Vos sois la zarza divina,
que verde se conservó
que verde se conservó
entre las llamas de fuego,
y vos la vara de Aarón.
Vos el arco de las paces
de más divino color,
que el cielo abraza esmaltado
de fe, esperanza y amor.
Vos el arca del diluvio,
vos la estrella de Jacob,
vos la paloma que trajo
nuevas del arco y del sol.
Vos la Virgen, cuya planta
ha de pisar al dragón
tirano de nuestras vidas,
desde que a Eva engañó.
Vos propiciatorio santo,
vos templo de Salomón,
a donde golpe de culpa
en ningún tiempo se oyó.
Vos limpia, Virgen hermosa,
desde vuestra Concepción,
que como le fue posible,
quien os hizo, os preservó.
FÉLIX LOPE DE VEGA