El Orden Sacerdotal es un sacramento que,
por la imposición de las manos del Obispo, y sus palabras, hace sacerdotes a
los hombres bautizados, y les da poder para perdonar los pecados y convertir el
pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
El sacramento del orden
lo reciben aquellos que se sienten llamados por Dios a ser sacerdotes para
dedicarse a la salvación eterna de sus hermanos los hombres. Esta ocupación es
la más grande de la Tierra, pues los frutos de sus trabajos no acaban en este
mundo, sino que son eternos.
La
vocación no consiste en recibir una llamada telefónica de Dios. Si un muchacho
tiene buena salud (no es necesario ser un superman), es capaz de hacer estudios
(no es necesario ser un genio), puede vivir habitualmente en gracia, con la
ayuda de Dios (no hace falta ser ya un santo), tiene buena intención (no se
trata de buscar el modo de ganarse la vida) es decir, busca su propia
perfección y la salvación de las almas, debe preguntarse si Dios le llama al
sacerdocio.
Hoy
día 13 de Junio de 2015 esa llamada de Dios se ha consumado en la persona de
nuestro querido amigo ANTONIO FERNÁNDEZ ALBARRÁN, (Tony para nosotros sus
amigos). En una bonita Ceremonia celebrada en la Catedral de Huelva y ante la
presencia del Sr. Obispo D. José Vilaplana, ha tenido lugar dicha ordenación
sacerdotal por la que La Palma del Condado tiene la suerte de contar, desde
ahora, con un nuevo Sacerdote palmerino.
En la Liturgia
católica, el Orden se confiere por medio de la imposición de manos, que es el
signo del sacramento. Dicha imposición es acompañada de la oración del Obispo
ordenante, llamada también oración consecratoria. En ella se pide al Espíritu
Santo que confiera a
los candidatos el sacramento del Orden sacerdotal en el grado correspondiente
(diaconado, presbiterado o episcopado). A estos ritos esenciales se le han
añadido otros ritos, entre los que se pueden destacar la entrega de
instrumentos (traditio instrumentorum) o la postración.
Mediante este
sacramento se invita al clérigo a proclamar el evangelio,
a celebrar los divinos misterios y a guiar al pueblo de
Dios. Día grande, por tanto, para la Iglesia de La Palma, que cuenta
desde ahora con un nuevo Sacerdote al servicio de todos… Enhorabuena a él y a
su familia y bienvenido sea al seno de la Iglesia… Que Dios lo bendiga y lo
guíe en su labor de apostolado…
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JOLABE
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