jueves, 8 de marzo de 2012

VÍA CRUCIS DE LA JMJ MADRID 2011

El texto del Vía Crucis de la JMJ ha sido com­puesto por las Hermanas de la Cruz

Primera Estación
Última Cena de Jesús con sus discípulos
La Santa Cena, (1763-Murcia)
Y to­mando pan, des­pués de pro­nun­ciar la ac­ción de gra­cias, lo partió y se lo dio, diciendo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vo­so­tros; haced esto en memoria mía». Después de cenar, hizo lo mismo con el cáliz, di­ciendo: «Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre, que es de­rra­mada por vo­so­tros» (Lc 22, 19–20).
Jesús, antes de tomar entre sus manos el pan, acoge con amor a todos los que están sen­tados en su mesa. Sin ex­cluir a nin­guno: ni al traidor, ni al que lo va a negar, ni a los que huirán. Los ha ele­gido como nuevo pueblo de Dios. La Iglesia, lla­mada a ser una.
Jesús muere para re­unir a los hijos de Dios dis­persos (Jn 11, 52). «No sólo por ellos ruego, sino tam­bién por los que crean en mí por la pa­labra de ellos, para que todos sean uno» (Jn 17, 20–21). El amor for­ta­lece la unidad. Y les dice: «Que os améis unos a otros» (Jn 13, 34). El amor fiel es hu­milde: «También vo­so­tros de­béis la­varos los pies unos a otros» (Jn 13, 14).
Unidos a la ora­ción de Cristo, oremos para que, en la tierra del Señor, la Iglesia viva unida y en paz, cese toda per­se­cu­ción y dis­cri­mi­na­ción por causa de la fe, y todos los que creen en un único Dios vivan, en jus­ticia, la fra­ter­nidad, hasta que Dios nos con­ceda sen­tarnos en torno a su única mesa.