martes, 21 de mayo de 2013

CALENDARIO PRIMERAS COMUNIONES Y CONFIRMACIONES 2013



CALENDARIO DE PRIMERAS COMUNIONES Y CONFIRMACIONES AÑO 2013


Hacemos público el Calendario para las  Primeras Comuniones 
y CONFIRMACIONES correspondientes a este año 2013

REUNIÓN CON LOS PADRES: Día 15 de Abril…20:30 h.-PARROQUIA
Confesiones:   Días 19 / 25 / 26 y 30 de Abril….18:00 h.-PARROQUIA
1ª Tanda de Comuniones:  Día 21 de Abril………09:30 h.-PARROQUIA
2ª Tanda de Comuniones:  Día 21 de Abril………12:00 h.-PARROQUIA
3ª Tanda de Comuniones:  Día 27 de Abril………18:00 h.-PARROQUIA
4ª Tanda de Comuniones:  Día 28 de Abril………09:30 h.-PARROQUIA
5ª Tanda de Comuniones:  Día 28 de Abril………12:00 h.-PARROQUIA
6ª Tanda de Comuniones:  Día 01 de Mayo……...09:30 h.-PARROQUIA
7ª Tanda de Comuniones:  Día 01 de Mayo….…..12:00 h.-PARROQUIA

Recomendaciones:  
1.- El día de la Comunión, los niños/as estarán media hora antes de la Celebración en la Parroquia.
2.- Los niños/as sólo llevarán la cruz de madera que se les impone el día de las Confesiones. (Lo que quieran llevar aparte, por dentro).
3.- Los guantes lo recogerán las madres.
4.- La Parroquia no tiene nada que ver con los fotógrafos. Ellos se ponen de acuerdo y se turnan.
5.- Los niños/as se situarán de forma que sus padres siempre los estén viendo.

CALENDARIO DE CONFIRMACIONES AÑO 2013
CONFESIONES:   Día 28 de Mayo………………18:00 h.-PARROQUIA
CONFIRMACIÓN: Día 29 de Mayo………………20:00 h.-PARROQUIA
CONFESIONES:   Día 14 de Junio………………18:00 h.-PARROQUIA
CONFIRMACIÓN: Día 17 de Junio………………20:00 h.-PARROQUIA

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JOLABE

ORIENTACIONES PASTORALES PARA LA COORDINACION DE LA FAMILIA, LA PARROQUIA Y LA ESCUELA EN LA TRANSMISION DE LA FE


Introducción

1. «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos» (Mt 28, 19-20).
Desde la primera proclamación del kerigma apostólico, a la pregunta que les dirigen aquellos a quienes Dios ha abierto el corazón y perseveraban en la enseñanza (cf. Hch 2, 37. 42), los apóstoles y sus sucesores no tienen otra respuesta más que el mandato que el Señor les dio antes de subir al cielo: ofrecer el pan de la Palabra y la gracia de los sacramentos para que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad y se salven.
El mandato del Señor
2. Así, desde los primeros compases de la Iglesia en el mundo, la enseñanza tuvo un puesto significativo en su seno con acentos diversos: didajé (enseñanza), didascalía (instrucción) o catequesis (catecumenado). Más tarde, la creación de las escuelas catedralicias y parroquiales, por un lado, y el esfuerzo de tantas congregaciones y Órdenes religiosas dedicadas a la educación, por otro, son testimonio de dicha atención maternal. En las últimas décadas, la preocupación y ocupación eclesiales por esta tarea han llevado al Episcopado en España, especialmente por la Conferencia Episcopal y, en concreto, a través de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, a ofrecer valiosas reflexiones y orientaciones: a las familias, en su responsabilidad de dar testimonio de la fe a sus hijos; a las parroquias, en su responsabilidad de proponer la iniciación cristiana a niños, adolescentes y jóvenes; a las instituciones y a los agentes de enseñanza en general, y de la enseñanza religiosa en particular, en su responsabilidad de ofrecer una formación religiosa y moral y como propuesta de diálogo entre la fe y la cultura. Esto muestra el testimonio vivo y el interés permanente de la Iglesia por la educación al servicio del hombre y de la sociedad[1].
La emergencia educativa
3. En efecto, la Iglesia, consciente en todo momento de su misión de anunciar el Evangelio, ha considerado siempre la formación de los fieles como una de sus tareas esenciales. Hoy, atenta a dicha misión y dadas las circunstancias socioculturales, donde todo cambia con vertiginosa rapidez y donde la fe de los creyentes se encuentra acosada y contrastada por tantos interrogantes, la Iglesia ofrece, también, su regazo de madre y maestra al servicio de la educación integral del hombre.
4. Reconocemos con profundo agradecimiento que la cultura de nuestro tiempo ha logrado conquistar y ha adquirido valores importantes que humanizan muchos aspectos de la vida personal, comunitaria y social. Con todo, percibimos en ella algunos factores característicos que influyen de modo particular en la crisis de la transmisión de valores humanos y referencias específicamente religiosas y, más en concreto, en lo referente a la comunicación y educación en la fe. Ante este hecho generalizado en la mayor parte del mundo, con algunas características propias en nuestro país, el papa Benedicto XVI ha llamado la atención sobre lo que él ha denominado la «emergencia educativa», o, lo que es lo mismo, la urgencia educativa. Al hablar de ella en distintos escenarios, el pontífice subraya la necesidad de «redescubrir y reactivar un itinerario que, con formas actualizadas, ponga de nuevo en el centro la formación plena e integral de la persona humana»[2].
Comunión y corresponsabilidad
5. Al acoger estas orientaciones del Santo Padre en lo referente a la urgencia educativa, entre las que destaca el estudio y análisis de las raíces de dicha emergencia para responder de manera apropiada a la misma y ofrecer elementos positivos a los destinatarios, entendemos que una de las primeras respuestas que nuestra Iglesia debe dar es la de aunar esfuerzos, compartir experiencias, dedicar personas y priorizar recursos, con el fin de coordinar objetivos y acciones entre los diversos ámbitos: familia, parroquia y escuela, en orden a la transmisión de la fe, hoy.
Destinatarios
6. Los obispos miembros de la Conferencia Episcopal Española, fieles al mandato del Señor, servidores del Evangelio en esta hora de la Iglesia, y deseando ardientemente ofrecer orientaciones adecuadas para coordinar la transmisión de la fe, buscamos y queremos ayudar a los padres de familia en su difícil y hermosa responsabilidad de educar a sus hijos; a los sacerdotes y catequistas en las parroquias en la paciente y apasionante misión de iniciar en la fe a las nuevas generaciones de cristianos; así como a los profesores de religión en los centros de enseñanza, estatales y de iniciativa social, católicos o civiles, preocupados y entregados a la noble tarea de formación de niños y jóvenes.
Estructura
7. El presente documento que ponemos en vuestras manos está estructurado en cinco capítulos: en el primero, hacemos un sencillo análisis de las necesidades, dificultades y posibilidades de la transmisión de la fe en la familia cristiana, la catequesis parroquial y la enseñanza religiosa escolar; en el segundo, tratamos de los responsables para una adecuada coordinación, en el sentido de aunar esfuerzos, compartir experiencias y priorizar recursos y personas; en el tercero, exponemos los servicios distintos y complementarios que corresponden a las respectivas instituciones mencionadas; en el cuarto, señalamos las dimensiones específicas de estos servicios en la transmisión de la fe; y, en el quinto, ofrecemos aquellos medios que favorecen y ayudan a la transmisión de la fe, hoy, según las distintas situaciones de los destinatarios y las diversas responsabilidades de padres, catequistas y profesores.