagoga
del camino, para llegar a ser verdaderos hermanos y auténticos discípulos. En
su comunidad celebramos la vida, atravesada por el acontecimiento de Cristo,
invitándonos a salir a las «nuevas periferias existenciales» para acercar a
todos la luz de la esperanza que ilumina las oscuridades de los hombres y
mujeres de nuestro tiempo.
Nuestra
Iglesia de Huelva ha de ser la «servidora de los últimos» en ese permanente
ejercicio de la caridad con nuestros hermanos, especialmente aquellos que más
sufren los grandes dramas de esta sociedad del descarte; generando una nueva
conciencia social capaz de vencer la globalización de la indiferencia; y
luchando por una sociedad más justa y equitativa, que no excluya a nadie. Es
así como, a través de su testimonio, la Iglesia hace creíble la Buena
Noticia que anuncia.
Esta
alegre respuesta de la comunidad eclesial es una realidad gracias al compromiso
personal, consciente y animado por el Espíritu Santo, en cada uno de sus
miembros. Con esa fuerza se explica la contribución de todos los miembros de
la diócesis por la que se continua transmitiendo, celebrando y testimoniando
la fe. Somos una gran familia que se construye con el «sí» de cada uno.
Contigo acompañamos en el aprendizaje del amor de Dios a nuestros hermanos, en
la iniciación cristiana de los más pequeños y en la formación permanente de
los adultos. Contigo, celebramos la presencia de Cristo en nuestras vidas y la
esperanza a la que nos llama. Contigo, servimos a las personas, especialmente a
los más pobres, para lograr prosperidad en educación, salud y trabajo, de
acuerdo con la dignidad de toda persona. Por eso no puedo más que dar gracias
a Dios por ti y cada uno de los miembros de esta gran familia que somos la
Iglesia diocesana, y porque, a través de vuestra colaboración y, con la
gracia del Señor, hacéis presente a Cristo, vida nuestra, en la Huelva de
hoy.
Con
afecto os bendigo. † José Vilaplana Blasco, Obispo de Huelva.
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MEMORIA ECONÓMICA 2016 - DIÓCESIS DE HUELVA
MEMORIA DE ACTIVIDADES 2016 - DIÓCESIS DE HUELVA
Nota: Pulsando sobre cada imagen, ésta se agranda.
JOLABE
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