Publicamos aquí una Plegaria, que expresa la fe profunda en Dios del hombre sencillo, para quien nuestro Padre del Cielo lo representa todo en su vida. Esta Plegaria puede ser un argumento profundo para nuestra reflexión más íntima, en nuestra relación con Dios Padre, nuestro Creador y nuestra meta final en esta vida terrena, prólogo de la vida eterna que Él, generosamente, nos ofrece.
PLEGARIA
Dios de mi vida,
Dios en mi dolor y en mi miseria
Dios en mi silencio y soledad,
Dios en mi alegría y en mi tristeza,
Dios en mi pecado solitario,
Dios en mi debilidad y en mi flaqueza,
Dios en quien confía mi esperanza,
Dios de misericordia sin fronteras,
Dios que me ama como Padre,
Dios que en el camino siempre espera,
Dios que es el aire que respiro,
Dios al que ignora mi conciencia,
Dios cuyo obrar yo no comprendo,
Dios que mi razón siempre supera,
Dios fundamento de mi ser,
Dios al que olvido con frecuencia,
Dios cuyo AMOR llena mi vida,
Dios al que no alcanzo amar como quisiera,
Dios al que ansían mis entrañas
desde el profundo caos de mi existencia.
Dios al que abandono y al que vuelvo
en una permanente inconsistencia.
Dios mío...
Sin Ti no puedo vivir,
Sin Ti ¡cómo satisfacer nis ansias, sin límites, de AMOR!
Sin Ti ¡cómo recrearme en la esperanza de lo infinito de lo eterno!
Sin Ti no soy nada.
Renueva, Dios mío, mi sensibilidad
la infinita ternura de tu abrazo de Padre.
Melchor Rodríguez Barrera ( Escapulario del Carmen.)
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JOLABE