EL MATRIMONIO CRISTIANO DESDE LA VISIÓN DE LA IGLESIA
Expongo en este artículo algunas reflexiones de la Iglesia sobre el Matrimonio cristiano, con motivo de las próximas charlas matrimoniales que nuestra Parroquia de San Juan Bautista de La Palma del Condado tiene proyectadas.
Estas charlas matrimoniales se van a llevar a cabo durante los días del 23
al 26 de Noviembre de 2020, a las 20:00 horas y a las que están invitados todos
los matrimonios cristianos de nuestro pueblo, de todas las edades. Las charlas
tendrán una duración aproximada de unos 45 minutos y, en las mismas, la Palabra
de Dios y las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia van a iluminar, animar y
ayudar a todos los matrimonios que nos acompañen y a los que desde este Blog
Parroquial invitamos.
…“Para todos consta, venerables hermanos, cuál es el verdadero origen del matrimonio. Pues, a pesar de que los detractores de la fe cristiana traten de desconocer la doctrina constante de la Iglesia acerca de este punto y se esfuerzan ya desde tiempo por borrar la memoria de todos los siglos, no han logrado, sin embargo, ni extinguir ni siquiera debilitar la fuerza y la luz de la verdad. Recordamos cosas conocidas de todos y de que nadie duda: después que en el sexto día de la creación formó Dios al hombre del limo de la tierra e infundió en su rostro el aliento de vida, quiso darle una compañera, sacada admirablemente del costado de él mismo mientras dormía. Con lo cual quiso el providentísimo Dios que aquella pareja de cónyuges fuera el natural principio de todos los hombres, o sea, de donde se propagara el género humano y mediante ininterrumpidas procreaciones se conservara por todos los tiempos.
Y aquella unión del hombre y de la mujer, para responder de la mejor manera a los sapientísimos designios de Dios, manifestó desde ese mismo momento dos principalísimas propiedades, nobilísimas sobre todo y como impresas y grabadas ante sí: la unidad y la perpetuidad. Y esto lo vemos declarado y abiertamente confirmado en el Evangelio por la autoridad divina de Jesucristo, que atestiguó a los judíos y a los apóstoles que el matrimonio, por su misma institución, sólo puede verificarse entre dos, esto es, entre un hombre y una mujer; que de estos dos viene a resultar como una sola carne, y que el vínculo nupcial está tan íntima y tan fuertemente atado por la voluntad de Dios, que por nadie de los hombres puede ser desatado o roto. Se unirá (el hombre) a su esposa y serán dos en una carne. Y así no son dos, sino una carne. Por consiguiente, lo que Dios unió, el hombre no lo separe”.
(León XIII: Encíclica “Arcanum Divinae” sobre el matrimonio cristiano – 1880)
…”Y a pesar, sin embargo, de que el matrimonio en su naturaleza ha sido instituido por Dios, la voluntad humana tiene también en él su parte, y nobilísima por cierto; pues todo matrimonio singular, en cuanto unión conyugal entre un determinado hombre y una determinada mujer, nace exclusivamente del libre consentimiento de ambos esposos; el cual acto libre con que ambas partes conceden y aceptan el derecho propio del matrimonio es tan necesario, que no hay poder humano capaz de suplirlo. Mas esta libertad se extiende en los contrayentes sólo al consentimiento o no consentimiento en contraer de hecho matrimonio y con una determinada persona; la naturaleza del matrimonio, en cambio, no está sometida a la libertad del hombre, de modo que, si alguno llegara una vez a contraer matrimonio, queda sujeto a las leyes divinas y esenciales propiedades del mismo. El Doctor Angélico dice, en efecto, tratando sobre la fidelidad y la prole: “Éstas nacen en el matrimonio en virtud del mismo pacto conyugal, de modo que, si en el consentimiento, que causa el matrimonio, se expresara algo contrario a ellas, no habría verdadero matrimonio”.
(CASTI CONNUBII
ENCÍCLICA SOBRE EL MATRIMONIO CRISTIANO
Pío XI, 31 de diciembre de 1930)
…”La situación en que se halla la familia presenta aspectos positivos y aspectos negativos: signo, los unos, de la salvación de Cristo operante en el mundo; signo, los otros, del rechazo que el hombre opone al amor de Dios. En efecto, por una parte existe una conciencia más viva de la libertad personal y una mayor atención a la calidad de las relaciones interpersonales en el matrimonio, a la promoción de la dignidad de la mujer, a la procreación responsable, a la educación de los hijos; se tiene además conciencia de la necesidad de desarrollar relaciones entre las familias, en orden a una ayuda recíproca espiritual y material, al conocimiento de la misión eclesial propia de la familia, a su responsabilidad en la construcción de una sociedad más justa.
Por otra parte no faltan, sin
embargo, signos de preocupante degradación de algunos valores fundamentales:
una equivocada concepción teórica y práctica de la independencia de los
cónyuges entre sí; las graves ambigüedades acerca de la relación de autoridad
entre padres e hijos; las dificultades concretas que con frecuencia experimenta
la familia en la transmisión de los valores; el número cada vez mayor de
divorcios, la plaga del aborto, el recurso cada vez más frecuente a la
esterilización, la instauración de una verdadera y propia mentalidad
anticoncepcional. En la base de estos fenómenos negativos está muchas veces una
corrupción de la idea y de la experiencia de la libertad, concebida no como la
capacidad de realizar la verdad del proyecto de Dios sobre el matrimonio y la
familia, sino como una fuerza autónoma de autoafirmación, no raramente contra
los demás, en orden al propio bienestar egoísta”.
(EXHORTACIÓN
APOSTÓLICA “FAMILIARIS CONSORTIO” DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II SOBRE LA MISIÓN
DE LA FAMILIA CRISTIANA EN EL MUNDO ACTUAL).
Te esperamos desde el LUNES 23 DE NOVIEMBRE AL JUEVES 26 a las 20:00h (después de la misa) y, en tres cuartos de hora puedas ponerte con tu cónyuge delante de Dios y recibir PALABRAS DE VIDA ETERNA que te ayudarán en tu vida matrimonial.
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JOSÉ LAGARES